Una comisión ministerial israelí, ha aprobado un proyecto de ley que endurecerá las condiciones de vida de los presos de guerra palestinos, una de las cuales será prohibir las visitas de sus familiares. En las cárceles sionistas hay unos 7000 presos palestinos de los cuales, cerca de 300 son menores de 18 años. Estamos ante un gesto represivo, propio de un Estado fascista.
Israel quiere presionar a los palestinos para lograr la liberación del militar israelí Gilad Shalit, hecho prisionero por HAMAS en 2006, el cual, según Tel Aviv, padece una cautividad «inhumana”, término con el que pretenden justificar las medidas carcelarias que van a adoptar. Hipócritas… Hablan de inhumanidad los mismos que aplican un trato sanguinario a mujeres, ancianos y niños palestinos.
Por otro lado, los medios occidentales informan que Cuba va a trasladar a los presos mercenarios cubanos, que tratan de subvertir el orden social de la isla (para lo cual cuentan con la ayuda de terroristas internacionales como Santiago Álvarez Fernández-Magriñat), desde las cárceles donde se encuentran, a otras más cercanas a sus lugares de origen. Estamos, pues, ante un gesto humanitario.
Dos países, dos sistemas, dos gestos antagónicos. ¿Dónde está la democracia generosa y dónde la dictadura implacable?
http://jmalvarezblog.blogspot.com/