En el año 2009 los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo ascendieron en Andalucía a 25.616. El desempleo aumentó en 183.700 personas y se situó en 1.034.000 parados, lo que significa que la tasa de paro se situó en el 26,33%.
Esta situación económica ha sido provocada por la vorágine neoliberal de los últimos 15 años. Especulación, desregulación laboral y financiera, privatizaciones… no han llevado al paraíso que nos prometían sino a agravar aún más las contradicciones inherentes al capitalismo: por más que la propaganda burguesa lo niegue, la anarquía en la producción capitalista provoca crisis cíclicas de sobreproducción, agota los recursos naturales y condena al hambre a millones de personas en todo el mundo.
Ante esta situación, la patronal y los partidos del Régimen (PP y PSOE, fundamentalmente) hablan de “reformas estructurales”, o sea, despidos más baratos aún, salarios y pensiones más bajas, desprotección social, reducción de impuestos a los más ricos, en definitiva están hablando de atacar a los trabajadores y de agravar más aún la crisis.
Frente a esta nueva ofensiva neoliberal de las clases dominantes, la única salida para nuestra tierra es comenzar un proceso de Construcción Nacional en Andalucía que fortalezca los cimientos de nuestro pueblo: la organización política y territorial, la educación, la cultura…
En el ámbito socio-económico esto se traduciría en:
· Aumento del control sobre las empresas y reformas legislativas para que los patronos que atenten contra los derechos de los trabajadores sean castigados por la vía penal y de forma ejemplar.
· Jornada de 35 horas semanales, sin reducción salarial, implantada por ley.
· Cinco semanas de vacaciones anuales.
· Jubilación a los 60 años con el 100% del salario.
· Abolición de las Empresas de Trabajo Temporal.
· Mejora de las prestaciones de desempleo y cobertura al 100% de los parados.
· Salario Mínimo Interprofesional de 1.100 €
· Garantía del derecho a la vivienda en caso de situación legal de desempleo.
· Cláusula de revisión salarial para todos los trabajadores, según el Índice de Precios al Consumo.
· Reforma progresiva del IRPF. Que paguen más los que más tienen.
· Reforma del Reglamento del IVA para reducir el tipo a productos básicos.
· Creación de un Impuesto Especial de Solidaridad para altos ingresos.
· Mantenimiento del Impuesto sobre Patrimonio y aumento de los impuestos a las grandes fortunas.
· Creación de un Impuesto sobre las Emisiones de CO2 y la Generación de Residuos.
· Paso al sector público andaluz de todas las cajas de ahorro andaluzas que, unificadas, servirán de germen de un único Banco Público Andaluz.
· Congelación de todas las privatizaciones en curso.
· Recuperación del control público de los sectores industriales estratégicos, especialmente las energías.
· Remunicipalización de los servicios públicos gestionados por empresas privadas.
Estas medidas serían el comienzo de un nuevo modelo económico y productivo para nuestra tierra, para industrializarla de forma respetuosa con el medio ambiente y no agresiva. Andalucía necesita la construcción de una gran industria que de la clave para reestructurar toda nuestra economía nacional sobre la base de una técnica maquinizada de vanguardia que fortalezca la independencia técnica y económica de nuestro país.
Pero para conseguir todo esto es necesaria la movilización y participación del Pueblo Trabajador Andaluz. Tenemos que crear un Poder Popular Andaluz organizándonos para la lucha en todo tipo de colectivos sociales: asociación de vecinos, colectivos culturales, organizaciones juveniles… pero, sobre todo, en sindicatos de clase, creando y fortaleciendo Secciones Sindicales reivindicativas y de clase, fundamentalmente del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), el sindicato de clase andaluz, y reivindicando día a día en la lucha cotidiana en los centros de trabajo estas propuestas para salir de la crisis y para comenzar a construir Andalucía desde una nueva lógica que prime las necesidades colectivas del Pueblo Trabajador Andaluz sobre el interés privado de las clases dominantes.