El 17 de abril, dia internacional de los presos y presas políticas, se convocó una concentración ante la Administración Penitenciaria en París y una charla debate en el CICP. A continuación la crónica de lo acontecido de la mano del Comité de solidaridad con Euskal Herria de París.
La idea de las organizaciones convocantes, Alerte Honduras – Associu Sulidarità – Chiapas Mexico – Coordinadora Popular Colombiana de París – Comité Perou – Comité de Solidarité avec le Peuple Basque – Terre et Liberté pour Arauco (Mapuches Chile), era concentrarse ante los locales de la Administración Penitenciaria y que Jacques Gaillot entregara una carta sobre la situación de los presos en las cárceles francesas.
El NPA (comunicado) estaba presente con pancartas. Beçancenot estaba igualmente presente.
Al llegar al lugar de concentración vimos que el sitio estaba totalmente tomado por la policía. Contamos unos 450 policías, 50 autobuses y 3 grandes furgones para las detenciones.
Ante la situación se decidió concentrarse delante del Ayuntamiento de París. Un grupo de unas 40 personas que se encontraban cerca de la Administración Penintenciaria intentaron ir hacia el Ayuntamiento, pero fueron rodeados totalmente por la policía que se los llevaban detenidas. Se dieron bastantes muestras de simpatía de la gente al ver lo que pasaba.
Ante la situación, Beçancenot y Gaillot fueron a negociar con la policía que aceptaban en dejar libre a todas las personas detenidas si se iban por detrás y sin intentar llegar al Ayuntamiento. Se dijo que no y se siguió hacia adelante. Al final hubo una manifestación, la policía cortó la calle Rivoli. En total hubo unas 100 personas en la concentración-manifestación y finalmente no hubo ninguna persona detenida.
A las 19h del mismo día había convocada una charla debate en el CICP. Asistieron unas 200 personas, gente de ámbitos muy diferentes.
Jacquest Gaillot estaba en la mesa de la charla debate. Gabi Mouesca debía estar también, pero como tenía otro acto en Ipar Euskal Herria envió su intervención filmada. Estuvo presente igualmente el presidente de la organización Partenia, representantes de organizaciones de presos sociales.
A partir de la intervención de Gabi Mouesca que habló de la situación de los presos políticos vascos se abrió un fuerte debate sobre presos sociales/presos políticos. Por parte del Comité se dejó claro la diferencia entre unos y otros. En el mismo sentido intervinieron dos ex presos sociales que explicaron que la única estructura de lucha que existe en las cárceles francesas es el Colectivo de presos y presas vascas y que el compromiso que los presos vascos tienen en la lucha no la tienen los presos sociales. El debate se prosiguió y fue bastante interesante. Se habló igualmente de Jon Anza, explicando el caso y en qué situación se encontraba ahora. También se explicaron las últimas detenciones.
Comité de solidarité avec le peuple basque – Paris
abril de 2010
¡Apoyo incondicional a los prisioneros políticos!
¡Denuncia de las políticas represivas de los Estados Capitalistas!
¡Derecho a la autodeterminación de los pueblos!
Donde quiera que los países imperialistas ejercen su opresión, donde quiera que el sistema capitalista extiende su gangrena, los pueblos resisten. Con flujos y reflujos en función de la capacidad de organización de las clases oprimidas y de la violencia represiva de los Estados. Las “democracias” burguesas, con la ayuda de su aparato de Estado (policía, justicia) hacen pagar muy caro a los pueblos el precio de su resistencia. Que sea en el Estado español, francés, israelí, etc. la represión no cesa: las medidas de excepción, torturas, palizas están a la orden del día. Todo vale cuando se trata de acallar las resistencias.
« Democracia » burguesa: justicia de excepción, justicia de clase
« La democracia protege porque promulga leyes», repiten constantemente los medios de comunicación: pero ¿quién las promulga? ¿para quién? La fachada democrática de los países capitalistas, aún cuando están dirigidos por gobiernos social-demócratas, se derrumba para todos los que conocen y padecen las medidas de excepción practicadas en contra los que se enfrentan al sistema capitalista. A través de la lucha de los pueblos oprimidos es la legitimidad del marco y del instrumento político de acumulación capitalista por excelencia que se ve cuestionada: el Estado! El arsenal judicial y policial se activa para intentar negar la existencia y la legitimidad de las resistencias.
Los ejemplos no faltan. Desde el inicio del conflicto político que enfrenta los Estados español y francés al Pueblo vasco, estos dos Estados van implementando y combinando dos “estrategias”: la interdicción y la represión, dos caras de una misma moneda, la faceta policial y judicial. La interdicción y prohibición de representación política (“ley de partidos”) que encuentra en la actuación del vergonzosamente célebre juez Garzón uno de sus vectores principales, complementa la criminalización del movimiento independentista. Hoy en día, ¡hay más de 760 prisioneros políticos vascos de los cuales más de 160 están recluidos en cárceles del Estado francés!
En el Estado español, los casos de torturas por la Guardia Civil en contra de los militantes de la Izquierda Abertzale son numerosos; el Estado francés, por su parte, colabora sistemáticamente con la represión policial y entrega militantes a la Guardia Civil. Las condenas de prisión dictadas por tribunales de excepción como la Audiencia Nacional alcanzan cifras aberrantes: ¡30 años, 60 años! La “desaparición” y misteriosa muerte de Jon Anza, militante de ETA, nos recuerda los peores momentos de la guerra sucia.
En las cárceles francesas, los prisioneros de Acción directa sufren desde hace más de 23 años, sin renegar nunca de su identidad política, las condiciones carcelarias más duras, viéndose obligados a llevar adelante huelgas de hambre para romper el aislamiento y obtener atención médica básica. Jean-Marc Rouillan y Georges Cipriano siguen hoy en día encarcelados a pesar de haber cumplido sus respectivas condenas, padeciendo un constante chantaje en búsqueda de un arrepentimiento de su pasado militante.
En Corsica, la represión del Estado francés descansa sobre mecanismos de instituciones políticas bajo la autoridad directa del Gobierno: la 14º sección del Parquet de Paris vinculada directamente al Ministerio de Justicia, y la SDAT, policía creada por el Ministerio del Interior. Resultado: más de 30 prisioneros políticos.
Georges Ibrahim Abdallah, militante comunista revolucionario libanés encarcelado en Francia hace más de 25 años! por su militancia en las Fracciones Armadas Revolucionarias Libanesas (FARL) padece un verdadero ensañamiento por parte del Estado: pudiendo ser liberado desde 2002, Israel y EEUU acrecientan las presiones sobre el Gobierno francés para impedir su puesta en libertad.
Aislamiento, insultos racistas, palizas, torturas, privación de visitas, están a la orden del día para los Palestinos presos en cárceles sionistas, que sean militantes de la resistencia o civiles, hombre, mujeres y niños incluidos. Un importante movimiento de huelga de hambre colectiva está en marcha. Es nuestro deber socializar y apoyar este movimiento.
La violencia ejercitada por los Estados sobre los pueblos en lucha, el endurecimiento de las políticas represivas en contra de los militantes revolucionarios se ven acompañados por una ofensiva general sobre la cuestión de la inmigración y del racismo, con el endurecimiento de la represión contra los sin papeles. La ley Besson (¡la séptima en 2 años!) que alarga la pena máxima de retención de 32 a 45 días y la represión que sufre el movimiento de huelga de los sin papeles que se mantiene desde hace 6 meses en Ile de France son dos ejemplos de ello.
Solución democrática de los conflictos políticos y respeto de los derechos fundamentales
Todas estas medidas tienen un objetivo común: negar la identidad política y revolucionaria de los prisioneros, negar la historia de los movimientos de resistencia y de emancipación. Sin embargo, la Historia de la resistencia de los pueblos muestra una cosa: la represión de Estado no es una solución. En todas partes, los anticapitalistas y antiimperialistas tienen que fomentar las movilizaciones populares, única forma de imponer soluciones políticas democráticas.
Exigimos el fin inmediato de la tortura, de las humillaciones, de las jurisdicciones y medidas de excepción, exigimos el acercamiento de los prisioneros políticos a sus familias, el reconocimiento del derecho de autodeterminación y de emancipación de los pueblos.
¡Juntos, impongamos mediante la movilización el respeto de los derechos fundamentales y el derecho de los pueblos a decidir su futuro!
NPA (Nouveau Parti Anticapitaliste)