La OTAN, en colaboración con la CIA, su homólogo el MI 6 británico y otros servicios secretos locales en los países donde operaba, ha cometido numerosos actos terroristas atribuidos falsamente a la izquierda (lo que se llama en lenguaje militar atentados de falsa bandera), intervino secretamente en la política de los países europeos al margen de los ciudadanos y de sus gobiernos supuestamente “democráticos”, organizó fraudes electorales y golpes de Estado. Los medios de desinformación hicieron todo lo posible por ocultarlo. Cuando ya no pudieron seguir haciéndolo, desde que la existencia de esta red fue revelada por el primer ministro italiano Giulio Andreotti en 1990 ante el Parlamento (1), se dedicaron a minimizar su extensión y sus implicaciones por razones obvias.
La existencia de estos ejércitos secretos clandestinos creados por la OTAN después de la Segunda Guerra Mundial conocidos como Gladio o redes stay-behind (quedar detrás), se justificó por la amenaza inventada de una inminente invasión soviética.
¿Pensarás que es una opinión conspiranoica? No.
Ray Cline, uno de los directores adjuntos de la CIA reconoció que “todo el asunto del stay-behind no tenía, a mi modo de ver, otro objetivo que garantizar, en caso de que sucediese lo peor, que un partido comunista llegara al poder, que hubiese agentes para avisarnos, para seguir de cerca los hechos e informarnos”.
La realidad era mucho pero que eso como verás.
Estas operaciones secretas utilizaron a numerosos criminales nazis que fueron cuidadosamente protegidos tras la segunda guerra mundial como Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, que acabó en Bolivia organizando el grupo de asesinos los Novios de la Muerte (2).
También se utilizaron a fascistas destacados que habían colaborado con los nazis como el príncipe italiano Valerio Borghese, apodado el príncipe negro, que dirigía la Decima MAS (XMAS), un ejército de 4.000 hombres creado en 1941. Este grupo exterminó a sus compatriotas miembros de la resistencia contra la ocupación nazi, pero gracias a la protección de los Estados Unidos fue declarado «no culpable» tras la liberación en 1945 (3).
La existencia de esta red que estuvo activa durante décadas es hoy indiscutible. A nivel internacional, sus acciones fueron coordinadas por el Pentágono, la OTAN, la CIA y su homólogo británico, el MI‑6. Perpetró numerosos actos terroristas, muchos falsamente atribuidos a la izquierda comunista y anarquista, durante años con la ayuda de grupos de extrema derecha.
Sin duda el atentado mas parecido al del 11M en Atocha es el de la estación ferroviaria de Bolonia el 2 de agosto de 1980 que causó 85 muertos y más de 200 heridos (4). Igual que en Atocha el lugar era un importante centro de intersección de tráfico ferroviario para el conjunto del país. Afectó fundamentalmente a gente del pueblo ya que la bomba explotó en la sala de espera de pasajeros de segunda clase de la estación, igual que en el 11M donde los trenes de primera hora no iban precisamente llenos de ministros ni de directores generales.
En ambos casos inmediatamente los autores son identificados y detenidos. El atentado de Bolonia es falsamente atribuido a grupos anarquistas y el de Atocha a grupos islámicos supuestamente conectados con la fantasmagórica y omnipresente Al Qaeda.
En Italia la policía aprovechó para entrar en las sedes de todas las organizaciones izquierdistas, y detener a cientos de personas. Paralelamente solo hizo pesquisas en algunas formaciones de extrema derecha pero evitando curiosamente las dos más importantes: Ordine Nuovo et Avanguardia Nazionale que como se demostró después estaban implicadas en este y otros atentados terroristas (5).
En Bolonia y en Madrid los jueces recibieron multitud de informaciones falsas y erróneas. Según los magistrados italianos, cuya versión está confirmada en las actas de la Corte de Justicia del 23 de noviembre 1995, declararon que los servicios secretos militares, el SISMI “nos hizo llegar una masa de informaciones difícilmente verificable, a fin de empujarnos en unas investigaciones y/o pistas tan improductivas como extenuantes”.
Fueron acusadas varias personas pertenecientes a grupos anarquistas a los que de paso se les imputaron inmediatamente la responsabilidad de otros tres atentados anteriores. La cabeza de turco principal es Pietro Valpreda, un bailarín de profesión. El segundo acusado, el ferroviario Giusepe Pinelli, fue defenestrado después de un interrogatorio. Este hecho inspirará al Premio Nobel Darío Fo su famosa obra de teatro «Muerte accidental de un anarquista».
Pero el testigo de la acusación Cornelio Rolandia, taxista, que es a la vez miembro del Partido comunista y del MSI, el partido neo-fascista italiano, confesará más tarde al abogado de Valpreda que el jefe de la policía de Milán le indicó a quién debía reconocer como culpable. Rolandia fallece el año siguiente de una «pulmonía fulminante sin fiebre», añadiendo así su nombre a una larga lista de muertes mas que sospechosas.
Sin embargo las pistas condujeron luego a la extrema derecha, y también a los servicios secretos, en particular a la Oficina del Contra-espionaje italiano (HIZO) acerca de la participación e implicación de Mario Merino y Stefino Delle Chiaie, personajes fascistas bien conocidos (6): este último perpetraba también sus fechorías en España, como veremos a continuación.
Las pistas del 11M también apuntan como en los atentados de Bolonia, del 11S y del 7J, a los servicios de inteligencia nacionales y supranacionales, pero en todos los casos han sido enterradas… de momento.
Gladio no solo operó en Italia, sino también en Francia, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Portugal, Alemania, los Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Austria, Grecia, Turquía y por supuesto en España. La OTAN también cometió actos terroristas en el propio Reino Unido (atentados bajo bandera falsa y asesinatos de republicanos irlandeses), en países neutrales de Europa continental como Suiza, pero también en África y Asia fomentando, por ejemplo, la masacre de 1 millón y medio de personas que cometieron en Camboya los Khmers rojos entrenados y dirigidos por el servicio secreto británico SOE (7). Sin olvidar que a mediados de los años 90 entrenaron y equiparon a los terroristas que luego se convertirían en el Ejército de Liberación de Kosovo antes y después de los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte sobre la demasiado independiente república Yugoslava. (8)
La red Gladio en España
En España durante la dictadura de Franco “el gobierno mismo era Gladio” según el primer ministro (1981−1982) Calvo Sotelo, que nunca admitió que existiese en España. Pero mentía, igual que lo hicieron todos los gobiernos posteriores.
Durante la dictadura además de tener un gobierno fascista, la red Gladio tuvo una presencia destacada, como documenta rigurosamente Daniel Ganser en su excelente libro Les Armées Secrètes de l’OTAN (9). El coronel Amadeo Martínez (10), entre otros, ha confirmado que España efectivamente albergó una estructura de tipo Gladio.
Desde luego la excusa de defendernos de una invasión del ejército soviético para implantar una red Gladio era especialmente ridícula en nuestro país dada la distancia. Aun así, cuando hice la mili, en los años 60 recuerdo que se nos daban surrealistas clases de la estrategia a seguir en caso de invasión de la URSS a través de los Pirineos. El objetivo de la red Gladio no era defendernos de la invasión rusa, ni en España ni en ningún país, el objetivo era controlar y reprimir a los movimientos de oposición de izquierda e impedir por todos los medios (incluyendo los criminales) que accedieran, no ya al poder, sino incluso a parcelas del poder.
España acogió a numerosos nazis y extremistas de ultraderecha tras la segunda guerra mundial, como es lógico, ya que era el único estado oficialmente fascista que quedaba. Pero también siguió haciéndolo después, como veremos.
Por ejemplo, tras el abortado golpe de estado en Italia del 7 diciembre de 1970 dirigido por el príncipe fascista Valerio Borghèse, se implantó una autentica colonia facha encabezada por el mismo. Entre ellos destaca Stefano Delle Chiaie (Cacolla para los amigos) que también participó en el golpe tomando el ministerio del Interior, asociado al nazi Otto Skorzeny que era miembro consultor de los servicios secretos de Franco. Formó un grupo de criminales que participó en unas mil operaciones y al menos en 50 asesinatos de militantes antifascistas por cuenta de los servicios secretos españoles según confesiones de sus miembros, especialmente de Aldo Tisei ante magistrados italianos (11).
Operaron sobre todo en el País Vasco donde, por ejemplo, en 1976 provocaron un enfrentamiento entre diferentes grupos carlistas durante una manifestación en Montejurra en la que hubo varios muertos (12).
Cuando el dictador Pinochet estuvo brevemente en España para asistir al entierro del «generalísimo» Francisco Franco, también encontró tiempo para entrevistarse con el terrorista Stefano Delle Chiaie” (13).
Podemos seguir el rastro de Delle Chiaie posteriormente durante su gloriosa carrera: Como sospechoso en la organización del atentado de la estación de Bolonia en 1980. Organizando asesinatos en Chile (operación Condor) y formando los tristemente célebres escuadrones de la muerte en Bolivia junto al nazi Klaus Barbie, también protegido por la red Gladio.
España no solo acogió a fascistas italianos también lo hizo con otros como Jean Pierre Cherid, ex miembro de la OAS, organización terrorista francesa de extrema derecha creada en 1961 para oponerse a la independencia de Argelia con la colaboración de Gladio. Jean Pierre Cherid también estuvo implicado en la operación Montejurra antes mencionada (14).
En los 70 el servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno SECED, una unidad secreta especial creada por Carrero Blanco, mantenía estrechos contactos con la red Gladio española y juntos participaron en la represión violenta del movimiento estudiantil, según Pietro Cedomi (15).
Los servicios secretos españoles trabajaban en estrecha colaboración con la CIA e incluso instalaron una base de Gladio en la isla de Las Palmas, Canarias, igual que el Gladio italiano tuvo una base secreta en Alghero, en la isla de Cerdeña. Según el testimonio del Coronel italiano Alberto Vollo en Las Palmas se entrenaban agentes extranjeros a las órdenes de norteamericanos según testimonios de ellos mismos. (16)
En 1973 la red española participó en un ejercicio “ stay – behind” en Baviera dirigido por los norteamericanos (17), aunque España no entró oficialmente en la OTAN hasta 1982.
Después siguió existiendo. Tras la muerte de Franco en 1975 siguieron operando impunemente. Por ejemplo Carlo Cicuttini, ex militante del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) y dirigente del grupo terrorista Ordine Nuovo, perseguido por la justicia italiana a causa del atentado terrorista de Peteano en 1972, también formaba parte de la colonia fascista implantada en España, donde llegó a bordo de un avión militar.
Aquí participó activamente en la matanza perpetrada el 24 de enero de 1977 en el número 55 de la calle de Atocha (Madrid). Fueron asesinados los abogados laboralistas Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, el estudiante de derecho Serafín Holgado de Antonio, y el administrativo Ángel Rodríguez Leal, y resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz, casada con Sauquillo, embarazada que perdió también a su bebé. Su participación fue confirmada por un informe reservado del Comité Ejecutivo para los Servicios de Información y Seguridad (CESIS), organismo dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia (18) (19).
Este energúmeno fue protegido por el gobierno franquista, y por los gobiernos posteriores independientemente de que fueran de centro, derecha o izquierda. Cuando fue condenado en Italia a cadena perpetua en 1987 el gobierno “democrático” español, entonces socialista, se negó a extraditarlo dando como excusa que estaba casado con la hija de un teniente general y mediante este braguetazo se había convertido en ciudadano español (20).
Cuando en 1990 estalló el escándalo de Gladio en el Parlamento italiano, el parlamentario Antonio Romero de Izquierda Unida planteó la cuestión de la existencia de la red en España al gobierno socialista. Además planteó la posibilidad de una traición de la OTAN al no haberse informado de esta red antes de que España ingresase en ella en 1982.
La negación fue unánime, pero no convenció. El ministro de defensa Serra se vio obligado a encargar una investigación. Pero se la encargó al Centro Superior de Información y de Defensa CESID dirigido por el general Manglano que además era el delegado español en la OTAN para cuestiones de seguridad. El servicio secreto militar CESID era precisamente el principal sospechoso así que encargarle la investigación era como encargar al zorro investigar quien se comió las gallinas, una burla. Para completarla el General Manglano se negó rotundamente a declarar en el Parlamento y por supuesto el resultado de su investigación fue el esperado: España nunca había participado en la red Gladio. Caso cerrado… por ahora.
La OTAN ha ampliado sus actividades a todo el planeta
Si los atentados terroristas de falsa bandera y la ingerencia antidemocrática de la OTAN hasta los años 90 se perpetraron con la excusa de la lucha contra el comunismo fundamentalmente en los países de Europa, ahora la excusa es la guerra contra el terrorismo islámico, el nuevo enemigo inventado que justifica intervenir en todo el mundo.
El objetivo real es el mismo: el mantenimiento de un orden que siga haciendo posible el control y la apropiación de los recursos mundiales por parte de las elites ricas. En especial ahora es de vital importancia apropiarse de los hidrocarburos restantes y controlar sus vías de distribución, a medida que nos aproximamos al zenit del petróleo que según muchos ya se ha alcanzado. Si analizas la constelación de motivos de las últimas guerras y de las que están en curso, este objetivo aparece siempre en primer plano, estrechamente ligado a impedir la emergencia de un bloque que pueda competir con la dominación unilateral de las multinacionales occidentales.
Boletín Armas Contra las Guerras
Notas
(1) Ver « Le SID parallèle – Le cas Gladio » Rapport Andreotti sur l’Opération Gladio. www.voltairenet.org/article8387.html#article8387
(2) Ver al respecto de Klaus Barbie y los grupos nazis en Bolivia nuestro Boletín nº 203 2ª Parte. Lo que no te cuentan sobre Bolivia. El papel de los grupos fascistas que reivindican la autonomía. El papel de los medios de desinformación. Cacería de indios en Cobija, Pando. ¿Habrá un golpe de estado en Bolivia? Alfredo Embid. http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol2032parte.htm
(3) Stuart Christie, Stefano delle Chiaie (Anarchy Publications, Londres 1984), p. 6.
(4) Terrorismo de Estado 1980: masacre en Bolonia, 85 muertos. Red Voltaire,
www.voltairenet.org/article120694.html
(5) La orquesta negra, de Frédéric Laurent, Ediciones Stock, 1978.
(6) Terrorismo de Estado. 1980: masacre en Bolonia, 85 muertos
por Red Voltaire. www.voltairenet.org/article120694.html
(7) Los ejércitos secretos de la OTAN. Séptima parte. Daniele Ganser.
www.voltairenet.org/article163703.html#article163703
(8) Ver al respecto los dos libros de Michel Collon: El Juego de la Mentira y Monopoly. Ambos publicados en la editorial Hiru. www.hiru-ed-com
(9) Daniel Ganser Les Armées Secrètes de l’OTAN
www.voltairenet.org/librairie/product_info.php?products_id=65
(10) Josef Manola. Der Standard 17 nov. 1990. citado en el libro de Daniel Ganser.
(11) Stuart Christie y colaboradores en News on Sunday, extra 31 Mayo 1987, citado en el libro de Danielle Ganser.
(12) Miguel González. El País 2 diciembre 1990, citado en el libro de Danielle Ganser.
(13) Hernando Calvo Ospina “Pinochet, la CIA y los terroristas de la mafia”, Granma, 28 de agosto de 2003.
(14) Más allá de Montejurra. Terrorismo derechista. Edgar González Ruiz | Kaosenlared | 3 – 4‑2006
www.kaosenlared.net/noticia/mas-alla-montejurra-terrorismo-derechista
(15) Faligot y Kaufer. Les Maitress espions. Robert Laffont, París 1994. pgna. 285
(16) Daniel Ganser Les Armées Secrètes de l’OTAN
www.voltairenet.org/librairie/product_info.php?products_id=65
(17) Gerardo Serravallo. Gladio. Edizione Associate Roma 1991. p 82.
(18) Miguel Gonzalez. El país 2 diciembre 1990. Citado en el libro de Danielle Ganser.
(19) Angel Luis de la Calle. Expresso Portugal 8 dic. 1990. Citado en el libro de Danielle Ganser.
(20) Agence France Presse. 17 Abril 1998. Citado en el libro de Danielle Ganser.