Horas antes de la conformación del MOVIMIENTO CAAMAÑISTA (MC)/Apreciados luchadores(as) por la emancipación de nuestros pueblos: ¡Cierto! El desafío es inmenso y los(as) participantes en este I Congreso Caamañista, inaugurado en esta querida universidad y en este 45 aniversario de la epopeya de abril de 1965, estamos decididos(as) a aportar, con espíritu innovador y con energías renovadas, a las imprescindibles respuestas teóricas, políticas, organizativas y culturales derivadas de este reto histórico. Aquel abril heroico quedó inconcluso. La revolución democrática-popular gestada en la lucha destinada a derrotar el golpismo oligárquico- imperialista y a restablecer el gobierno de Bosch y la Constitución de 1963 se vio truncada: fue bloqueada por la intervención militar de los EEUU. La contrarrevolución se impuso por la fuerza y se ha prolongado en estos últimos 45 años empleando todas las formas de opresión y alineación hasta llegar a la presente situación caracterizada, por un lado, por la putrefacción de las instituciones y las cúpulas dominantes, y el empobrecimiento del pueblo explotado, abusado y excluido, cada vez mas descontento e indignado; y, del otro, por la ausencia de fuerzas y propuestas alternativas debidamente estructuradas, engrosadas y definidas. A esto se agrega la actual crisis integral de la civilización burguesa. La peor crisis del capitalismo en toda su historia.Ella se ensaña sobre los países dependientes y periférico del sistema. Ella, en todas partes ‑y en particular en este país- ha potenciado la voracidad de la clase dominante-gobernante, empecinada en un enriquecimiento rápido y fácil, a través de la especulación, el tráfico de influencia, los narco-negocios y la depredación de los recursos naturales. Las recetas neoliberales y las nuevas guerras de conquista han puesto en riesgo a la humanidad y en ese contexto nuestra querida Quisqueya está deteriorándose con riesgo de muerte. La tragedia haitiana es, sin duda, una seria advertencia. Estamos ante la transformación del Estado dominicano en un “narco-estado” depredador y ante la conversión de la partidocracia, el generalato y empresariado inescrupuloso que lo administran, en una claque gangsterizada que se recicla dentro de un sistema electoral excluyente, viciado, corrompido y oligopolizado. Esa realidad ha sido constitucionalizada en una carta magna neoconservadora, privatizadora, garante del saqueo y la corrupción. Mientras el sistema bipartidista pasa a ser un mecanismo gerenciado por dos grandes compañías por acciones, el PRD y el PLD; secuestradas por sus dueños, Miguel Vargas y Leonel Fernández, que las manejan como empresas manipuladoras de clientelas y aparatos asociados a las diferentes mafias. Un escándalo reemplaza al otro: hace días el de Agosto Figueroa y después el de Del Tiempo Márquez y su Torre Atiemar. Antes el de Quirino y el de Paya. Mientras la Barrick y la Uni Gold, luego del fallido intento de la Cementera en los Haitises, se proponen comerse nuestras ricas entrañas en oro, plata y otros minerales, y envenenar nuestras aguas. Nada de esto se supera desde este sistema y estos gobiernos. Hay que producir, un sacudimiento que resquebraje las instituciones decadentes, potenciando la indignación de la sociedad descontenta, como lo hizo recientemente Gloria Peña, la mujer del pueblo que en estos días les dijo al ministro Vincho Castillo y al presidente Leonel Fernández lo que se merecen: corruptos, neo-trujillistas, balagueristas protectores y socios del narcotráfico En verdad hay que cambiarlo todo, comenzando por este gobierno, sin favorecer en lo inmediato su relevo por el PRD o cualquier otro gobierno parecido. En tal sentido es necesario entender que ninguna crisis de por sí, por profunda que sea, genera los cambios capaces de superar su causas y la formación económica, social y política afectada por ella. Los regímenes explotadores son como el caimito que no caen solo: hay que tumbarlos a palos. Esto precisa de actores del cambio, de fuerzas y propuestas alternativas movilizadas, en lucha, con capacidad confrontativa, con vocación de crear, desarrollar y tomar poder. Esto exige previamente construir contra-poder popular y ciudadano. Exige crear fuerzas revolucionarias conductoras, así como un gran movimiento político social transformador. En un mundo en el que el orden sigue cambiando para peor, en un país en constante dinámica neo-liberalizadora y corruptora, con una composición social continuamente adulterada, esto no se puede hacer desde el dogma, desde los transplantes ájenos a nuestra realidad actual, desde las ideas afines a un pasado ya superado. Eso sería anquilosarse y ciertamente hay mucho de esto en nuestra izquierda partidista, lo que le impiden percibir lo nuevo, rescatar lo que el dogma sepultó, enriquecerse teóricamente y abrirse de par en par a los nuevos actores del cambio. Por eso, desde un tiempo a esta parte, nos decidimos por rescatar aquel abril despreciado, potenciar su poder simbólico, retomar sus valores y darle continuidad a su obra inconclusa en estrecha relación con el diseño de una alternativa post-neoliberal, una de propuesta de nueva democracia y una estrategia de nuevo socialismo. Por eso nos decidimos por crear lo que hoy comienza a subir con mas fuerza a la superficie; una nueva organización revolucionaria, una construcción organizativa dotada de una hermosa combinación de las ideas ‑y además de la figura emblemática de aquella revolución inconclusa- con el marxismo creador, con el marxismo latinoamericano de nuestros tiempos y con los aportes de diversas fuentes de ideas emancipadoras. Un movimiento caamañista, socialista, clasista, medioambientalista, feminista, juvenil, moralizador, adversario de todas las discriminaciones y exclusiones. Que ayude a crear, ampliar y conformar una gran fuerza alternativa al capitalismo neoliberal y a la partidocracia pervertida. Una organización nacional que se formará como suma articulada, democráticamente normada, del conjunto de los Círculos Caamañista que hemos venido organizando en todo el país y asumirá líneas programáticas bien precisas en cuanto al propósito de desmontar el modelo neoliberal, de reemplazar el actual sistema jurídico-político y las actuales instituciones del Estado, de abrirle espacio a un proceso constituyente para crear una Constitución a la medida de una democracia participativa e integral; para transitar hacia un nuevo socialismo, distinto al sistema burocrático euro-oriental que colapsó en el siglo XX, profundamente democrático, participativo, autogestionario. Acompañaremos, sin el menor prejuicio y despojado de toda práctica utilitaria, a los nuevos movimientos de trabajadores del campo y la ciudad, a las nuevas expresiones contestatarias de la juventud, a las organizaciones feministas en lucha contra un patriarcado cada vez mas funcional al capitalismo, a los movimientos que propugnan por la libertad de opción sexual, a las fuerza moralizantes de la sociedad, a las corrientes militares progresistas, a los cristianos de la teología de la liberación, a las barriadas y comunidades pobres abandonadas, a los movimientos de la pobrecia, a los trascendentes movimientos ambientalistas, a la negritud y los grupos étnicos discriminados… Estaremos siempre en sus luchas, sus rebeldías e irreverencias necesarias. El latino-caribeñismo y el internacionalismo revolucionario serán pieza inseparable de nuestro arsenal combativo. Todas las protestas justas, todas las insurgencias revolucionarias – incluida de manera destacada la que durante casi 45 años han encarnado las FARC en Colombia- todas las luchas libertarias, todas las transformaciones hacia mas democracia y bienestar colectivo contarán con nuestro respaldo incondicional. Esta es una línea de principios. Seremos parte inseparable del recién constituido Movimiento Continental Bolivariano (MCB) y ningún esfuerzo perverso de factura colombo-estadounidense por criminalizarnos, nos hará retroceder. Atacar al contra-ataque imperialistas es nuestra firme determinación. Convencido/as de estas ideas y propósitos, llenos de amor por la humanidad y repletos de alegría, abrazamos a todos(as) ustedes, delegado(as) nacionales e invitados(as) internacionales y nacionales. Gracias por compartir este momento especial ¡Caamaño vive! ¡La lucha sigue! 24 de abril 2010 Santo Domingo, República Dominicana. |
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