La noticia era esperada y ha sido hecha pública con el mejor de los acompañantes posibles por Sordo, otro como Fidalgo. El presunto sindicalista confederal, hará bien en bajar la cabeza después de verse el destino que tienen todos los antiguos rojos de CCOO. Unos a diputados o senadores del PSOE y Fidalgo, a la fundación de la CEOE en calidad de responsable de formación de la patronal para la no negociación. Todo lo que se lee a continuación ha de ser tomado con la precaución debida.
Lo único claro es que CCOO es un pilar fundamental de la contrareforma del mercado laboral y del españolismo derechista más rampante. Y lo demás lo dice él mismo…«hay que seguir con el diálogo y la concertación o si la respuesta es muy fuerte pueden resentirse los mercados». Seguro que cuando este elemento se aburra tendrá esperandole un escaño del PP o del PSOE.
El secretario general de Comisiones Obreras de Euskadi, Unai Sordo, ha afirmado hoy que este sindicato rechaza coordinar una respuesta a la reforma laboral con ELA y LAB ya que ambas centrales «basan su estrategia en contraprogramar al sindicalismo confederal». «Sólo les sirve que nada sirva», ha indicado, y ha añadido que el planteamiento de CC OO para hacer frente a la reforma laboral en el País Vasco es «totalmente autónomo».
Sordo ha participado hoy en Bilbao en el Forum Europa, en el que se ha referido ampliamente al contexto económico de crisis y al decreto de reforma laboral que aprobará previsiblemente el Gobierno el próximo miércoles después del fracaso de la mesa de diálogo social. Según ha destacado, en el caso de que dicho decreto sea «lesivo» para los intereses de los trabajadores, CC OO prevé una respuesta de «máxima intensidad», aunque ha precisado que «el diálogo social y la negociación colectiva seguirán vigentes ahora y también después del escenario de confrontación que tenemos delante, dure lo que dure y tenga la intensidad que tenga».
Ha dicho también que «una generalización de la conflictividad generaría una grave incertidumbre en la validez de las medidas de ajuste» y que «los mercados tomaría nota», por lo que ha aseverado que «si el poder público ejerce la unilateralidad a costa de romper consensos sociales, traerá consecuencias». Asimismo, hace hincapié en que la reforma laboral «por sí sola no crea empleo» y en que «no se puede caer en negociar una flexibilidad laboral a la baja, porque hay otros aspectos como el modelo productivo y la competitividad que tienen más trascendencia en una situación de crisis». «La competencia basada en salarios esta condenada al fracaso», ha resaltado.
Modificaciones
Unai Sordo ha subrayado que el marcado laboral requiere modificaciones, pero no relacionadas con la precarización y la pérdida de derechos de los trabajadores, sino con «la ruptura con viejas inercias de ajuste externos y con cambios pactados que permitan una adaptabilidad sana a la realidad».
Sobre el actual contexto económico ha asegurado que los grandes inversores «a los que eufemísticamente se les llama mercado», según ha precisado, están protagonizando «el mayor y más poderoso ataque contra los Estados y lo que subyace es un conflicto ideológico de intereses respecto a qué papel se entiende que deben ejercer dichos Estados». «Se trata de una crisis inmoral ‑ha dicho- por el desequilibrio entre las ayudas del Estado al sistema financiero y las exigencias de este sistema financiero al Estado».
El máximo responsable de CC OO de Euskadi ha denunciado también el «papel demoledor» que están ejerciendo «algunos» medios de comunicación con motivo de la crisis y el «zafio populismo que se está instalando en contra de las organizaciones sindicales», y ha citado como ejemplo que se cuestionen las «limitadas y justificadas» ayudas públicas a las centrales. «Estos discursos de encanallamiento ‑ha indicado- son muy peligrosos, porque se sabe cómo empiezan, pero no cómo acaban. Las crisis pueden envilecer a las sociedades y entonces el insulto sustituye al razonamiento».
Y todo esto lo ha dicho sin sentido alguno del ridiculo, llamando a romper la huelga de la mayoría Sindical vasca. La crisis avanza y los elementos que pertenecen a las organizaciones que viven del pesebre del estado, tienen que justificar sus enormes subvenciones evitando una respuesta obrera y popular contra el régimen en crisis.