Editoriala
Boltxe Kolektiboa
El fascismo está íntimamente ligado al montaje, a la provocación, al crimen organizado y a la calumnia. España, la España eterna vive el momento crítico en que ya no se le tiene al Ejército el miedo de la década de los 70 al 80. Por eso se habla abiertamente de cunetas, fusilados, violadas, torturados, desaparecidos. Se habla del dolor y de la complicidad de las bandas católicas con el genocidio franquista, de la prensa del Movimiento Nacional, raíz del amarillismo insoportable y repugnante que ahora padecemos.
No nos resignamos a esto. Ni Catalunya, rehén de las mafias judiciales que copan el Tribunal Constitucional, ni Euskal Herrria padeciendo este revival fascista en forma de Libertades Democráticas cercenadas. Ni cada vez más gente demócrata de verdad en cualquier punto del estado español. Son unos corruptos, los partidos del régimen están podridos y la situación económica es de bancarrota. Esto es lo que hay. España resuelve los problemas políticos con soluciones militares. Así fue expulsada de Cuba, Filipinas, o de Guinea Ecuatorial. Su principal seña de identidad es lo cutre y la crueldad.
Pero el tiempo pasa a favor de quienes luchan, de quienes se movilizan y no se resignan en Euskal Herria, en Catalunya, en Galiza o Canarias, de quienes se baten el cobre en Madrid, en Castílla, en Andalucía o en Extremadura. De las personas solidarias de cada lugar, ¡esas y esos, son los nuestros!. Quienes luchámos tenemos que analizar con finura el escándalo que un día sí y otro también, sacude a la trinchera franquista por naturaleza: la judicatura. El foco está puesto sobre los jueces, sobre sus excentricidades y sus miserias y ya, no nos engañan. Le llaman democracia y no lo es.
Así que tenemos que espabilar. Tenemos que crear estructuras horizontales y heterogéneas, tenemos que aprender a convivir. Esta es la tarea, no otra. Ni partidos – guía ni causas sociales sin perspectiva política responden a las necesidades tácticas y estratégicas del Pueblo Trabajador. Es la hora de acordar puntos de confluencia sin sectarismo alguno. La hora grande de la antigua Unión de Hermanas y Hermanos Proletarios, la hora de la democracia real para las personas y los pueblos. Sería recomendable que las visiones sectarias de la lucha de clases abandonásen sus estériles trincheras, se replegasen a sus míseros y miserables infra mundos.
La revolución es un arte, afirmó Engels, y es cierto. Deben cesar los espejismos pseudo políticos, la pugna historicista, los odios de quienes no estuvieron en otros momentos históricos, como deben cesar los enfrentamientos futbolísticos y político – musicales. ¿Se está volviendo loca la izquierda? ¿se está convirtiendo en una grotesca caricatura de su pasado?. La consigna es ¡Unidad!. Y los distintos credos subjetivos no justifican auténticos despropósitos, como los ataques desde alguna corriente ideológica que afirma ser marxista – revolucionaria a Cuba y Venezuela. No, no está justificado afirmar que el capitalismo se ha implantado en Cuba y defender los derechos democráticos de los agentes imperialistas en el interior de la isla. No está justificado, duelen los excesos y sobre todo, envenenan las convivencias políticas con aquella militancia entre las que hay que crear estructuras de unidad.
Duele igual mismo que otras corrientes hayan decidido que el problema de los problemas es el pequeño grupo de al lado o el grupo musical disidente, ¡y que decir de quienes diciendo ser parte de la misma corriente política y popular, pongámos por caso;la Izquierda Abertzale! … declaran objetivo preferencíal de sus acciones paranóicas a las hinchadas de otros equipos. Decididamente, la izquierda se está volviendo absolutamente loca. Barras Bravas del Athletic contra Barras Bravas de la Real y Osasuna o al revés, supporters del Barakaldo contra hooligans del Alavés, pros y contrarios de distintos grupos musicales en guerra estética entre sí.
Ha llegado la hora de aparcar estos despropósitos. La hora de poner fin a las agresiones entre rojos y libertarios. ¡Proletarios del Mundo, Uníos!, es el lema del que somos parte. Con cada subjetividad, con cada pequeño corazón sí, pero con la grandeza analítica que nos permita trabajar juntas y juntos. No pedimos la uniformidad, tan solo exijimos la unidad que merecemos, la reflexión generosa que permita ser tan firmes como el roble en los principios, como iguales al junco en el desarrollo táctico y estratégico.
¡Otro anti capitalismo es posible! y así lo demandamos desde los grupos sociales, sindicatos, AAV. Exijimos la unidad y pedimos que nuestros mayores demonios subjetivos se calmen. Que se calmen ya y aprendamos a convivir, comenzando esta tarea por quienes componemos Boltxe Kolektiboa.
Debemos tener claro que el incremento de la represión es consecuencia del desgaste de la monarquía que Franco impuso en el tiempo en que la llamada clase política, los banqueros, la iglesia y el Ejército, con los aparatos represivos se lo han llevado todo.
Estamos en el punto en que Bruselas exige un descenso desmedido del déficit público, un descenso de cerca de diez puntos en tres años, casi nada. No debemos equivocarnos, hay que rehacer el trabajo anti capitalista común entre todas las familias ideológicas sin excepción alguna. Libertarios, comunistas con los apellidos que cada cual prefiera para sí, antifascistas. Necestitámos de unos acuerdos de convivencia nítidos y claros que nos permitan marchar separados y golpear juntos.
De lo que la Historia nos cuenta acerca de los crímenes que cometieron los nuestros más propios y cercanos contra las trabajadoras y trabajadores que a su vez fueron más cercanos a otras compañeras y compañeros, solo nos queda lamentarlo y romper el círculo maléfico y cainíta al que a veces parecemos estar atados. ¡Hágase la unidad! para que el pueblo trabajador vea en nuestras propuestas la garantía de credibilidad y razón de ser desde la movilización de clase y unitaria.
Esperemos que estas reflexiones nos sirvan en primera instancia, a quienes componemos nuestro propio grupo y después, a quienes se vean reflejadas y reflejados en estas opiniones. Una izquierda real, reflexiva, combatiente, unitaria, es posible y necesaria frente a este terrible páramo político en el que actualmente estamos sumidas y sumidos.
En los tiempos en que los que crearon el GAL y los que fusilaron en nuestros pueblos se dan la mano en la creencia de que la ofensiva final del estado contra nuestros pueblos y contra los pueblos trabajadores de los estados español y francés puede darles resultados.
Independentzia eta Sozialismoa!
Boltxe Kolektiboa