“El cambio climático se va a encargar de resolver el problema que Estados Unidos tiene con Cuba, porque en 50 años la isla va a desaparecer bajo el mar”, dijo este miércoles en “tono de broma” el embajador estadounidense en México y cubano de nacimiento, Carlos Pascual.
En un foro ecológico, donde fue presentado como “experto” en cambio climático y energías renovables, Pascual advirtió que por los problemas medioambientales (calentamiento global), en 50 años va a cambiar la faz del planeta, por lo que algunas zonas van a desaparecer bajo el agua, y soltó la broma pesada y prepotente sobre Cuba.
“No nos tenemos que preocupar mucho en Estados Unidos sobre Cuba porque el medio ambiente va a eliminar el problema para nosotros”, dijo el diplomático, provocando la risa de los asistentes, entre ellos expertos en medio ambiente y empresarios (y algo que le faltó decir al periodista, gente sin demasiada ética). Un pequeño detalle: si Cuba desaparece, igual destino correrían todas las islas del Caribe. ¿Es lo que desean también el señor Pascual y su risueño auditorio?
“Bueno, a lo mejor Fidel Castro puede vivir otros 50 años y tiene unos poderes que ni le conocemos hasta ahora y a lo mejor es ahí entonces donde vamos a resolver el problema”, añadió y probablemente por su pensamiento vagó la idea de asesinar al líder de la Revolución cubana y desaparecer la incómoda soberanía de la Isla, que han sido obsesiones compartidas por todas las administraciones norteamericanas desde 1959 hasta la fecha.
Como Estados Unidos promueve la idea de México como un “estado fallido”, reforzada por la ola de violencia de los narcotraficantes y el delirio anti-inmigrante en EEUU, eligió para el cargo de embajador a un señor cuya trayectoria se pinta sola para la tarea: este cubano nacido en La Habana en 1959 es una autoridad sobre los estados fallidos y ha trabajado para la fachada de la CIA, la USAID, en Mozambique, Sudáfrica, Sudán y otros lugares donde se intentó imponer gobiernos serviles a los Estados Unidos.