La sensación entre la gente de izquierda es que a Guillermo Toledo muchos de sus compañeros de profesión le habían dejado solo. Su propia asociación de actores y el programa El Intermedio se desmarcaron rápida y cobardemente. Sólo algunas voces de la cultura han tenido la entereza de mostrar su apoyo y solidaridad con el actor que tuvo la osadía de decir públicamente lo que piensa de la Revolución Cubana.
Cuando ya parecía que la derecha se estaba olvidando del actor español, Miguel Bosé ha salido en su defensa y en la del derecho del pueblo cubano a diseñar su propia democracia. En la presentación de su disco, Bosé, fue preguntado por la polémica protagonizada, involuntariamente, por Willy Toledo, manifestando: “En Cuba siempre ha pasado de todo, y no se sabe cuánto hay de verdad y cuánto no. Si se habla de represión, en todos los países ocurre. Mira en Valencia, el caso Gürtel, o lo de la exposición de fotografías. Si eso no es represión…”.
De nuevo la derecha, la misma que justifica y oculta el genocidio franquista, se ha lanzado contra el cantante. Esperanza Aguirre, en la cadena Cope ha pedido que se descalifique a Miguel Bosé. La presidenta muy alterada, al no entender cómo hay personas que perteneciendo a una clase social alta se muestran solidarias con los más desfavorecidos, declaró seguidamente: “Él además, que ha tenido todas las posibilidades del mundo siendo hijo de Luis Miguel Dominguín y de Lucía Bosé”. Lo que demuestra que las declaraciones de Miguel Bosé le han dolido doblemente, primero por sus repercusiones políticas, y segundo porque se trata de una traición de clase.
Otra reacción interesante ha sido la del Vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Rambla, quien “ha exigido” al cantante Miguel Bosé que “rectifique” sus manifestacionessobre la censura de las fotografías periodísticas y neutras de la exposición “Fragments d’un any“, ya que, a su juicio, constituyen un “despropósito y un desprecio hacia todos los valencianos”. En este caso Vicente Rambla se ha arropado en la bandera blavera y no recuerda que tan valencianos son los censores como los periodistas que exponían sus fotos. También debería capear el temporal con más delicadeza, ya que si se trata de dar lecciones de democracia y de libertad de expresión, no parece que la Comunidad Valenciana sea ejemplo de nada, ni por la retirada de las fotografías ni por la política informativa de Canal Nou, en la cual la oposición al Partido Popular no tiene ningún espacio.
Por último, en los medios de la ultraderecha ya ha comenzado el carrusel de insultos al cantante. Si a Willy Toledo le llegaron a acusar de algo tan grave como “tenerla pequeña”, a Miguel Bosé ya le han dedicado frases tan ingeniosas como que lo que ha dicho es “una apología del asesinato”, que tiene “una especie de cerebro de mosquito” y que se “se ha puesto pelo y se ha tocado una neurona”.
Bosé siempre ha sido discreto en materia política, apoyó la reelección de Zapatero y ha sido organizador de los “Conciertos para la Paz” en Colombia y Cuba. No es ningún “peligroso radical”. Además, Miguel Bosé es conocedor directo de toda América latina y España, por lo que si se atreve a realizar estas comparaciones, algún logro habrá conseguido la Revolución Cubana para que, más allá de todos los tópicos y lugares comunes, muchos de los que conocemos aquella isla defendamos su revolución, a pesar de todos sus errores y limitaciones.
Lo que sería altamente deseable para la libertad de expresión dentro del régimen español es que algún otro artista, escritor o cantante saliera en defensa, ahora, de Miguel Bosé, para que la derecha se vaya acostumbrando a escucharnos y nosotros a expresar libremente nuestras opiniones sobre Cuba.