Editorial Boltxe
Vean, vean en el video la cara de la fiscal Anne Kanayakys cuando va a presentar la sarta de mentiras y silencios que el estado francés le ha dicho que tiene que relatar ante los mass media de medio mundo, asombrados como están por las peregrinas explicaciones de las autoridades francesas al secuestro, robo, tortura y asesinato de Jon Anza. Resopla, infla los carrillos y por dentro se está acordando de quienes le han dicho que es ella quien tiene que dar la cara por un crimen de estado en el que no ha participado, pero sí lo han hecho las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado francés. Es ingrato tener que asumir la versión mentirosa de un gobierno carente de credibilidad en este caso.
Lo peor es que, quien ha mentido una vez ha mentido ciento. Es por eso que la mayoría de los crímenes de los GAL quedaron impunes, la proverbial camaradería entre cuerpos policiales de estados imperialistas y militaristas, por un lado y las políticas comunes entre gobiernos para atacar a las gentes que luchan por los derechos populares, es la otra. Así estamos. Francia y España se han crecido los últimos años, con cientos de detenciones y torturas encubiertas por su aparato mediático, con argumentos especialmente fascistas como los del Grupo Prisa, con el libelo El país, como buque insignia.
Este grupo ya es manifiestamente fascista. por sus negocios con el paramilitar presidente colombiano Uribe, por sus ataques a Cuba y Venezuela y en relación a Euskal Herria, por sus deleznables, soeces, maleducados e hirientes comentarios acerca del tormento sufrido por el ciudadano donostiarra, ser humano y militante de ETA, que también lo era, Jon Anza. Para el periodismo español, para sus perros de prensa, una vez que España ha sido atrapada en un asesinato de sus Cuerpos Represivos, toca expandir toda la tinta de calamar posible.
Sospechas, mentiras, difamaciones. Todo vale para encubrir a las acciones del nuevo GAL de Zapatero. Ha vuelto el terror de estado de la mano del PSOE, como sucedió con los GAL. pero la izquierda Abertzale no ha perdido ni músculo ni reflejos en estos años de ofensiva total del nuevo fascismo español. Ha hecho, lo que mejor sabe hacer. Llamar a la movilización.
Y en esa movilización se han reunido a miles de personas esta tarde en Donostia. Miles de dedos acusadores hacia el ministro del nuevo GAL, Rubalcaba. Sí, Rubalcaba, puedes mentir mucho tiempo a mucha gente consiguiendo que la labor de tus perros de prensa actúe como anestesiante social, pero te estamos siguiendo informativamente, de cerca. Y analizando tus comparecencias hemos visto en tí dos actuaciones. En la primera, insinuaste que Jon Anza se había escurrido con un dinero de ETA que tus esbirros mediáticos han afirmado eran 300.000 euros. Y bien, de donde ha salido ese dato. Que la fiscal francesa, no ha aportado en ninguna de sus patéticase insultantes comparecencias.
Tú afirmaste aquella barbaridad pero ahora las pruebas llegan hasta tú Ministerio. Porque para tú desgracia, 50 años de acción – reacción – acción, entre ETA y el Estado Español nos han enseñado a analizar, a identificar las calumnias y los embustes, a interpretar los silencios.
Ahora, Rubalcaba calla. La vedette del Gobierno Zapatero, calla, no tiene nada que decir, aún cuando la fiscal dé por probable la posibilidad de la existencia de escuadrones de la muerte españoles en su suelo. Y Zapatero, Rajoy, Rubalcaba saben bien que este hecho probado puede suponer un serio golpe a la impunidad con que España mueve sus matones en suelo vasco o en territorio francés. Sí lo saben. Por eso callan, ¡cuanto daríamos por saber que está diciendo ahora la embajada francesa en Madrid al gobierno de Zapatero!. Y cuanto daríamos por conocer el contenido de la conversación entre la fiscal francesa del caso y el comisario – jefe de policía encargado de la investigación (sic!) del asesinato de Jon.
Podemos jugarnos nuestra credibilidad como grupo contra informativo dedicado al análisis político si la misma no fue así…[Fiscal: Yo no me como este marrón, es intolerable que hagan esto en nuestro territorio, y no están ante las cámaras los que se han responsabilizado del desarrollo de esta operación. Si eran unos inútiles, que lo paguen. Y si no, que vengan aquí el Ministro del Interior o su homólogo español. Ellos se reservan para hablar de detenciones y nos dejan a los pies de los caballos. Es intolerable, a ver que digo, no sé que decir, como se va a creer nadie esta sarta de incoherencias que nos indica el Gobierno que debemos defender. No estoy dispuesta a aparecer como estúpida ante los medios, no lo estoy. Ineptos, podrían medir las consecuencias de sus actos. Esto no tiene salida en falso.]
[InspectorJefe de Policía: No se queje, señora fiscal. Yo no voy a decir nada. ¡Como creen que alguien se va a tragar que envío a mis agentes a visitar las morgues hospitalarias, comenzamos por Touluse y en este hospital, no hay ningún cadaver con esas características. Once meses después nos dicen que ha aparecido descomponiéndose un cuerpo que afirman haber mantenido en un congelador. No, no se lo cree nadie. Y no voy a decir nada en la comparecencia. Diga usted que todo queda bajo investigación judicial y así, no tenemos que responder a nada. Y sea breve, vayámonos de aquí. Pero esto, no queda así.¡Hay que poner en su lugar al gobierno de España!. Otra vez actúan sin inteligencia, sus matones son un peligro para la credibilidad de nuestro gobierno y de nuestro aparato policial y nuestro sistema judicial. Todo Europa es consciente de que somos un país en el que se puede asesinar y ocultar los cadáveres como si las libertades y garantías democráticas no existiesen. Este crimen supone un duro golpe para Francia y un comisario no va a ser el eslabón de la cadena que se entregue como cabeza de turco. Hoy no hablo, pero yo no voy a ser la pieza que se sacrifique. Que den una explicación o que se la exijan al gobierno de España.]
Así fue muy probablemente la cita de preparación del show antes de la comparecencia, luego, vinieron los resoplidos, los silencios, la mirada cabizbaja del Jefe de Policía. La incredulidad con que se recibió el balbuceo de la fiscal.
Frente a esto, decenas de miles de personas han arropado hoy a la familia de Jon Anza, exigiendo que un médico de la familia evite una autopsia de estado para encubrir el terror del poder. No, no puede hacerse una autopsia bajo sospecha, la confianza en quienes están aireando estas rocambolescas explicaciones es nula. Son unos mentirosos cómplices de otros mentirosos, solo son eso. Y sus maniobras de estado no deben salir adelante. Es necesaria una autopsia veraz que determine si el cuerpo ha estado en una morgue o por ejemplo, ha sido desenterrado de prisa y depositado en la morgue por la gendarmería o los servicios secretos franceses. No descartemos esta hipótesis y esperemos a ver en que estado se encuentra el cuerpo.
Señor Sarckozy, es el gobierno que usted preside, el interpelado. Es su Ministerio del interior el que se encuentra bajo sospecha, sus servicios secretos son los que tienen todos los boletos para haber hecho aparecer este cuerpo cuando la prensa de centro – izquierda de su país apuntaban al terror español en suelo francés con consentimiento de sus fuerzas de seguridad del estado.
Que nadie crea que el sacrificio de los dos peones que hasta la fecha han dado la cara como podían tratando de convencer de la infame versión fabricada por su Ministerio delInterior tiene posibilidad alguna de calmar la exigencia de que las responsabilidades políticas que corresponden a los gobiernos terroristas de Francia y España no sean depuradas. Tenemos en la baraja de los asesinos y encubridores del secuestro, tortura, robo, asesinato y ocultamiento de Jon Anza en la memoria unos cuantos nombres, algunos repiten gobierno del PSOE con Zapatero después de pasar por el gabinete de la X de los GAL, el compañero «socialista» cuyo nombre no citamos pero que todos y todas, tenemos en mente.
No nos engañan, ni sus versiones fabricadas, ni los impedimentos que ponen a la visualización del cadáver, a la participación de gentes profesionales ajenas a los médicos que les deben obediencia jerárquica a los gobiernos implicados en esta aberración ni la fiscal Kannayakis y el inspector de policía que va encontrando por ahí los cadáveres que otros depositan apelando a la omertá corporativa y a la obediencia debida a la razón de estado cuando este, asesina.
Fíjense en la cara de la fiscal, ¡fíjense!. Y no pierdan detalle en la mirada del inspector .…
<