Una vez más los pueblos del Ecuador han emprendido el camino del combate, como mecanismo para defender sus derechos, para presionar conquistas, para parar la prepotencia estatal y desenmascarar el discurso de izquierda y la práctica derechista que ha tomado el gobierno actual en el Ecuador.
Ese es el camino que tomaron los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador para rechazar y hasta ahora impedir la aprobación de una ley de aguas que violenta elementales derechos humanos, que garantiza la “concesión” forma camuflada del neoliberalismo para ir camino de las privatizaciones, no en vano para llegar a la instancia que esta esa Ley, el Pleno de la Asamblea. Alianza País partido de gobierno se ha juntado con la derecha más recalcitrante del país como Madera de Guerrero del fascista alcalde Guayaquil, PRIAN del multimillonario empresario Álvaro Noboa, los empresarios Social Cristianos.
A pesar de la llegada al gobierno de un sector que se autoproclamo de la revolución ciudadana (no olvidemos que el concepto de ciudadanía viene cargado de una connotación ideológica liberal del Estado burgués capitalista, que pretende anular las diferencias de clases sociales y principalmente la lucha de clases como motor de cambios y transformaciones estructurales), no ha cambiado sustancialmente la situación del campo ecuatoriano, lo que ha hecho es maquillar con asistencialismo y programas tecnocráticos que vienen de las agencias imperiales.
“Las reformas agrarias de 1964 y 1973 y la primera ley de aguas de 1972 no cambiaron las estructuras del modelo agrario. Se limitaron únicamente a eliminar las formas semifeudales y latifundistas de producción y explotación de la mano de obra. La concentración de tierras sigue siendo injusta y con el neoliberalismo empeoró. Actualmente las UPAs (Unidades productivas agrarias) más pequeñas, aquellas que tienen menos de 5Ha. y las que tienen hasta 10 Ha. juntas siembran el 11.9% de la superficie cultivable y representan el 83.6% de productores, mientras las UPAs de más de 100ha. cultivan el 42.5% de las tierras y sólo representan el 2.1%. De igual manera con la comercialización de alimentos; sólo dos empresas (SUPERMAXI y MI COMISARIATO) controlan el 36% del mercado nacional. Este modelo beneficia únicamente la agroindustria para la exportación, mientras que la pequeña y mediana producción cada vez ha ido perdiendo capacidad productiva, encareciendo los productos de primera necesidad y empobreciendo a la mayoría de los ecuatorianos.” (Gobierno de los pueblos y nacionalidades del Ecuador, Abril 2010).
No olvidemos que buena parte de esas grandes extensiones de tierra en manos de los terratenientes y burgueses son dedicadas al monocultivo, de productos para la exportación como las flores; además que esas tierras son sometidas a uso intensivo con desgaste consabido y la presencia de gran cantidad de químicos que agotan rápidamente e imposibilitan por largos períodos la posibilidad de utilizar esas áreas en otro de cultivos. Y, fundamentalmente explotan la mano de obra campesina e indígena con bajos salarios, sin protección ante el uso excesivo de agroquímicos, sin derecho a sindicalización, seguridad social.
El agua como elemento sustancial de la vida, como parte de la concepción de la vida de los pueblos originarios junto a la Pachamama, ha corrido igual suerte, y donde el gobierno actual no ha hecho nada por transformar esa realidad, por el contrario, con la propuesta de Ley de Aguas ha pretendido violentar el derecho ancestral de manejo de este recurso y la visión comunitaria, amén de buscar romper con las formas organizativas que los pueblos del Ecuador han implementado en torno al manejo del agua, como son las Juntas de agua, de regantes, que en más de una ocasión han demostrado su capacidad organizativa, movilizadora en defensa de los derechos de los y las ecuatorianas. “El acaparamiento del agua es otro de los principales problemas y causa de la actual conflictividad social en el campo y la ciudad. Bajo el neoliberalismo se destruyó la débil institucionalidad estatal que regulaba la tenencia y el aprovechamiento hídrico y se promovió la apropiación y privatización ilimitada. En los últimos 20 años, el 1% de grandes propietarios (hacendados, agroindustriales, camaroneros, floricultores, hidroeléctricos, bananeros) monopolizan el 67% del agua de riego, mientras que los pequeños productores (comunidades, asociaciones agrícolas, cooperativas, pequeños propietarios), que son el 86% de los productores, apenas controlan el 23% del agua. Si a esto sumamos las concesiones para las hidroeléctricas, minerías o para simple especulación del mercado del agua, en el país el 75% de los recursos hídricos están en manos privadas.” (Gobierno de los pueblos y nacionalidades del Ecuador, Abril 2010).
A esto se suma la situación política y económica del Ecuador que no ve sustanciales cambios a pesar de la pomposa y millonaria propaganda gubernamental para en articulado plan de marketing vendernos supuesta revolución cuando las medidas fundamentales han sido tomadas en beneficio de los grandes banqueros, de los grupos económicos emergentes que vienen posicionándose ante el desgaste y desprestigio de los grupos económicos tradicionales, hablamos del grupo Eljuri, de los Hidalgo que mantienen las millonarias concesiones del sistema vial de la Panamericana, de los Patiño, de los Wrigth, Paz, Vallejo.
El asalto que se ha producido a la seguridad social IESS es una muestra palpitante de ello, hoy se sacan más de 1500 millones de dólares en bonos del Estado y el comprador fundamental será el IESS, es decir el dinero de los y las trabajadoras, del seguro campesino; hoy se subasta en papeles que luego no tendrán valor y serán anulados. Si a esto sumamos los otros cerca de 1.500 millones que en el transcurso del año anterior y este han sido sacados de los fondos de la seguridad social y entregados buena parte a la banca privada para solventar la crisis financiera internacional del año anterior.
Asistencialismo y migajas para los pueblos del Ecuador, millones de dólares para los banqueros y empresarios.
Donde están cambios sustanciales que afecten a los intereses y propiedades de los terratenientes y burgueses, por ningún lado se las ve, campantes siguen los millonarios atracos a los dineros de los ecuatorianos y ecuatorianos, felices viven en el exterior quienes se llevaron y esquilmaron los dineros de los trabajadores, campesinos, maestros.
Y es que hay que estar claros y no marearse por el discurso y la verborrea gobiernista que eleva el puño y grita hasta la victoria, por que el Estado sigue en manos de la burguesía pro imperialista, de los grandes grupos económicos y eso no se alterado en un milímetro en el Ecuador. Que la revolución es de a poquito argumentan, que tomados de la mano de los burgueses y pacíficamente cambiarán el Ecuador es la lectura que inculcan en sus discursos y propaganda.
La historia es tozuda y corajuda para demostrar que las transformaciones profundas, los cambios de estructuras, las revoluciones son en primer lugar realizados y efectuados por los pueblos, que en una dialéctica de lucha, Organización y unidad han arrebatado violentamente el poder a los grupos en el enquistados.
Y la hoy victoriosa lucha de los pueblos y nacionalidades indígenas que supieron unirse en sus organizaciones CONAIE, FENOCIN, FEINE y juntar el apoyo de sectores de trabajadores, maestros estudiantes, comerciantes minoristas, desempleados, demuestran el camino a seguir si es que realmente se quiere alcanzar y construir una patria nueva.
Esta lucha demuestra que si es posible arrinconar y detener la prepotencia burguesa y sus alianzas por imponer leyes contra los pueblos. Esta lucha demuestra que si es posible alcanzar victorias, unidad y organización a pesar de la represión, el engaño y la traición
El Movimiento Guevarista Tierra y Libertad, presente ha estado en la lucha y en la unidad, generando conciencia y organización, desatando el pensamiento de Guevara que de la mano de Bolívar anuncia la construcción de la Patria Grande Latinoamericana y el socialismo.