No es este un relato de ectoplasmas con cadenas y bolas, aunque lo de las cadenas pueda sonar muy navarro. Recuerda más bien al fantasma del Manifiesto Comunista, aunque esta vez el manifiesto tiene otro nombre, «cambiando Nafarroa aldatzen». Es una iniciativa novedosa, que han lanzado juntas personas de diferentes sensibilidades dentro del espectro abertzale y progresista.
El éxito de las manifestaciones de Hamaika Bil Gaitezen y a favor del derecho a vivir en euskara, las recientes jornadas soberanistas y progresistas, las reuniones entre agentes políticos y el acercamiento entre izquierda abertzale y EA, están agitando una realidad en la que cobra gran protagonismo la crisis de Nafarroa Bai y el estallido de las diferencias entre los partidos que forman la coalición.
El modelo Nafarroa Bai está crujiendo por sus presiones internas, pero también por su desprestigio y su fracaso en la articulación de una alternativa real al modelo reaccionario y excluyente de la Navarra foral y española. Pese a los éxitos electorales, no se puede construir una alternativa marginando a la izquierda abertzale, olvidando a los movimientos sociales, sólo desde las instituciones y sin romper con los vicios de los políticos convencionales.
Nafarroa necesita aire fresco, es preciso abrir huecos en nuestro «muro de Berlín» que no va a caer de un día para otro, pero que cada día es un poco más débil. Iniciativas abiertas y plurales, que sumen fuerzas con contenidos claros son fundamentales para ir cambiando el escenario social y político en Nafarroa.
Esto es lo que estamos demandando muchos miles de personas en Nafarroa y es preciso que se haga con honestidad y con audacia, con valor para romper inercias, superar divisiones y heridas y dar pasos reales. Como era de esperar, no todo el mundo ve con buenos ojos estas iniciativas emergentes. UPN ha intensificado su presión para identificar Nafarroa Bai e izquierda abertzale, consciente del daño que esos mensajes provocan en determinados sectores. No hay más que prestar atención a la reacción de Uxue Barkos para comprobarlo.
También el PSOE juega sus bazas, lanzando amenazas e intentando dejar a Nabai en evidencia, como ha ocurrido con el pleno en torno a la aplicación de la Ley del Aborto. Otros poderes fácticos también mueven ficha. Si la reunión entre EA y la izquierda abertzale, merecía en GARA este titular: «Izquierda abertzale y EA van a buscar “amplios acuerdos” para el cambio en Nafarroa», uno de los jefes de sección de Diario de Noticias de Navarra, Javier Encinas, firmaba este otro: «EA y la izquierda abertzale sólo coinciden en la “necesidad” del cambio político en Navarra». Añadía que «ambas organizaciones constatan sus diferentes trayectorias y culturas políticas» y «evitan aludir a la confluencia soberanista ante el rechazo mayoritario que suscita entre la militancia de EA en Navarra».
Sí, todo el mundo está moviendo sus fichas. Algunos para empujar el cambio, otros, para torpedearlo. Digámos, parafraseando el Manifiesto Comunista, que el fantasma del cambio recorre Nafarroa, mientras todas las fuerzas de la vieja Navarra se han unido en santa cruzada para acosarlo.