Como no podía ser de otra manera, la presencia del Che en Bolivia dejó una huella remarcable en este país ubicado al centro de Sudamérica. Impactó en varias generaciones de bolivianos y de cierta forma sigue presente en los ámbitos políticos y culturales. Su imagen aparece en sitios públicos, medios de transporte, camisetas, gorras, en las pancartas de muchas organizaciones sociales y en los corazones y mentes de muchos bolivianos. El actual presidente Evo Morales lo mencionó en su discurso de posesión en el Congreso, asistió a los actos conmemorativos de los cuarenta años de su caída y ha colocado un inmenso retrato de él en el propio Palacio de Gobierno en la ciudad de La Paz.
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En una publicación impresa de circulación todavía muy restringida, el Ministerio de Culturas de Bolivia dio a conocer en octubre de 2009 una réplica del famoso diario de campaña del Che.
Sin embargo, esta edición no contiene la trascripción (del manuscrito a las letras de imprenta) tal como era el diseño original del proyecto, concebido hace más de dos años en el marco de la conmemoración del 40 aniversario de la caída del Che.
Por ello, la trascripción laboriosamente elaborada que debía acompañar a la publicación facsimilar impresa, está aquí al alcance de todos.
Se trata de una verdadera y única edición boliviana del Diario del Che que además de ser completa (incluye documentos no publicados en ediciones anteriores) posee un significativo valor agregado: ha sido rigurosamente cotejada con la imagen digital de los originales eliminando errores tipográficos y otras alteraciones; lleva una introducción sobre la azarosa historia del diario; incorpora dos centenares de pies de página aclaratorios complementados con 127 fichas biográficas de los personajes mencionados.
Por otra parte, esta edición incluye herramientas facilitadoras de hipertexto y un formato accesible para cualquier usuario. En síntesis, ha sido pensada para los lectores contemporáneos y puede ser bajada de la web sin costo alguno, como corresponde a la invariable posición ética del Che que dejó su obra a la humanidad entera, un legado cuya mercantilización es inadmisible.