Boltxe Kolektiboa
Editoriala
El grito ha llegado nítido, desesperado, desde toda Grecia. Procede de gentes similares a nosotras y a nosotros, trabajadores, estudiantes, funcionarios o jubilados, procede de trabajadores en desempleo. Y el principio del Internacionalismo nos obliga a responder. ¿De qué sirve tanta retórica, tanto ismo sectario si cuando toca responder, fallamos? ¿de qué sirve?. Hay que realizar una apelación a quienes tienen las posibilidades de movilizarnos, a quienes en Euskal Herria estamos afiliados a la Federación Sindical Mundial, a su Secretariado Europeo, a la mayoría sindical vasca, pero también a cada colectivo, a cada sigla.¡Proletarios del mundo, uníos!, es nuestro grito de guerra y de paz. Y esa unidad no aparece por ninguna parte. La carga que ha asumido el Pueblo Trabajador Griego es demasiado pesada para depositarla solo sobre sus espaldas.
Porque hoy, todas las personas trabajadoras con conciencia de clase y anti capitalistas formamos parte de este primer destacamento de la Resistencia Popular a las barbaridades del Imperialismo y sus super estructuras especulativas. Sin reservas, sin paliativos, estamos llamados a esta lucha. Nuestro silencio alimenta la violencia policial, la tergiversación mediática. En Grecia el gran capital abandona los bancos para refugiarse en sus intocables paraísos fiscales. Atrás queda el desempleo y la acusación cínica a los pueblos de los desmanes de sus élites financieras y burocráticas. Y por aquí no pasamos. Los ladrones que se han llevado los fondos de nuestros pueblos están respaldados y cubiertos por los partidos políticos a los que han cebado en los años de bonanza.
Cuando tocaba beneficio han argumentado que los beneficios pertenecían a las empresas, las deudas sin embargo se colocan a las Cajas de Ahorro y a las Haciendas Públicas, la negligencia se despacha con el despido colectivo y la deslocalización. Es un negocio redondo. Hace unos meses transfirieron nuestros ahorros hacia sus bancos y ahora, sin un solo imputado por fraude o malversación nos dicen que de nuevo los trabajadores somos los llamados a levantar sus crisis.
Y lo dicen sin ruborizarse. Su sistema está tocado y el nuestro está por demostrar su capacidad de materialización. Lo cierto es que estamos en un punto histórico en el que debemos desafiar su sistema moribundo con la fuerza de nuestro trabajo, de nuestra teoría y de nuestra práctica.
El capitalismo languidece y su legitimidad desaparece a la misma velocidad que asoma su caótica y delincuencial gestión. Para robar no es necesario crear facultades de económicas, se puede hacer fácilmente siguiendo a los clásicos de la literatura picaresca. No nos equivoquemos, el capitalismo carece de proyecto social alguno, en su agonía va perdiendo las formas y vuelve a reaparecer su naturaleza colonial o corsaria. Roban, matan, torturan protegidos por un salvoconducto del nido de víboras al que oficialmente denominan la ONU.
En medio de su caos absoluto, llegan a nuestros oídos las consignas del anti capitalismo griego, dicen principalmente Peoples of the Europe, Rise Up!…¡Pueblos de Europa, levantaos!.
Aquí está el mensaje. Cada Asamblea local, cada delegada o delegado sindical, cada alcalde o concejal abertzale y socialista, cada militante estudiantil tenemos que ser juzgados por la respuesta que demos a esta petición. En Euskal Herria y fuera de nuestro país, allá donde llegue está súplica de clase que realizamos desde Boltxe, esperamos que el Pueblo Hermano Griego note nuestro abrazo solidario y nuestro compromiso militante con aquellos a los que la Historia ha situado en la primera línea de defensa de los intereses comunes de todas las trabajadoras y trabajadores de Europa y del mundo.
Ojalá que nos sacudamos las legañas y la falta de reflejos internacionalistas para convertir en cierto el lema de que sí tocan a un hermano o hermana trabajador griego, nos tocan a toda la clase trabajadora. Por parte de Boltxe Kolektiboa adelantamos nuestra disposición a la movilización, pedimos encarecidamente a quienes pueden movilizarnos a que nos convoquen a salir a las calles para responder al imperialismo con la exigencia básica para la victoria, de la unidad anti capitalista.
La foto tomada en Atenas no puede ser solo un documento gráfico de la revolución de los demás, es la consigna central del Movimiento Anti capitalista, del Anti imperialismo, del sindicalismo de clase que nos convoca cada día, es el mensaje directo del compromiso al compromiso, del militante al militante. El pueblo trabajador de Grecia está cumpliendo, faltamos nosotras y nosotros.
¡Pueblos de Europa, levantemonos!. La fotografía es a la vez el mensaje, merece la pena verla con detenimiento, analizarla y lanzarnos a construir la respuesta de clase en cada lugar en que estemos, ojalá que los comités de apoyo al Pueblo Trabajador Griego se extiendan por cada lugar en que se lean estas reflexiones.