El pasado viernes día 21 de Mayo de 2010, se volvió a recordar tras un parón de varios años, el asedio de nueve meses, que sufrió la ciudad de Vitoria en el año 1199, por parte de los ejércitos castellanos. Aquel fue el comienzo de la primera amputación territorial importante que sufrió Navarra, el estado vasco o Euskal Herria, comenzando así la división ideológica que tanto desde la capital de la comunidad foral, como en la capital de Sabin Etxea al día de hoy, se mantiene.
Ese fue el momento donde los conceptos políticos actuales, entre vascos y navarros, tuvieron su origen.
Para muchos la memoria histórica es una herramienta más, que se utiliza para manipular a las masas, en cambio para otros, para los que recorrieron el pasado viernes, las calles navarras donde se produjo la resistencia, la memoria historia es una fuente de orgullo, y el arma que nos ha de devolver la dignidad y la libertad.
El pasado día 21 en Gasteiz, la resistencia Nabarra contra la actual conquista española, volvió a tener eco y desde las murallas de Nueva Victoria, se volvieron a lanzar andanadas de palabras de resistencia feroz, contra los multitudinarios ejércitos de presión televisiva que sufre este pueblo.
Aunque nos quieran seguir cegando, las miradas de los nabarros que el pasado viernes volvieron a defender el Estado de Nabarra, no tienen fisuras ni condicionantes ideológicos, fabricados por políticos colaboracionistas.
La raíz de la historia que construyo nuestro fatídico presente actual, ha de ser la solución al futuro que heredaran nuestro hijos.
Volver a Nabarra, es llegar de nuevo con la madre, al hogar de nuestra política, encontrar las respuestas a las carencias ideológicas que arrastramos y que conllevan una ocupación colonial, como la que llevamos padeciendo desde aquel maldito 21 de Mayo de 1199.
Los que recorrieron Gasteiz, colorearon además de aquella calida tarde, las mentes de los viandantes que curiosos, se preguntaban por el significado de tan gigante símbolo rojo. Las respuestas se escucharon entre la gente y hasta hubo un niño que con sorpresa manifiesta, adivinando con exclamativa algarada, que aquella era la bandera de Nabarra.
Muchos políticos con buenos sueldos que dicen representar al pueblo de los vascos, desconocen la historia y la bandera que les ha otorgado a ellos, esos falsos derechos históricos con los que jugar al poder del ocupante y conseguir después el despiste ideológico del pueblo al que dicen representar.
El pasado viernes en Vitoria Gasteiz, la historia fue sacada del olvido y las almas de aquellos valientes defensores de la independencia de los vascos, volvieron a recorrer la muralla por la que lucharon.
Nunca digimos NO a nuestras instituciones y territorios , por lo tanto el derecho a recuperar lo que es nuestro, no ha prescrito todavía a día de hoy año 2010
La historia se repite siglo tras siglo y los ciclos vuelven como luz y primavera y entre las piedras, el rojo, el amarillo y el verde de la única bandera que representa la independencia de lo vascos, volvieron los soberanistas nabarros a reivindicar su patria, su nación y su estado. 810 años después y 8000 si hiciesen falta.
ARABAKO KULTUR ELKARTEA
Ese fue el momento donde los conceptos políticos actuales, entre vascos y navarros, tuvieron su origen.
Para muchos la memoria histórica es una herramienta más, que se utiliza para manipular a las masas, en cambio para otros, para los que recorrieron el pasado viernes, las calles navarras donde se produjo la resistencia, la memoria historia es una fuente de orgullo, y el arma que nos ha de devolver la dignidad y la libertad.
El pasado día 21 en Gasteiz, la resistencia Nabarra contra la actual conquista española, volvió a tener eco y desde las murallas de Nueva Victoria, se volvieron a lanzar andanadas de palabras de resistencia feroz, contra los multitudinarios ejércitos de presión televisiva que sufre este pueblo.
Aunque nos quieran seguir cegando, las miradas de los nabarros que el pasado viernes volvieron a defender el Estado de Nabarra, no tienen fisuras ni condicionantes ideológicos, fabricados por políticos colaboracionistas.
La raíz de la historia que construyo nuestro fatídico presente actual, ha de ser la solución al futuro que heredaran nuestro hijos.
Volver a Nabarra, es llegar de nuevo con la madre, al hogar de nuestra política, encontrar las respuestas a las carencias ideológicas que arrastramos y que conllevan una ocupación colonial, como la que llevamos padeciendo desde aquel maldito 21 de Mayo de 1199.
Los que recorrieron Gasteiz, colorearon además de aquella calida tarde, las mentes de los viandantes que curiosos, se preguntaban por el significado de tan gigante símbolo rojo. Las respuestas se escucharon entre la gente y hasta hubo un niño que con sorpresa manifiesta, adivinando con exclamativa algarada, que aquella era la bandera de Nabarra.
Muchos políticos con buenos sueldos que dicen representar al pueblo de los vascos, desconocen la historia y la bandera que les ha otorgado a ellos, esos falsos derechos históricos con los que jugar al poder del ocupante y conseguir después el despiste ideológico del pueblo al que dicen representar.
El pasado viernes en Vitoria Gasteiz, la historia fue sacada del olvido y las almas de aquellos valientes defensores de la independencia de los vascos, volvieron a recorrer la muralla por la que lucharon.
Nunca digimos NO a nuestras instituciones y territorios , por lo tanto el derecho a recuperar lo que es nuestro, no ha prescrito todavía a día de hoy año 2010
La historia se repite siglo tras siglo y los ciclos vuelven como luz y primavera y entre las piedras, el rojo, el amarillo y el verde de la única bandera que representa la independencia de lo vascos, volvieron los soberanistas nabarros a reivindicar su patria, su nación y su estado. 810 años después y 8000 si hiciesen falta.
ARABAKO KULTUR ELKARTEA