Versión Completa Luces y sombras de la agricultura cubana
Una introducción necesaria
La Habana,10/05/21.-Publiqué la serie de artículos Luces y sombras de la agricultura cubana en el website contrarrevolucionario CubaNet por diciembre del 2001 y principios del 2002.Por aquellos días era ya un reconocido periodista “independendiente”,léase contrarrevolucionario, bajo el cual se ocultaba el agente Miguel de la Seguridad del Estado de Cuba.
La decisión de escribirla y publicarla no fue orden de mi Jefatura– para entonces hacía años que no se molestaba en supervisar mis escritos – ,sino una motivada por mi deseo de explorar los procesos entonces habientes en el agro de Cuba y ofrecer conclusiones y proposiciones para mejorar la agricultura nacional.
Para mí representaba, además, un ejercicio donde ya con lograda experiencia, debía solucionar el dilema ético-periodístico mayor que se me presentó a lo largo de mi misión como agente encubierto de la Seguridad cubana, oculto bajo la fachada de uno de esos periodistas “independientes”: hacer periodismo revolucionario, pero disfrazado de contrarrevolucionario. Defender a Cuba, pero haciendo ver como que la atacaba.
Vista en la distancia, a la altura de este 2010, considero que logré plenamente mis objetivos: describí con veracidad el estado de la agricultura en aquel momento, llamé la atención sobre los procesos y tendencias habientes en ésta, propuse soluciones que después se tornaron o no en medidas de Gobierno, y entre las cuales destaca la reforma profunda que tuvo lugar en la agroindustria azucarera, unos cinco meses después de publicada la serie,y ‚finalmente, solucioné como me propuse el dilema ético-periodístico mencionado, sobre la base de seguir el principio que aún observo y promuevo como periodista revolucionario cubano: atenerme estrictamente a la verdad, pero en respeto al lenguaje del medio en el cual publico.
El recién concluído X Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP) y su pronunciamiento general en el sentido de emprender una reforma radical de la agricultura criolla, particularmente respecto a la eliminación de las trabas burocráticas que entorpecen el desenvolvimiento agrícola cubano, me hizo releer Luces y sombras… Para mi sorpresa, y más allá del envejecimiento de las cifras empleadas, descubrí que un conjunto de tendencias entonces señaladas mantienen actualidad.
Por ello, me pareció válido ofrecerla nuevamente a los lectores, ahora más como ensayo que como serie de artículos, al tiempo que me acabo de plantear un reto: reescribirla actualizada, en momento que me atrevo a decir ha sido uno de los mejores ejercicios periodísticos de mi vida. Si la defensa de Cuba me obligó al disfraz contrarrevolucionario, sabrá el lector avisado despojarme de él en cada línea, así como hacer sus propias conclusiones. Por lo tanto, sin más, Luces y sombras de la agricultura cubana.