Somos seres pensantes, pero aquí en Honduras, pensar es un pecado mortal. La facultad del ser humano, esa misma que nos diferencia de las bestias, la posibilidad de analizar el contexto que nos rodea, de someter los hechos a juicio crítico, de rescatar lo bueno y condenar lo malo, el poner sobre balanza los gobiernos con sus pocos aciertos y constantes desaciertos, el involucrarse en las luchas del pueblo siendo partícipes de sus conquistas, vivir con la esperanza de construir un mejor país y crearse un mundo nuevo donde la justicia sea para todos ciega y los derechos humanos sean realmente respetados, hacer uso del pensamiento es, en el corazón de Centroamérica, el octavo pecado capital.
Parece que en mi Honduras, la Diosa Temis se tapa solo un ojo y los derechos humanos no son para la clase trabajadora; el obrero y el campesino no llega a la categoría del homo sapiens y tiene el deber de sobrevivir con su pago devaluado y sin el derecho, siquiera, a lo más elemental: ni alimentación, ni trabajo, ni seguridad y mucho menos, libertad de pensamiento, expresión y elección. Así es la Honduras de la que se salvó Colón pero en la que los ciudadanos estamos anclados, soportando las tempestuosas aguas de la indefensión y la justicia monocular.
Si antes era elitista la publicación de las ideas, ahora, desde el golpe de estado, esta actividad se volvió toda una empresa sectaria, intolerante a las líneas de pensamiento contrarias a la ideología dictada por el gobierno de facto y a riesgo de perder algo más que una cámara, un video, una entrevista, una transmisión o todo el equipo como le ocurrió a las radioemisoras y televisoras a favor de la resistencia. Pero el riesgo también estaba a nivel individual, sin ser periodista o reportero internacional, personas pensantes hacemos uso de las letras para luchar a través de ellas y esto atrae la atención de los retrógradas que no respetan las individualidades y los derechos a pensar, expresarnos y elegir con libertad.
Esto lo sabía muy bien el compañero Manuel Flores. Sus escritos llenos de franqueza hacia el corrupto, sin importar cuál –político, empresario, burócrata, dirigente obrero o gremialista- llevan también la sensibilidad de un hombre que cree en la justicia social y el poder del pueblo. Su alto sentido de solidaridad y apego a sus ideales le hicieron tomar parte en la lucha por los derechos del pueblo-pueblo. Su visión de analista le permitía acertar en muchas de las consideraciones en las que como partido manteníamos frente a la problemática política, social y de gremio. Eran sus apreciaciones las que nos marcaban el camino a seguir, su experiencia y valentía nos impulsaba a continuar en la lucha.
Fue su pluma la que cinceló su destino, fueron sus ideas las que le hicieron sobresalir y no ser uno más que sigue, sino uno que dirige, y ahora es su sangre la que marca una ruta y define el perfil de un verdadero revolucionario, de uno que piensa, siente, cree y vive por ello.
Así se describe a Manuel Flores; padre, esposo, compañero, amigo, líder indiscutible… ¡El mejor homenaje a su memoria es seguir su ejemplo!
En el PSOCA, sección Honduras, seguiremos firmes en la lucha porque sabemos que con la partida de un amigo se va su cuerpo, pero su presencia perdura en nuestras mentes y corazones. Estas adversidades nos fortalecen y son estos hechos los que nos demuestran que se ha dejado huella. En memoria de nuestro camarada Manuel Flores, no claudicaremos jamás.
José Manuel Flores Arguijo después de haber sido vapuleado en la represión del 30 de Julio del 2009
El pasado 23 de marzo del año 2010, a las 4,15 pm, en el Instituto San José del Pedregal, en Tegucigalpa, Honduras, fue asesinado nuestro camarada José Manuel Flores Arguijo, reconocido dirigente gremial del magisterio, miembro fundador del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), miembro del Consejo de Redacción del periódico mensual EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO, y también delegado ante el Secretariado Centroamericano (SECA) del PSOCA.
Tres encapuchados lo mataron a traición, mientras el cumplía con su labor de profesor consejero del Instituto San José del Pedregal. José Manuel Flores Arguijo en el año 1999 ocupó el cargo de Fiscal de la Junta Directiva Central delColegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), el más importante sindicato magisterial de Honduras. Era muy conocido el gremio magisterial y entre la izquierda hondureña.
Su cobarde asesinato se enmarca en una campaña de crímenes selectivos contra dirigentes sindicales y populares agrupados en el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado. La ola de violencia y descomposición social del capitalismo hondureño está utilizada como cortina de humo por las fuerzas tenebrosas de la contrarrevolución para segar la vida de conocidos y respetados dirigentes sindicales y de izquierda.
El asesinato del camarada José Manuel Flores Arguijo se enmarca en la campaña de atemorizamiento del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo, para atacar la más importante conquista del magisterio hondureño, como es el Estatuto Docente, y atacar también a los trabajadores universitarios, agrupados en SITRAUNAH y ADEUNAH, que luchan por contra la crisis de la universidad, por mejores condiciones salariales y de trabajo.
Han seguido la vida de nuestro camarada José Manuel Flores Arguijo pero sus asesinos no nos atemorizaran. Tenemos un firme e indoblegable compromiso con la lucha de los trabajadores, por la reunificación socialista de la patria centroamericana, y su cobarde asesinato, aunque nos duele, nos obliga a seguir adelante, con su ejemplo y tenacidad.
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) expresa sus condolencias a su familia, esposa e hijos, y llama a la izquierda de Honduras, a los sindicatos y organizaciones sindicales de Centroamérica, Latinoamérica y el mundo, a condenar este tipo de asesinato selectivo, a exigirle al gobierno de Porfirio Lobo el esclarecimiento de este asesinato, y de todos los otros ocurridos en el periodo reciente, castigando a los culpables.
Llamamos a todos los partidos y organizaciones de izquierda a enviar mensajes de repudio al ilegitimo presidente Porfirio Lobo, exigiendo el esclarecimiento de los hechos y el castigo a los culpables.
Con el dolor que desgarra nuestros corazones, gritamos: Camarada José Manuel Flores Arguijo hasta la reunificación socialista de Centroamérica, siempre!!!