La localidad barcelonesa de Sitges se prepara para acoger a los miembros del selecto Club Bilderberg entre el 3 y el 6 de junio. La noticia ha provocado la reacción de grupos antiglobalización que se oponen a los encuentros por entender que este foro privado toma decisiones que determinan de forma no transparente la política y la economía internacionales.
El club está formado por un centenar de los más influyentes políticos, banqueros y empresarios del mundo. Por el momento, el alcalde de la población, Jordi Baijet, afirma que «oficialmente» no ha recibido «ninguna notificación» sobre la celebración del encuentro.
Sin embargo, el periodista Jim Tucker, uno de los principales expertos en el club, asegura que el lugar escogido para albergar a los participantes de esta edición es el hotel Dolce, un establecimiento de cinco estrellas que no dispone de ninguna habitación libre entre los próximos días 2 y 6 de junio.
Al ser interrogados sobre esta coincidencia, un portavoz del hotel responde que no puede confirmar si ha sido reservado en exclusiva por el club. A pesar de encontrarse en una población muy turística, el hotel, cuyas habitaciones cuestan entre 125 y 1.100 euros, permite a sus huéspedes cierto aislamiento.
Los bilderbergers
Está situado a las afueras de la ciudad, frente al mar y junto a un campo de golf. Precisamente, algunas de las pocas imágenes de los bilderbergers, como son conocidos los participantes en el encuentro, son recogidas mientras juegan al golf, ya que suelen entrar en los hoteles en limusinas o coches con cristales ahumados.
«Cuando alguien hace escala en Bilderberg, ya llegó», escribió hace una década la revista The Economist. De este modo se refería a la capacidad de sus miembros para marcar la agenda internacional y promocionar a políticos y directivos.
Bill Clinton, Tony Blair y Barack Obama fueron convocados a la cumbre poco antes de presidir sus países. El actual gobernante de Estados Unidos lo hizo en 2008, cuando la cumbre se celebró en el estado de Virginia (EEUU), recuerda el economista Arcadi Oliveres. Lo mismo ha ocurrido con varios secretarios generales de la OTAN.
Reunión en La Toja
El club ya se reunió en España en 1989. El entonces presidente Felipe González recibió a los denominados «sumos pontífices del capitalismo» en La Toja (Pontevedra). En aquella ocasión, asistieron políticos como Miguel Boyer y el ex secretario general de la OTAN Lord Carrington. Todos ellos pudieron intercambiar impresiones con miembros destacados del club, como Henry Kissinger o David Rockefeller.
Entre los españoles habituales, destacan la reina Sofía y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Ayer, un portavoz de la Casa Real confirmó que la reina suele acudir a estos encuentros «pero lo hace a título personal», por lo que no figura en su agenda pública.
Los elegidos
Bancos, empresas, políticos y medios de comunicación
Objetivo
El príncipe Bernardo de Holanda impulsó el Club Bilderberg en 1954 con el fin de «fortalecer la unidad atlántica, frenar el expansionismo soviético y fomentar la cooperacióny el desarrollo económico de los países del área occidental».
Círculos concéntricos
Desde sus inicios, la organización apenas sí ha variado. Cada una de las 40 personas que, aproximadamente, componen el comité directivo escoge a dos invitados en función de la agenda prevista, siguiendo un sistema de círculos concéntricos. El ex ministro y ex comisario europeo Pedro Solbes, que confirmó ayer a Público que esta vez «no me han invitado», explicó que en anteriores ocasiones la oferta le fue hecha «por amigos».
‘Sumos sacerdotes”
Los fundadores que se reunieron en 1954 en el hotel Bilderberg, cerca de Arnhem (Holanda), siempre tuvieron claro que debían congregar bajo el mismo techo a banqueros, políticos y medios de comunicación. Esta alianza ha hecho que coincidan directivos de France Telecom, Coca-Cola, Warner, Bundesbank, Microsoft y Banco Santander con líderes políticos como Bill Clinton, Gordon Brown o Tony Blair y varios secretarios generales de la OTAN.
Medios de comunicación
La lista de invitados suele incluir directivos de medios influyentes como The New York Times, Le Figaro o Die Zeit. Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa, es otro de los habituales. Sin embargo, evitan informar sobre el encuentro.
Fuente: Rebelion