Los Medios de Comunicación a mediados del siglo XX se fueron formando como el mejor instrumento para desplazar las guerras convencionales calientes de hombre a hombre y cuerpo a cuerpo, a lo que es realmente el verdadero campo de batalla, al combate ideológico y cultural donde en realidad siempre se han debido disputar.
En la actualidad el monopolio sobre el Orden Mundial de la Comunicación e Información está vinculado obligatoriamente de la producción y principalmente de la composición entre el orden político internacional y el orden económico internacional, esto implica que hay una fuerte interdependencia del Orden Mundial de la Comunicación e Información con otros, dado la capacidad que tienen para influir en los hechos y en las acciones que acontecen en la sociedad internacional. Es por esta circunstancia que toda descripción del Orden Mundial de la Comunicación e Información hace necesario mencionar el contexto internacional, tras la Segunda Guerra Mundial y el esfuerzo de establecer un nuevo Orden Mundial, con un modelo de globalización basado en un sistema capitalista que configura el régimen político internacional. En este período el objetivo fundamental de las potencias vencedoras de la guerra, principalmente de Estados Unidos, fue el de concentrar la lucha y competencia de los intereses de los múltiples actores internacionales (Estados, Organizaciones no gubernamentales, Empresas Transnacionales, y demás miembros de la sociedad internacional) en un escenario diplomático donde se pudiera negociar y llegar a un acuerdo político mediante el establecimiento de un conjunto de normas, principios y valores universales, que permitieran canalizar y dirimir las diferencias políticas interestatales por vía de la cooperación y no del conflicto directo (Halliday, 2002).
Es en este sentido, a lo largo de la historia el mal llamado modelo o sistema capitalista, reconquistó el monopolio de los sistemas de comunicaciones de masas para construir un Orden Mundial de la Comunicación y de la Información en un proceso desigual, injusto y desequilibrado de la libre circulación y acceso a la información y comunicación, donde el intercambio en la producción, almacenamiento, acopio, transmisión y difusión de los hechos, mensajes, datos, investigaciones y conocimientos se desarrollan de forma asimétrica, operadas en sentido vertical desde el Norte hacia el Sur. Proceso que se apoya en las ventajas de controlar el monopolio de los recursos y avances tecnológicos, y de las infraestructuras de comunicación, logrando imponer sus intereses transnacionales a través de la exportación y mercantilización de la información como un producto cultural. Todo esto con el objetivo de construir un conjunto de normas, valores y patrones universales que permitan crear una comunidad internacional que sea más obediente, a través de la alienación, homogeneización y uniformación de las conductas políticas, económicas, sociales, ideológicas y culturales de la Sociedad Global de la Información, ocasionando de esta manera lo que ya nos advertía en aquel entonces el Director General de la UNESCO Amandou-Mahtara M’Bow, donde explicaba que: “poner los medios de comunicación de masa al servicio de intereses limitados pudiera convertirse en un nuevo instrumento de poder.”
Es por esta razón que hoy el pueblo organizado y liderado por el comandante Presidente Hugo R. Chávez F. debemos salir a defender y manifestara nuestro rechazo y repudio en contra de la ofensiva de nuestra televisora Telesur, nuestra Radio del Sur y porque no en un futuro no muy lejanos nuestra prensa del Sur al igual como nuestros sitios de internet del Sur donde las mayorías tengamos el acceso, derecho y el deber de comunicarnos y podamos reconstruir un nuevo Orden Mundial de la Comunicación y de la Información, donde la comunicación se convierta parafraseando de nuevo a Amandou-Mahtara M’Bow en la base esencial de toda sociabilidad y evitemos que el imperialismo hegemónico imponga su propio Orden. Hasta la Victoria Siempre.