Los embargos de pisos se han duplicado en la CAV desde que estalló la crisis inmobiliaria hace casi tres años. Según el último informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los juzgados de la comunidad autónoma vascongada tramitaron 1.255 procedimientos de ejecución hipotecaria durante el pasado año, lo que representa un aumento del 114% respecto a 2007, cuando se contabilizaron 584.
No obstante, la recesión ha tenido un impacto todavía más acusado en el estado: la media estatal de expedientes se ha disparado un 259% en los dos últimos ejercicios, pasando de 25.943 en 2007 a 93.319 durante 2009.
En realidad, aunque el País Vasco ha experimentado una variación espectacular, es la segunda autonomía donde menos se han incrementado los embargos en términos relativos, sólo por detrás de Asturias, un dato que ilustra a las claras sobre el alcance de la crisis económica y sus efectos sobre el sector inmobiliario. En las regiones limítrofes con la CAv, donde muchos vascos compran segundas residencias, las ejecuciones hipotecarias se han incrementado en proporciones mucho mayores, incluso por encima de Cataluña, la Comunidad Valenciana o Madrid, aunque, lógicamente, con cifras absolutas mucho más bajas.
En Cantabria, por ejemplo, los procedimientos casi se han triplicado, ya que en 2007 se registraron 275 y el año pasado, 761. En La Rioja se han multiplicado por cuatro, al pasar de 154 a 687 en el mismo periodo. Y en la Comunidad Foral de Navarra el salto ha sido igual de significativo: de 178 a 738.
A corto plazo, el horizonte de los embargos no parece halagüeño en el territorio que todavía gobierna Madrid. Ciertamente, el ritmo de crecimiento se atenuó entre 2008 y 2009 si se compara con la evolución del 2007 al 2008 ‑los aumentos respectivos fueron del 126% y del 59%-. No obstante, el Poder Judicial estima que el balance estatal crecerá otro 30% este año, hasta sumar unos 121.000 procedimientos de ejecución hipotecaria.