Eneko Goya fue asesor del Diputado Foral de Hacienda, Antton Market, durante la legislatura 1999⁄2003, cuando el Director General de Hacienda era Victor Bravo, y su hermano el jefe de la Agencia Ejecutiva de Irun. El también estaba en esa Administración corrupta, que ahora parece todo el mundo reconocer que funcionaba mal. ¿O es que se le ha olvidado? Desconocemos en qué se concretó entonces la labor de asesor del actual Diputado Foral de Infraestructuras Viarias, desde luego que no en transparencia fiscal ni en lucha contra el fraude.
Las responsabilidades políticas son evidentes, y no vale escurrir el bulto. Nos parece intolerable y un descrédito para la Institución Foral, que personas, como es el caso de Eneko Goya, que ocuparon cargos de confianza en Hacienda en los años negros del fraude, de los que la Hacienda de Irún y el caso Glass son sólo un ejemplo, sigan manteniendo hoy en día, responsabilidades al máximo nivel en el Gobierno Foral.
No esperamos gran cosa de las conclusiones de la Comisión de Investigación creada en Juntas Generales sobre la empresa Glass, ya que considerar esta investigación, al igual que se hizo anteriormente con el caso de la oficina de Irun, separada del conjunto del fraude cometido en la Hacienda de Gipuzkoa nos reafirma en nuestra preocupación por el nulo interés en abordar de manera integral el fraude cometido. Es necesaria una investigación integral para esclarecer lo sucedido y resarcir a la Hacienda Pública del daño ocasionado. Trocear las responsabilidades y la investigación es un camino equivocado para descubrir el alcance y la complejidad de la trama.
Difícilmente se puede esperar nada de la Comisión de Investigación de unas Juntas Generales constituidas desde el apartheid político por el que 72.000 guipuzcoanos y guipuzcoanas siguen sin representación. Es precisamente esta exclusión de la izquierda abertzale la que favorece que prácticas corruptas tan graves como las investigadas concluyan sin la exigencia de responsabilidades políticas y personales y sin consecuencias. No vale con reconocer que se hizo mal y a otra cosa. Aparte de la desconfianza y descrédito que genera entre la ciudadanía de Gipuzkoa, las responsabilidades políticas sin consecuencias sólo sirven para impedir un plan efectivo y eficaz de control del fraude, tanto en el ámbito fiscal como en el ámbito del lucro personal y/o partidario de la gestión de las instituciones públicas.
Como representantes de una parte importante de la sociedad guipuzcoana, apoyamos la solicitud de LAB a los Grupos Junteros por la que se exige entre otras medidas, la apertura de expediente sancionador por incumplimiento del principio de compatibilidad a los imputados en los expedientes abiertos en el ámbito penal, el cese de personas, como Eneko Goya, que por razones de responsabilidad funcional o asesora en la Diputación Foral en el tiempo que se produjo el fraude, hoy siguen ocupando cargos de responsabilidad, y la inspección de toda la actividad del entonces Director de Hacienda Victor Bravo.
Gipuzkoako Ezker Abertzalea