El lenguaje es cavernario y falaz. «Cuba ‑dicen- está soportando una feroz y dolorosa dictadura que mantiene al país en la miseria». El maniqueísmo panfletario se hace ostensible: «La elección está, sencillamente, entre democracia o totalitarismo». El fariseísmo salta a la vista: «¡No los dejemos solos!».
Con tales gastados y menguados bemoles se presentó hace pocos días una llamada Plataforma de Españoles por la Democratización de Cuba. En una de las respuestas que desde este lado del mundo se dio a ese pronunciamiento se habló de cómo este responde a «una para nada casual concertación entre determinados medios de comunicación y distintas iniciativas neocoloniales e injerencistas». (…)
Tiene razón el escritor chileno Arturo Alejandro Muñoz cuando recuerda, en el caso de Vargas Llosa, cómo «toda persona reconvertida a una nueva fe, resulta ser definitivamente más dura e intransigente en la defensa de su nuevo estado que los propios mentores que le llevaron a él». (…) Resulta totalmente incongruente que alguien capaz de haber escrito novelas como La ciudad y los perros y La guerra del fin del mundo defienda a capa y espada una frase acuñada por un economista norteamericano de filiación fascista: «El subdesarrollo es una enfermedad mental».
Idéntico y triste sayo viste Jorge Semprún, novelista español que escribe en francés y que lleva sobre sí el peso de ser un ex. Ex luchador de la resistencia antifascista francesa, ex prisionero del campo de concentración de Buchenwald, ex dirigente del Partido Comunista Español, ex ministro de Cultura, desde hace décadas sufre de regresión histórica y amnesia ideológica. (…)
Desde aquí sabemos que esas voces no representan a España. Los jóvenes escritores y artistas cubanos reconocieron «el esencial aporte de la cultura de los pueblos de España» y asumieron «la ética de la España republicana y antifascista». (…)
Estos promotores de una «plataforma» condenada al hundimiento no harán variar ni un ápice la defensa de nuestros principios ni la irreductible voluntad de la sociedad cubana de perfeccionar nuestro socialismo.