Geo­po­lí­ti­ca del fút­bol – María Cris­ti­na Rosas

Al fút­bol se le con­si­de­ra el depor­te más popu­lar del mun­do. Se cal­cu­la que unas 200 millo­nes de per­so­nas lo prac­ti­can en todas las lati­tu­des. La Copa del Mun­do es, a excep­ción de los Jue­gos Olím­pi­cos, el suce­so depor­ti­vo más impor­tan­te del orbe, con la pecu­lia­ri­dad de que mien­tras en las Olim­pia­das exis­ten jus­tas en diver­sas dis­ci­pli­nas, el Mun­dial se abo­ca úni­ca­men­te a la pasión fut­bo­le­ra. Fran­cia 98 es segui­do aten­ta­men­te por dos mil 500 millo­nes de espec­ta­do­res (casi la mitad de la pobla­ción del pla­ne­ta) en los esta­dios y en la tele­vi­sión. En Bra­sil, por ejem­plo, los due­ños de fábri­cas y empre­sas han esta­do de acuer­do con per­mi­tir que sus tra­ba­ja­do­res sigan paso a paso el des­en­vol­vi­mien­to de su selec­ción nacio­nal y que, una vez ter­mi­na­dos los par­ti­dos corres­pon­dien­tes, los emplea­dos ya no regre­sen a labo­rar sino que se vayan a fes­te­jar (si los ver­de-ama­ri­llos ganan) o a depri­mir­se (si pier­den). En Méxi­co se cal­cu­la que la indus­tria del país deja­rá de per­ci­bir 14 mil millo­nes de pesos, debi­do a la vir­tual para­li­za­ción de las acti­vi­da­des labo­ra­les por los afi­cio­na­dos que pre­fe­ri­rán que­dar­se en casa a ver los par­ti­dos por tele­vi­sión o que acu­di­rán a bares y res­tau­ran­tes a pre­sen­ciar­lo.1

Sí, el fút­bol es entre­te­ni­mien­to, diver­sión y pasión, pero tam­bién es una acti­vi­dad muy lucra­ti­va tan­to para las fede­ra­cio­nes nacio­na­les como para la máxi­ma auto­ri­dad que las aglu­ti­na: la Fede­ra­ción Inter­na­cio­nal de fút­bol Aso­cia­ción (FIFA). Asi­mis­mo, el fut­bol tie­ne impli­ca­cio­nes polí­ti­cas, socia­les y cul­tu­ra­les muy amplias que serán revi­sa­das a continuación.

Fútbol, socie­dad y poder

Los ana­lis­tas coin­ci­den en defi­nir al fút­bol como un fenó­meno polí­ti­co y social que entre otras funciones:

  1. Ope­ra como un meca­nis­mo de iden­ti­dad nacional;
  2. Posi­bi­li­ta la mani­pu­la­ción de la socie­dad en aras de afian­zar el sta­tus quo, disua­dien­do el cam­bio social; y
  3. Ha fun­gi­do como ins­tru­men­to de cier­tas éli­tes con el fin de miti­gar el des­con­ten­to popular.

Res­pec­to a la iden­ti­dad nacio­nal, el hecho de que hayan más selec­cio­nes nacio­na­les en el seno de la FIFA que paí­ses en los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les corro­bo­ra que el fut­bol es la con­ti­nua­ción de la polí­ti­ca por otros medios. Bas­te recor­dar que en la Copa del Mun­do de Fran­cia 98 están repre­sen­ta­dos Ingla­te­rra y Esco­cia, y que entre los socios de la FIFA figu­ran tam­bién Pales­ti­na (recien­te­men­te admi­ti­do) y Gales. No está lejano el día en que los kur­dos inte­gren un equi­po de fút­bol y bus­quen su incor­po­ra­ción al orga­nis­mo de referencia.

Cla­ro que el nacio­na­lis­mo fut­bo­le­ro pue­de tener deri­va­cio­nes béli­cas, como se des­pren­de de la expe­rien­cia vivi­da por Hon­du­ras y El Sal­va­dor en 1969, cuan­do un par­ti­do de fút­bol fue la gota que derra­mó el vaso en las ten­sio­nes exis­ten­tes entre las dos nacio­nes, des­en­ca­de­nan­do un con­flic­to armado.

El fút­bol tam­bién es per­ci­bi­do como un ins­tru­men­to de iden­ti­dad que posi­bi­li­ta inte­grar sím­bo­los nacio­na­les a par­tir, por ejem­plo, del esti­lo de jue­go, el rit­mo y los movi­mien­tos, que en últi­ma ins­tan­cia reafir­man el carác­ter nacio­nal inclu­so en situa­cio­nes difí­ci­les. Ahí está el caso de Cos­ta Rica, país de tres millo­nes de habi­tan­tes que, sin embar­go, lle­gó a octa­vos de final en la Copa del Mun­do de Ita­lia 90, o bien Boli­via, con­si­de­ra­do como un nación fut­bo­lís­ti­ca­men­te débil y que a pesar de ello cali­fi­có para la Copa del Mun­do de EEUU 94. En el caso de poten­cias fut­bo­le­ras como Bra­sil o Argen­ti­na, tra­di­cio­nal­men­te se han exal­ta­do las vir­tu­des com­pa­ra­ti­vas, la dis­ci­pli­na y la capa­ci­dad de adap­ta­ción de esas naciones.

Res­pec­to al fút­bol como meca­nis­mo para man­te­ner el sta­tus quo hay algu­nos sim­bo­lis­mos que mere­cen ser aco­ta­dos. Se recuer­dan las accio­nes desa­rro­lla­das por el gobierno ita­liano en 1990 para con­te­ner el ingre­so de refu­gia­dos alba­ne­ses, quie­nes fue­ron con­fi­na­dos en el esta­dio de fút­bol de Bari. Esta acción evi­den­ció la dis­tin­ción que hacen los miem­bros de la Unión Euro­pea (a la cual per­te­ne­ce Ita­lia) entre “ellos” (los exclui­dos) y “noso­tros” (los socios comu­ni­ta­rios). A pesar de que para ese año la cor­ti­na de hie­rro ya era par­te de la his­to­ria, rápi­da­men­te esta fue rem­pla­za­da por la “for­ta­le­za euro­pea” que res­trin­ge el flu­jo de inmi­gran­tes musul­ma­nes, bus­ca­do­res de asi­lo, indo­cu­men­ta­dos, etcétera.

En El Sal­va­dor, el esta­dio nacio­nal de fút­bol fue usa­do duran­te la gue­rra civil e inclu­so antes, para efec­tuar ase­si­na­tos con­tra adver­sa­rios polí­ti­cos; estos acon­te­ci­mien­tos fue­ron trans­mi­ti­dos por tele­vi­sión a todo el país. Fue en un esta­dio de fút­bol don­de el can­tan­te Víc­tor Jara fue ase­si­na­do por ins­truc­cio­nes de Augus­to Pino­chet. El Esta­dio Nacio­nal y el Esta­dio de Chi­le fue­ron los luga­res don­de los pri­sio­ne­ros del régi­men pino­che­tis­ta eran tor­tu­ra­dos y masa­cra­dos.2 De mane­ra que así como los esta­dios pue­den ser esce­na­rios de diver­sión, tam­bién pue­den ope­rar como cam­pos de con­cen­tra­ción en deter­mi­na­das cir­cuns­tan­cias y afian­zar el sta­tus quo.

Final­men­te, por cuan­to hace al fút­bol como ins­tru­men­to para miti­gar el des­con­ten­to popu­lar, exis­ten múl­ti­ples ejem­plos. En la eta­pa más crí­ti­ca de la déca­da per­di­da, Méxi­co se com­pro­me­tió a orga­ni­zar la Copa del Mun­do de 1986, lue­go de que las auto­ri­da­des colom­bia­nas decli­na­ran hacer­lo. A pesar de la mag­ni­tud de la cri­sis eco­nó­mi­ca, de la vir­tual mora­to­ria en el pago de la deu­da exter­na y del devas­ta­dor terre­mo­to de sep­tiem­bre de 1985, la Copa del Mun­do se lle­vó a cabo y ope­ró como amor­ti­gua­dor social ante la caí­da bru­tal del nivel de vida de los mexicanos.

En la Argen­ti­na de Jor­ge Vide­la, en 1978, un dudo­so mar­ca­dor de 6 – 0 sobre Perú en semi­fi­na­les posi­bi­li­tó que por dife­ren­cia de goles la selec­ción albi­ce­les­te supe­ra­ra a la de Bra­sil y dispu­tara la final con Holan­da. En esa oca­sión, el triun­fo argen­tino fue una for­ma de legi­ti­ma­ción del régi­men mili­tar. Varias déca­das antes un fenó­meno simi­lar se había pro­du­ci­do en la Ita­lia de Mus­so­li­ni en 1934. El gene­ral Vac­ca­ro, pre­si­den­te de la Fede­ra­ción Ita­lia­na de fút­bol, reci­bió del Duce la siguien­te enco­mien­da: “¡Gene­ral: Ita­lia debe ganar el Mun­dial!” por­que Vac­ca­ro ya había acep­ta­do con ante­rio­ri­dad que “la fina­li­dad del tor­neo es demos­trar que el depor­te del fas­cis­mo tie­ne la cali­dad del ideal.” Y como Ita­lia ganó a Che­cos­lo­va­quia por 2 a 1, Mus­so­li­ni se legi­ti­mó ante los italianos.

Sin embar­go, ade­más de lo que afir­man los soció­lo­gos y psi­có­lo­gos que revi­san con­ti­nua­men­te el papel del fút­bol en la socie­dad, hay que reco­no­cer que estas jus­tas depor­ti­vas tam­bién han ope­ra­do como cata­li­za­dor de la vio­len­cia. Ahí está el caso de los hoo­li­gans: en vez de com­por­tar­se como espec­ta­do­res pasi­vos de los jue­gos, se con­vier­ten en pro­ta­go­nis­tas crean­do su pro­pio espec­tácu­lo, ejer­cien­do la vio­len­cia sobre la que, iró­ni­ca­men­te, el Esta­do (en el esti­lo más anti­we­be­riano) no tie­ne el mono­po­lio. De ahí que al fút­bol se le con­si­de­re un fenó­meno metastásico.

Por otro lado, el fut­bol con­si­de­ra­do como mani­pu­la­dor de las masas es a su vez mani­pu­la­do por intere­ses polí­ti­cos. Cuan­do Car­los Saúl Menem se con­vir­tió en Pre­si­den­te de Argen­ti­na, en 1989, apa­re­ció en el esta­dio nacio­nal de fút­bol ves­ti­do con el uni­for­me de la selec­ción nacio­nal de su país.

En Ecua­dor, la caí­da del Pre­si­den­te Buca­ram “el Loco” (como a él mis­mo le gus­ta­ba que lo lla­ma­ran) es per­ci­bi­da, entre otras razo­nes, como resul­ta­do del fra­ca­so de la selec­ción nacio­nal para cali­fi­car en la Copa del Mun­do de Fran­cia. En 1996, Nel­son Man­de­la asis­tió al esta­dio nacio­nal para cele­brar la vic­to­ria de la Sudá­fri­ca mul­ti­rra­cial fren­te a Túnez en la final de la Copa Afri­ca­na de Nacio­nes. En ese mis­mo año, el con­tro­ver­ti­do Jean Marie Le-Pen, líder del Par­ti­do fren­te Nacio­nal (FN) de dere­cha de Fran­cia, cri­ti­có, duran­te la cele­bra­ción de la Euro­co­pa de Nacio­nes en Ingla­te­rra, que muchos de los inte­gran­tes de la selec­ción fran­ce­sa de fút­bol no cono­cie­ran el himno nacio­nal debió a que eran “extran­je­ros” inca­pa­ces de can­tar “La Mar­sei­llai­se” con el mis­mo vigor y la pasión con que lo harían los “ver­da­de­ros franceses.”

Asi­mis­mo, el ascen­so del empre­sa­rio Sil­vio Ber­lus­co­ni como Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca Ita­lia­na habría sido impo­si­ble sin sus víncu­los y pro­pie­dad de las redes nacio­na­les de infor­ma­ción y del club Milán. En 1996 cuan­do el equi­po de fut­bol de Nige­ria obtu­vo la meda­lla de oro en las Olim­pia­das de Atlan­ta, el régi­men mili­tar de esa nación decre­tó una fies­ta nacional.

Por últi­mo, el Pri­mer Minis­tro de Jamai­ca, P. J. Pat­ter­son, tam­bién aus­pi­ció una fies­ta nacio­nal cuan­do los reg­gae boys cali­fi­ca­ron para la Copa del Mun­do de Fran­cia. Es natu­ral que las figu­ras polí­ti­cas apro­ve­chen el impac­to del depor­te más popu­lar para “lle­var agua a su molino.”3

La FIFA y sus secuaces

En la jefa­tu­ra de la FIFA habían pre­do­mi­na­do figu­ras euro­peas has­ta 1974, cuan­do asu­mió la diri­gen­cia de esa orga­ni­za­ción el dic­ta­dor bra­si­le­ño Joao Have­lan­ge. El pri­mer pre­si­den­te de la FIFA fue el fran­cés Robert Gué­rin (quien estu­vo a car­go de la ins­ti­tu­ción de 1904 a 1906), segui­do del inglés Daniel Bur­ley Wool­fall (1906−1918). Jules Rimet, tam­bién fran­cés, pre­si­dió a la orga­ni­za­ción de 1921 a 1954 (y en ese últi­mo año fue desig­na­do pre­si­den­te hono­ra­rio de la FIFA). De 1954 a 1955 el bel­ga Rodolphe William Seel­dra­yers pre­si­dió a la orga­ni­za­ción para ceder el lugar a Arthur Dewry de Ingla­te­rra de 1955 a 1961. Otro inglés, Sir Stan­ley Rous estu­vo a car­go de 1961 a 1974 (y en ese últi­mo año fue desig­na­do pre­si­den­te honorario).

Así, Have­lan­ge y al aho­ra occi­so Gui­ller­mo Cañe­do, vinie­ron a rom­per con la hege­mo­nía euro­pea sobre la lucra­ti­va FIFA. Sin embar­go, el dece­so de Cañe­do dejó un vacío que rápi­da­men­te fue ocu­pa­do por los euro­peos, y aho­ra que Have­lan­ge ha anun­cia­do su reti­ro el sui­zo Joseph Blat­ter ha vuel­to a esta­ble­cer el pre­do­mi­nio del vie­jo con­ti­nen­te en el pro­ce­so de toma de deci­sio­nes de la institución.

El nue­vo pre­si­den­te de la FIFA, sin embar­go, es el hom­bre de con­fian­za de Have­lan­ge y esa som­bra le pesa­rá en el car­go. Al bra­si­le­ño muchos lo con­si­de­ran la figu­ra que logró la glo­ba­li­za­ción del fut­bol (ya que, inclu­so, en 1994, la Copa del Mun­do se lle­vó a cabo en un país don­de este depor­te es deli­be­ra­da­men­te impo­pu­lar,4 pero don­de las gran­des trans­na­cio­na­les deja­ron sen­tir sus influen­cias con el fin de capi­ta­li­zar la jus­ta a favor de sus intere­ses, situa­ción pare­ci­da a lo ocu­rri­do con los Jue­gos Olím­pi­cos del cen­te­na­rio cele­bra­dos en Atlan­ta, sede de Coca-ColaDel­ta Air­li­nes, cuan­do lo lógi­co habría sido efec­tuar­los en Gre­cia, don­de se ini­cia­ron las jus­tas olím­pi­cas de la era moder­na en 1896).

Una de las gran­des crí­ti­cas de que ha sido obje­to Have­lan­ge es que apo­yó mucho al fut­bol como espec­tácu­lo y como fuen­te gene­ra­do­ra de ingre­sos millo­na­rios para cier­tos con­sor­cios trans­na­cio­na­les. En cam­bio, sos­la­yó el fac­tor humano y la situa­ción de ser­vi­lis­mo a la cual son some­ti­dos los juga­do­res por par­te de los clu­bes que los con­tra­tan y los trans­fie­ren. De ahí que Blat­ter, en su pri­me­ra apa­ri­ción como pre­si­den­te de la FIFA, se com­pro­me­tie­ra a revi­sar la situa­ción ema­na­da del tras­pa­so de juga­do­res. Pero para ello debe­rá des­pren­der­se de la línea mar­ca­da por Joao Have­lan­ge, tarea nada fácil.

Al igual que los Jue­gos Olím­pi­cos, la Copa del Mun­do es un acon­te­ci­mien­to cla­ra­men­te occi­den­tal con gran pre­pon­de­ran­cia euro­pea, lo cual es más visi­ble en el caso de la FIFA. Esta nació en 1904 y sus crea­do­res fue­ron paí­ses exclu­si­va­men­te euro­peos (Bél­gi­ca, Dina­mar­ca, Fran­cia, Paí­ses Bajos, Espa­ña, Sue­cia y Sui­za) que asis­tie­ron a la reu­nión fun­da­cio­nal en París. Al paso del tiem­po, nue­vos equi­pos se fue­ron adhi­rien­do a la ins­ti­tu­ción has­ta lle­gar en la actua­li­dad a 199 selec­cio­nes nacio­na­les,5 que supe­ran la mem­bre­sía de la ONU, inte­gra­da por 186 estados.

Sin embar­go, en la actua­li­dad la pre­emi­nen­cia euro­pea sigue sien­do muy mar­ca­da. De todas las con­fe­de­ra­cio­nes que aglu­ti­na la FIFA, la Unión de Aso­cia­cio­nes Euro­peas de fút­bol (UEFA) es de las que más miem­bros tie­ne al lado de la Con­fe­de­ra­ción Afri­ca­na de fút­bol (CAF), con 51 selec­cio­nes la pri­me­ra y 52 la segun­da, por enci­ma de la Con­fe­de­ra­ción de fút­bol de Ocea­nía (OFC, diez selec­cio­nes), de la Con­fe­de­ra­ción Sud­ame­ri­ca­na de fút­bol (CONMEBOL, diez selec­cio­nes), de la Con­fe­de­ra­ción de Aso­cia­cio­nes de fút­bol de Amé­ri­ca del Nor­te, Cen­tral y el Cari­be (CONCACAF, 33 selec­cio­nes) y de la Con­fe­de­ra­ción Asiá­ti­ca de fút­bol (AFC, 43 selec­cio­nes). De 16 Copas del Mun­do cele­bra­das has­ta hoy, nue­ve se han efec­tua­do en paí­ses de Euro­pa Occi­den­tal (con Ita­lia y Fran­cia que orga­ni­za­ron dos jus­tas cada uno en dis­tin­tas épo­cas), una en EU, y seis en paí­ses en desa­rro­llo (sien­do Méxi­co el úni­co, entre el Ter­cer Mun­do, que la ha orga­ni­za­do dos veces –en 1970 y 1986- en par­te gra­cias a la influen­cia de Gui­ller­mo Cañe­do en la FIFA). Todas las Copas del Mun­do han sido lle­va­das a cabo en los con­ti­nen­tes euro­peo y ame­ri­cano y toda­vía pare­ce lejano el día en que Áfri­ca u Ocea­nía orga­ni­cen una jus­ta depor­ti­va de esas dimensiones.

La pri­me­ra Copa del Mun­do se lle­vó a cabo en Uru­guay con 13 par­ti­ci­pan­tes en 1930 y la pri­me­ra Copa que se trans­mi­tió por tele­vi­sión fue la cele­bra­da en Sue­cia, en 1958 (la sex­ta), esta­ble­cién­do­se la estra­té­gi­ca rela­ción entre la FIFA y las tele­vi­so­ras con los corres­pon­dien­tes dere­chos de trans­mi­sión. Aho­ra en Fran­cia 98 par­ti­ci­pan 32 selec­cio­nes sin que nin­gún país de Ocea­nía hay logra­do su pase a esta jornada.

¿Por el bien del juego?

En el emble­ma ofi­cial de la FIFA pue­de leer­se el emble­ma “Por el bien del jue­go.” Empe­ro, el jue­go en sí no pare­ce ser el prin­ci­pal estí­mu­lo de las auto­ri­da­des de la ins­ti­tu­ción para orga­ni­zar una Copa del Mun­do. Estas per­so­nas insis­ten en el hecho de que las finan­zas de la FIFA son sanas y que las Copas del Mun­do “gene­ran ingre­sos sus­tan­cia­les (…) a tra­vés de la ven­ta de bole­tos, los dere­chos de trans­mi­sión, los patro­ci­na­do­res y la mer­can­cía alu­si­va.” Tam­bién seña­lan que “los bene­fi­cios flu­yen a los equi­pos fina­lis­tas, mien­tras que la FIFA retie­ne úni­ca­men­te los fon­dos que nece­si­ta para finan­ciar sus cos­tos admi­nis­tra­ti­vos y las acti­vi­da­des cen­tra­les para el siguien­te perío­do de cua­tro años.”6 Esto lle­va­ría a pen­sar que efec­ti­va­men­te la FIFA está más preo­cu­pa­da por las com­pe­ten­cias fut­bo­le­ras que por el lucro. A pesar de ello, recien­te­men­te se dio a cono­cer que tan sólo por la ven­ta a las tele­vi­so­ras del mun­do, de los dere­chos de trans­mi­sión de los par­ti­dos, la FIFA reci­bi­ría, en prin­ci­pio, la baga­te­la de de 400 millo­nes de dóla­res. ¿Cuán­to requie­re la ins­ti­tu­ción para “finan­ciar sus gas­tos admi­nis­tra­ti­vos”? Esa infor­ma­ción segu­ra­men­te sólo la posee un selec­to gru­po de auto­ri­da­des de la organización.

Una for­ma de eva­luar la mane­ra como ope­ra la FIFA es a tra­vés de la revi­sión de las selec­cio­nes nacio­na­les que se ubi­can (según el ran­king de la pro­pia FIFA y la trans­na­cio­nal Coca-Cola –ojo-) entre las 20 mejo­res del mun­do. En el cua­dro ane­xo pue­de obser­var­se la lis­ta que enca­be­zan Bra­sil, Ale­ma­nia, repú­bli­ca Che­ca, Méxi­co e Inglaterra.

La selec­ción argen­ti­na (bicam­peo­na del mun­do) es rele­ga­da al sex­to lugar; Ita­lia, tri­cam­peo­na, se loca­li­za en el lugar 14. Méxi­co, que jamás ha gana­do nin­gu­na Copa del Mun­do (y lamen­ta­ble­men­te es impro­ba­ble que lo logre en Fran­cia 98) y ha mos­tra­do un medio­cre desem­pe­ño en las eli­mi­na­to­rias pre­vias para la Copa del Mun­do 98, está en cuar­to lugar. Muchos han cali­fi­ca­do a Méxi­co como “el gigan­te de la CONCACAF”, aun­que no hay que olvi­dar que en el rei­no de los cie­gos el tuer­to es rey. La pre­gun­ta obli­ga enton­ces es: ¿qué ocu­rre? ¿Qué cri­te­rios son pon­de­ra­dos para ubi­car a Méxi­co en esa posi­ción? Y ¿por qué selec­cio­nes nacio­na­les con más méri­tos no se ubi­can en las posi­cio­nes que les corresponderían?

La res­pues­ta, natu­ral­men­te, no repo­sa en la “capa­ci­dad fut­bo­lís­ti­ca” de Méxi­co (si es que algo de eso exis­te en la selec­ción nacio­nal), sino en su influen­cia para gene­rar ingre­sos a los intere­ses trans­na­cio­na­les patro­ci­na­do­res del equi­po mexi­cano. Pién­se­se, por ejem­plo, en Coca-Cola, que tie­ne en Méxi­co a su segun­do mer­ca­do con­su­mi­dor, sólo supe­ra­do por EU. O ana­lí­ce­se el caso de Bra­sil. Sin negar que se tra­ta de un equi­po gana­dor de cua­tro títu­los mun­dia­les, el hecho de que Joao Have­lan­ge sea bra­si­le­ño se con­si­de­ra que ha influi­do para que la selec­ción nacio­nal cario­ca ocu­pe el pri­mer lugar de la cla­si­fi­ca­ción mun­dial, con todo y que no ha teni­do el desem­pe­ño que todos espe­ra­ban, al menos en los jue­gos de preparación.

Así las cosas, el fút­bol apa­re­ce hoy como nun­ca liga­do a los intere­ses de las gran­des empre­sas trans­na­cio­na­les, jus­to en momen­tos en que se habla de la cri­sis del Esta­do-nación y posi­ble­men­te se bus­ca a tra­vés de selec­cio­nes “nacio­na­les” (en la prác­ti­ca finan­cia­das por trans­na­cio­na­les), esta­ble­cer nue­vos meca­nis­mos de iden­ti­dad nacio­nal en con­cor­dan­cia con la glo­ba­li­za­ción y la inter­de­pen­den­cia cre­cien­tes. Una aler­ta en este sen­ti­do es la des­apa­ri­ción de los fut­bo­lis­tas ama­teurs en las jus­tas olím­pi­cas. En ade­lan­te, todo pare­ce­ría indi­car que las trans­na­cio­na­les deci­di­rán, los Esta­dos calla­rán y la FIFA será el bró­ker entre unos y otros.

Las mejo­res selec­cio­nes de fút­bol del mundo

según la cla­si­fi­ca­ción de FIFA/​Coca-Cola

Lugar

Equi­po

Pun­tos mayo 98

Lugar abril 98

Cam­bio des­de abril 98

Lugar diciem­bre 97

Cam­bio des­de diciem­bre 97

1 Bra­sil

71. 75

1

0

1

0

2 Ale­ma­nia

64. 84

2

0

2

0

3 Repú­bli­ca Checa

64. 81

3

0

3

0

4 Méxi­co

61. 39

4

0

5

1

5 Ingla­te­rra

60. 06

5

0

4

-1

6 Argen­ti­na

60. 04

7

1

17

11

7 Norue­ga

59. 65

12

5

13

6

8 Yugos­la­via

59. 36

8

0

20

12

9 Chi­le

58. 98

6

-3

16

7

10 Colom­bia

58. 16

13

3

10

0

11 Esta­dos Unidos

58. 08

15

4

26

15

12 Japón

57. 74

11

-1

14

2

13 Marrue­cos

57. 15

10

-3

15

2

14 Ita­lia

56. 71

16

2

9

-5

15 Espa­ña

56. 37

9

-6

11

-4

16 Rusia

56. 23

17

1

12

-4

17 Fran­cia

56. 08

25

8

6

-11

18 Egip­to

56. 08

18

1

32

15

19 Croa­cia

55. 55

23

4

19

0

20 Repú­bli­ca

de Corea

55. 40

24

4

27

7

- María Cris­ti­na Rosas es profe­so­ra e inves­ti­ga­do­ra en la Facul­tad de Cien­cias Polí­ti­cas y Socia­les de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de México

http://​www​.etce​te​ra​.com​.mx/​a​r​t​i​c​u​l​o​.​p​h​p​?​a​r​t​i​c​u​l​o​=​3​947

Notas:
1 La Aso­cia­ción Mexi­ca­na de Estu­dios para la Defen­sa del Con­su­mi­dor (AMEDEC) esti­ma que en Méxi­co se gas­ta­rán alre­de­dor de 18 mil millo­nes de pesos en bebi­das alcohó­li­cas, refres­cos y fri­tan­gas por par­te de los faná­ti­cos fut­bo­le­ros mexi­ca­nos. Véa­se “Per­de­rá la indus­tria del país 14 mil millo­nes de pesos por el ausen­tis­mo que cau­sa­rá el Mun­dial”, en uno­má­suno, 9 de junio, 1998, p. 44.

2 Para un recuen­to sobre el ase­si­na­to de Víc­tor Jara en el Esta­dio de Chi­le, véa­se http://spin.com.mx/~hvelarde/Chile/Victor/
3 Véa­se T. Bar-On, “The Ambi­gui­ties of Foot­ball, Poli­tics, Cul­tu­re, and Socio­lo­gi­cal Trans­for­ma­tion in Latin Ame­ri­ca”, en Socio­lo­gi­cal Research Onli­ne,vol. 2, núm. 4, dis­po­ni­ble en http://​www​.socre​son​li​ne​.org​.uk/​s​o​c​r​e​s​o​n​l​i​n​e​/​2​/​4​/​2​.​h​tml

4 Todo pare­ce indi­car que en reali­dad la éli­te de los wasp (whi­te, anglo-saxon, pro­tes­tant) en EU ha pro­mo­vi­do deli­be­ra­da­men­te la hos­ti­li­dad hacia el balom­pié debi­do a que que­ría for­jar una iden­ti­dad dis­tin­ti­va a tra­vés del depor­te. Bus­có un jue­go que fue­ra dife­ren­te de la influen­cia cul­tu­ral bri­tá­ni­ca o euro­pea y que en su lugar defi­nie­ra y expre­sa­ra el Ame­ri­can way. De esta for­ma, el fut­bol ame­ri­cano sur­gió como el refle­jo de la agre­si­vi­dad emer­gen­te, del ambien­te capi­ta­lis­ta dar­wi­niano. El beis­bol y el balon­ces­to tam­bién flo­re­cie­ron, mien­tras que el soc­cer man­tu­vo una pre­sen­cia­se­cun­da­ria. Iró­ni­ca­men­te entre los años 20 y 40 del pre­sen­te siglo, la cos­ta este de EU man­tu­vo una liga de soc­cer alre­de­dor de los cen­tros indus­tria­les. Por tan­to, este país par­ti­ci­pó en las pri­me­ras dos Copas del Mun­do (en 1930 y 1934) y fue semi­fi­na­lis­ta. En la Copa del Mun­do de 1950, EU obtu­vo una impre­sio­nan­te vic­to­ria sobre Ingla­te­rra de 1 – 0. Entre 1968 y 1984, EU y Cana­dá die­ron la bien­ve­ni­da a la Liga Nor­te­ame­ri­ca­na de Soc­cer que alber­gó a estre­llas como Pelé, Nees­kens, Euse­bio y Bec­ken­bauer. Tras 42 años de ausen­cia, EU par­ti­ci­pó en las Copas del Mun­do de 1990 y 1994. En 1991, el equi­po feme­nino de fut­bol de esta nación obtu­vo la meda­lla de oro en la pri­me­ra Copa del Mun­do feme­ni­na, y en 1996 ese equi­po obtu­vo la meda­lla de oro en las Olim­pia­das de Atlanta.

5 De hecho, la selec­ción núme­ro 198 es la de Pales­ti­na, que tras un perío­do como obser­va­dor aho­ra per­te­ne­ce ple­na­men­te a la orga­ni­za­ción. El miem­bro 199, recién adhe­ri­do es Etio­pía y el 200 será Tur­cos y Caicos.

6 Véa­se tam­bién http://​www​.fifa​.com/​f​i​f​a​/​h​a​n​d​b​o​o​k​/​f​g​g​/​f​g​g​.​7​.​h​tml

Fuen­te: Alai

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *