por ANNCOL-ABP | |||
ABP/26/02/2010 | |||
Compatriotas: Esta es la espada de batalla, la espada de combate del Libertador Simón Bolívar, la que lo acompañó en los últimos días de su solitaria muerte, en la que todo huele a traición. Aquí está la espada del triunfo de la libertad y la justicia. Con ella peleó y triunfó Simón Bolívar. Fue rescatada de las entrañas de una catacumba colonial, a orillas del mar, cerca a Santa Marta, donde permaneció enterrada, escondida por décadas tras gruesas paredes de adobe, como para que no fuese encontrada nunca jamás. Su hoja es de acero, afilada aún, lista para el combate, y su empuñadura una conjugación de bronce y un caoba claro con remaches de cobre. Resistió incólume el paso del tiempo y el salitre para ser causa de gloria y triunfo de los pueblos del continente. Asumimos que ha sido traspasada de las manos de un guerrero, a otros guerreros. A nombre del Secretariado de las FARC-EP, de los mandos y de los combatientes bolivarianos de Manuel, entregamos hoy esta espada sagrada, como un símbolo de triunfo, de unidad y libertad, a los pueblos de Nuestra América, al Movimiento Continental Bolivariano, a la energía volcánica de la juventud, a los hombres y a las mujeres del hemisferio, todos en lucha por la independencia, por la humanidad, contra el imperio. Vamos a erguirnos, a levantarnos todos, que el Gran Héroe ha regresado… su espada brillará en la primera línea de fuego, batallando, abriendo los caminos de la esperanza, de la independencia definitiva, de la victoria del proyecto político y social del Libertador, que fue frustrado por el gobierno de Washington y las oligarquías santanderistas del continente… Vuelve a cabalgar el sueño de la unidad de nuestros pueblos en una Gran Nación de Repúblicas, escudo de nuestro destino. La Patria Grande y el socialismo nos convocan a todos y a todas en esta era de Bolívar, en el bicentenario del grito de independencia. Otra vez, entre la pólvora y el humo, LIBERTADOR, tu espada está naciendo. Honor al héroe invencible de la espada de fuego. Bolívar vive, la lucha sigue. |