Entrevista a Ken Loach… Irak: «Los medios quieren hacernos creer que Iraq es cosa del pasado» IRAK… ARGOS: MAYO 26 DE 2010… Público En toda fiesta que se precie siempre hay un invitado sorpresa. Este año, en Cannes, le ha tocado a Ken Loach (Warwickshire, 1936). Cuando se ya había anunciado la programación, se habían impreso los catálogos y organizado los horarios, Loach y su nuevo filme, Route Irish, se anunciaron como incorporaciones de última hora. Los rumores dicen que el festival reservó un hueco para otra película (de Terrence Malick) que no llegó a tiempo, y optó por incluir la visión del británico sobre la Guerra de Iraq.
Un segundo plato que no parece incomodar a un Loach que ha entregado su cinta más rabiosa, y quizás más resbaladiza. ¿Por qué otra película sobre Iraq? Fue un crimen, una guerra contra las leyes internacionales, rompimos la Convención de Ginebra, torturamos… Hay quien dice que murieron un millón de personas, y que hay cuatro millones de desplazados. Y la gente que la preparó y organizó, sigue libre, ganando millones, o trabajando como enviados para la paz en Oriente Medio, como Tony Blair.
Y como los medios de comunicación quieren hacernos creer que es algo del pasado, tenemos la obligación de perseguir a esos criminales de guerra. La película incluye imágenes reales, algunas muy duras. ¿Por qué decidió incluirlas? Los iraquíes que entrevistamos para la película nos decían: «Por favor, contad lo que ha pasado». Y tienen razón: hay que luchar contra el olvido. Así que usarlas fue casi una imposición ética. Ver a los soldados británicos pateando a un iraquí, o a los estadounidenses disparando como si fuera un videojuego… todo es real.
Y eso lo hemos pagado todos: es legítimo estar furioso con eso. Probablemente sea su película más violenta. Puede ser, pero no hay estilización de la violencia, no hay ralentizados, ni efectos de esos. Lo más violento está en el material documental. ¿Se ha basado enalguna historia real? En muchas, pero en ninguna en concreto. Hablamos con mucha gente, con muchos soldados. Conocimos historias terribles, como un joven que, tras volver de Iraq, se fue a Tailandia, volvió a Inglaterra, donde sólo podía emborracharse, y terminó por regresar a Iraq.
U otro soldado, que nos decía: «La armada nos enseña a matar, pero no nos enseña a vivir después». ¿No le parece contradictorio criticar una guerra y hacer que el personaje se tome la justicia por su mano para vengar a su amigo? El personaje es como Macbeth: trágico. Un hombre entrenado para matar que no sabe hacer otra cosa. No estoy diciendo que todo lo que haga el protagonista esté bien, pero no encuentra otra solución que el asesinato. La ficción, frente al documental, puede reflejar las contradicciones de los personajes, que encarnan las tensiones históricas