Año tras año la celebración del Aberri Eguna ha venido constituyendo el principal reflejo de la situación política en Euskal Herria. Un pueblo al que se le niega su existencia y su identidad, con un territorio dividido y con la imposibilidad de ejercer el derecho a decidir libre y democráticamente su futuro, necesariamente tiene que darle al Aberri Eguna un cariz reivindicativo. Más allá de una mera celebración, este día es expresión de una identidad y, sobre todo, muestra de un deseo de vivir en un futuro como nación.
Asimismo, la manera de celebrar el Aberri Eguna también es una muestra del camino que queremos recorrer después para impulsar y hacer realidad la reivindicación que planteamos en este día. Este año lo celebraremos con un espíritu de trabajo común, por encima de partidismos y con la confianza puesta en la ciudadanía a la hora de diseñar las nuevas bases para la construcción de nuestro pueblo. Esto significa situar los intereses de la nación por encima de intereses de partido, es decir, construir puentes entre abertzales de diferentes sensibilidades en torno a los objetivos comunes principales que podamos compartir y darles prioridad frente a otras cuestiones. Al fin y al cabo, abrir las puertas, sin miedo y con ilusión, al camino de la alianza entre los hombres y mujeres que nos reclamamos independentistas.
Euskal Herria debe hacer frente a todos los problemas estructurales que obstaculizan y limitan su existencia. Tenemos que hacer realidad el ejercicio del derecho a decidir nuestro futuro en libertad. Debemos crear los recursos y medios para poder tomar y poner en práctica decisiones en materia política, jurídica, social, económica y en todos los ámbitos que condicionan nuestra realidad colectiva. Euskal Herria necesita un estado propio para existir y vivir con identidad propia en el mundo del siglo XXI.
Pero, por encima de esas coordenadas generales y estructurales, el Aberri Eguna de 2010 tiene una importancia propia precisamente porque tenemos que empezar a abrir puertas para cambiar esas coordenadas de raiz, para superar la situación de negación y opresión impuestas a Euskal Herria en las últimas décadas.
Los agentes políticos y sociales que estamos intentando superar el bloqueo político de los últimos años, debemos situar la cita del Aberri Eguna como un paso más a dar en el contexto actual con vistas a hacer realidad el cambio político en Euskal Herria. El Aberri Eguna es para el abertzalismo un momento de responsabilidad, de aparecer ante nuestro pueblo y ante el mundo tal y como somos, y de reflexionar sobre la manera de afrontar como pueblo los retos que tiene nuestra nación.
Euskal Herria tiene que construir y culminar un proceso democrático para superar la situación de bloqueo y, resolviendo el conflicto político, hacer realidad el cambio político que reclamamos. Es responsabilidad de los diferentes agentes involucrados adquirir compromisos y dar pasos efectivos, y ofrecer a la ciudadanía vasca cauces de implicación y paricipación.
Con motivo del Aberri Eguna 2010 queremos manifestar los siguiente:
- LAB se une a la convocatoria realizada por la red «Independentistak» en Hendaia e Irun, y animamos a la clase trabajadora a movilizarse y reivindicar que somos una nación y que reclamamos un estado propio.
Este llamamiento, por el carácter popular de sus convocantes, su plantamiento abierto y su contenido, nacido del reconocimiento de la realidad nacional de Euskal Herria y que sitúa su apuesta por el cambio político que precisamos en la construcción de un estado propio, reune todos los ingredientes para celebrar el Aberri Eguna que Euskal Herria precisa en esta coyuntura.
- Euskal Herria necesita un proceso democrático. La ciudadanía, los trabajadores y trabajadoras, necesitamos un proceso democrático. Euskal Herria precisa un cambio político y social y es imprescindible la participación de los agentes políticos, sociales y sindicales en la construcción del proceso. En ese camino, renovamos nuestro compromiso desde el ámbito que nos corresponde.
El papel del sindicalismo es importante, por una parte para que en el impulso del cambio político Euskal Herria pueda conseguir los instrumentos necesarios que garanticen los derechos de la clase trabajadora, y por otra para que el cambio político contemple e incluya el cambio de modelo social que necesita nuestro pueblo.
- Euskal Herria será lo que decidamos sus hombres y mujeres. Nuestra es la legitimidad y nuestra la fuerza para dar la vuelta a la situación actual y crear nuevas realidades.
La palabra y la decisión de Euskal Herria son los ejes de futuro. No lo impedirán ni la represión, ni la opresión, ni la negación… Con esos componentes ‑palabra y decisión- se tiene que construir el futuro. Democracia y libertad serán los símbolos de la Euskal Herria futura y la clase trabajadora será el principal motor del proceso.
- Llamamos a trabajadores y trabajadoras y al conjunto de la sociedad a sumarse a la dinámica en favor del cambio político y social, a unirse en favor de la construcción nacional y social de Euskal Herria.
La fuerza y el protagonismo ciudadanos, la voluntad y la decisión populares, serán los factores decisivos de este proceso. Debemos afrontar el reto desde hoy mismo y, tras el Aberri Eguna, tendremos una buena oportunidad para dar nuevos pasos.
En Euskal Herria, a 30 de marzo de 2010