La lista de los bancos de inversión que investigan las autoridades judiciales estadounidenses se amplía y afecta ya a todo el sector financiero internacional, informan hoy medios estadounidenses.
La Justicia estadounidense investiga en estos momentos a Goldman Sachs, Morgan Stanley, JP Morgan Chase, Citigroup, Merrill Lynch, Deutsche Bank, UBS, Credit Suisse y Crédit Agricole en relación con su gestión de títulos hipotecarios, según informa hoy el “Wall Street Journal”.
Por el momento Goldman Sachs es el único banco contra el que se ha interpuesto una demanda formal. La autoridad reguladora de la Bolsa estadounidense, la SEC, acusa al banco de inversión de haber engañado a sus clientes a la hora de invertir en derivados hipotecarios como los CDO (Collateralized Debt Obligations o Obligaciones de Deuda Colateral).
La fiscalía de Nueva York junto a la SEC trata de esclarecer si Morgan Stanley, JP Morgan Chase, Citigroup, Deutsche Bank y UBS actuaron de manera similar.
Las acusaciones son, según el “Wall Street Journal”, las mismas en todos los casos. Supuestamente los bancos crearon tales títulos por encargo de otros actores financieros, que apostaban a su vez contra esos CDO.
Los bancos también apostaron, en parte, por la devaluación de esos valores, mientras se los vendían a sus clientes como inversiones prometedoras. Con el estallido de la “burbuja” inmobiliaria los CDO finalmente se desplomaron y los inversores perdieron dinero, mientras que los bancos y “hedge fonds” (fondos especulativos) hacían caja.
La investigación se encuentra, de acuerdo con el “Wall Street Journal”, en una fase inicial. Para poder presentar una demanda las autoridades deberán demostrar con una probabilidad que roce la certeza que una compañía o sus empleados engañaron a inversores. La fiscalía había presentado hasta ahora una demanda mayor en relación con la crisis financiera contra dos brokers de Bear Stearns, y la perdió.
En el caso de Goldman Sachs, de momento está en curso una acusación por lo civil, vía que cuenta con menos obstáculos que la penal. Goldmann al principio rechazó las acusaciones, sin embargo, ahora está en negociaciones para una conciliación.
El presidente ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman, había asegurado el miércoles que las acusaciones son “insubstanciales” y que su institución hasta ahora no había sido contactada por las autoridades. Todos los demás bancos se negaron por el momento a hacer declaraciones.
Además de las investigaciones de la fiscalía federal y de la SEC, el fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, abrió una investigación a ocho bancos. Según un artículo del “New York Times”, quiere determinar si las agencias de califiación dieron informaciones confusas para justificar la sobrevaloración de algunos derivados hipotecarios.
Se trata de las mismas casas financieras además de Credit Suisse, Crédit Agricole y Merrill Lynch, que ahora pertence al Bank of America. JP Morgan Chase es la única entidad que no está involucrada en este caso.
Cuomo, que es mencionado como posible candidato demócrata a gobernador por Nueva York, ha enfocado su investigación en especial en el intercambio de personal entre bancos y agencias de rating.
Por lo visto, informa el “New York Times”, sucedía continuamente que empleados de las agencias eran captados con ofertas salariales desproporcionadamente altas por casas financieras, para que éstos propusieran después a sus ex compañeros de trabajo que mejoraran las calificaciones de los productos financieros bancarios.
Varios antiguos empleados de agencias de rating han asegurado entre tanto que el sistema de calificación ha otorgado demasiada influencia a los bancos.
Pero también contra las propias agencias de rating hay procesos abiertos. El lunes se había dado a conocer que Moody’s podría ser objeto de una demanda por parte de la SEC, que acusa a la agencia de valorar determinados títulos europeos de manera “errónea y confusa”.
Además, algunos inversores han demandado a Moody’s, Standard Poor’s y Fitch Ratings.
Todas estas pesquisas forman parte de una investigación de mayor calado sobre las actividades de Wall Street en el contexto de la crisis financiera. Participan fiscalías federales, el Departamento de Justicia, el FBI así como diversas autoridades de supervisión.