Caracas, 20 mar (PL) Estados Unidos promueve y financia una componenda internacional para desacreditar a Cuba y Venezuela, con lo cual espera frenar los procesos de cambio en la región, denunció hoy aquí un grupo de solidaridad.
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De acuerdo con la integrante del Movimiento de Solidaridad y Amistad Mutua Cuba-Venezuela Dilubina Páez, detrás de la campaña está la mano de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) con su red de organizaciones no gubernamentales y lacayos.
La CIA utiliza sus tentáculos, como la gusanera cubana en Miami y los apátridas venezolanos, porque quiere desestabilizar a las dos revoluciones que hoy son la esperanza y el impulso para las fuerzas progresistas de Latinoamérica, aseguró en declaraciones a Prensa Latina.
Para Páez, pruebas de las intenciones subversivas de Washington y su influencia son la resolución anticubana del Parlamento Europeo y las aisladas protestas de mujeres vestidas de blanco en La Habana y en este país.
Sabemos de dónde vienen y quiénes pagan y sostienen esos ataques, apuntó.
En opinión de la joven, eran de esperar tales cruzadas, ante el avance en la región de gobiernos y movimientos alejados de la subordinación a la Casa Blanca.
Aquí esperábamos actos como la protesta de siete mujeres vestidas de blanco frente a la embajada de Cuba, precisó.
La víspera, el pequeño grupo protestó frente a la sede diplomática de La Habana con carteles sobre los derechos humanos, provocación rápidamente rechazada por un número muy superior de jóvenes venezolanas.
«Repudiamos tener aquí a las agentes de la CIA que reciben dinero para tratar de desacreditar a nuestras revoluciones», dijo Páez a Prensa Latina.
Idéntico rechazo mostró Laila Tajeldine, quien exigió a las manifestantes respeto.
«Somos nosotras las que le exigimos respeto a ellas, porque los cubanos dan aquí una verdadera prueba de amor por la vida y por derechos como la salud y la educación», afirmó.
Tajeldine coincidió con el criterio de la presencia de la mano estadounidense detrás de esta y otras provocaciones.
Ellas no son damas de blanco, son mercenarias de la CIA y representan los intereses norteamericanos, al igual que las que allá en la Isla se visten así o los que desde Europa atacan a Cuba, sentenció.