Sotiris Zarianopoulos afirma que el PASOK griego está actuando al servicio del poder económico neoliberal y «el nivel de agresión contra los trabajadores es el más alto después de la Segunda Guerra Mundial». Escuchar al representante del Comité Ejecutivo de PAME es acercarse a la realidad que se está dando en este momento dentro del Estado español.
¿Cómo está la situación económica en Grecia?
Desde que los socialdemócratas del PASOK llegaron al poder se han incrementado los ataques contra los trabajadores en Grecia hasta un nivel que no se había dado después de la Segunda Guerra Mundial. Cualquier simple derecho de cualquier trabajador, tanto del sector público como del privado, está siendo abolido. Los salarios se están reduciendo hasta un 50%, lo mismo que pasa con las pensiones en el sector público y privado.
¿De cuánto dinero hablamos?
La media salarial era antes de 740 euros, ahora son 500 euros, especialmente en los nuevos trabajadores, los más jóvenes. La media de las pensiones estaba en 660 euros, después ha bajado a 360 euros. Respecto a la Seguridad Social se ha acordado la semana pasada una nueva reforma de pensiones en Grecia con el visto bueno de la Unión Europea. Se aprobará este mes en el Parlamento. Para acceder a una pensión completa habrá que cotizar 40 años y la vida laboral se prolongará a los 70 años. Muy pocos van a poder acceder a una pensión. Han instaurado el despido libre, para todos, cualquier empleador puede despedir a los trabajadores con unas indemnizaciones que se han reducido en un 50%. Se ha generalizado el trabajo flexible y se han privatizado la Educación y la Sanidad. Nos han aumentado los impuestos a los trabajadores con el IVA del 19% al 23% y a los empresarios les han reducido del 45% al 20%. Los beneficios empresariales cotizan sólo al 10% y los trabajadores soportamos una presión fiscal del 35%.
¿Quien más sufre es quien menos tiene?
Está habiendo un aumento de ayudas para las empresas y bancos, mientras se privatiza todo. Grecia está en venta. La semana pasada [hace diez días] se firmaron ayudas del Gobierno griego y la UE que entregaron 380.000 millones euros a los bancos. Nos saquean nuestros salarios y ellos obtienen financiación sin problemas. Otro de los cambios ha supuesto que haya ayudas a la contratación de nuevos trabajadores, que pueden llegar a la totalidad del salario y las cotizaciones sociales pagadas por el Estado; les puede salir gratis. Los trabajadores con más antigüedad van a ser despedidos porque van a contratar con menos derechos laborales a gente nueva. Prácticamente todo el sueldo va a ser pagado por el Estado griego de acuerdo con el nuevo modelo de contratación.
¿Harán huelga si se aprueba la reforma de las pensiones?
Calculo que en torno al 20 ó 21 de junio convocaremos una huelga de uno o dos días. Además, PAME está planteando nuevas huelgas para el verano. Será la octava o novena huelga general desde diciembre.
Europa siempre ha presumido de modelo social, pero a la primera de cambio empieza a descomponerse; ¿cómo se puede terminar con este sistema que fortalece al neoliberalismo?
Estas medidas fueron decididas hace ya unos años. La crisis es la oportunidad para implementarlas, pero no su origen. Fueron decididas con los tratados de Maastricht y de Lisboa, y fueron apoyadas por los conservadores, los socialdemócratas y los partidos políticos oportunistas. Son medidas apoyadas en el Parlamento griego por los conservadores de Nueva Democracia, los socialdemócratas del PASOK y la coalición llamada de izquierdas, un conglomerado de reformistas y oportunistas, los que abrazaron el eurocomunismo. Estas medidas se van a generalizar en toda Europa.
En el Estado español y en Portugal van en esa dirección, los recortes se extienden a Alemania, Gran Bretaña, Estado francés…
No van a ser sólo para paliar la crisis y en esos países, sino que se impondrán en todos y para las generaciones venideras. Son estructurales, no quepa duda.
¿Cómo se pueden frenar?
Llamamos a todos los trabajadores a alzarse, a levantarse, porque la situación será dramática en las próximas décadas. Los próximos años van a ser duros y va a haber muchos sacrificios, pero en cualquier caso desde PAME pensamos que la lucha supone muchos sacrificios. Por ejemplo, por participar en las huelgas se está despidiendo a trabajadores, pero son sacrificios necesarios porque con nuestra fuerza podemos cambiar la situación. No aceptamos que nos digan que nos sacrifiquemos por el país en la reducción del déficit de las políticas que han practicado los poderosos. En cualquier caso, el sacrificio que supone la lucha siempre será mejor que el sometimiento que pretenden hacer con la clase trabajadora.
¿Qué es lo que se debe hacer?
Lo más importante para nosotros es cambiar la forma de pensar de los trabajadores, que superen el miedo a los despidos. Deben ser conscientes de su habilidad y capacidad de cambiar las cosas, porque somos mayoría en la sociedad, producimos todo y los capitalistas, nada. Queremos tener el derecho de hacernos con lo que producimos. Pensamos que los sindicatos deben dirigirse a los trabajadores y llamar para que no voten a estos partidos que han apoyado estas medidas regresivas para la clase trabajadora. Es necesario golpear a estas políticas y a los partidos políticos que las apoyan, allí donde se produzcan, en las elecciones generales, las municipales y, especialmente, a los sindicatos que apoyan esas medidas.
¿Por qué triunfó el PASOK en las últimas elecciones?
El PASOK fue aprobado, le dieron el visto bueno los capitalistas y los empresarios porque sabía que controlaba a los sindicatos, al conglomerado que forma el GSE. La socialdemocracia es la que hace el trabajo sucio del poder económico. En PAME estamos impulsando huelgas que sí están poniendo nerviosos al poder. Lo que hay que tener en cuenta es que el ataque es generalizado en toda Europa. El poder se apoya en el rol que juegan los sindicatos conciliadores, como la CES europea, para avanzar en la agresión contra los trabajadores.
¿Dónde está la salida según el PAME?
Nuestro objetivo es continuar en esta lucha, sostenerla en el tiempo. Los trabajadores y los sindicatos deben decidirse a luchar por un nuevo modelo de desarrollo social, de socialización de las empresas estatales griegas y avanzar a una economía planificada y controlada por los trabajadores. Este momento de crisis es una oportunidad para el movimiento de orientación de clase para conseguir esos logros más rápido.
En vistas de que la crisis griega se extiende por la UE, ¿los gobiernos se han rendido a los poderes económicos?
Los gobiernos no han fracasado, sino que uno de sus objetivos era implementar estas políticas para que la UE sea tan competitiva como Estados Unidos y China. Es un viejo problema que el capital europeo está obligado a resolverlo ahora a costa de los trabajadores. En PAME tenemos claro que la crisis no está costeada por los capitalistas, sino por los salarios de los trabajadores. El dinero público no va a los salarios ni a la Seguridad Social, sino que se destina en este momento a las empresas. De esta manera, las empresas obtienen beneficios y los trabajadores se empobrecen. La clase trabajadora será la gran víctima del capitalismo en todos los países si no es capaz de reaccionar ante estas agresiones continuas.
¿Los trabajadores deben ser las víctimas?
No. Nuestro reto principal es cambiar esa situación, porque si no será dramática para los trabajadores. Es el momento para radicalizar la lucha, de que los trabajadores y sindicatos discutan, debatan y decidan a favor de un nuevo modelo de desarrollo y otro poder político al frente de los estados.
¿PAME tiene el apoyo del Partido Comunista?
El KKE, partido comunista de Grecia, apoya a PAME. Nuestra organización no es sólo de comunistas, pero nos apoya. Nuestros detractores atacan a PAME para atacar al KKE. Demuestra que el Estado y el capital tienen miedo de la capacidad de los trabajadores que luchan por un nuevo modelo socioeconómico. Hablan ya de debilitar las libertades sindicales y sociales, de modificar la legislación sobre las huelgas para endurecerlas. Están tratando de golpear a los huelguistas y enjuiciarnos a los de PAME y nuestros delegados. Tengo tres o cuatro juicios pendientes.
J. BASTERRA