Como lo hemos indicado hace bastante tiempo estamos en un nuevo Período político a nivel internacional y nacional. Hoy es una nueva fracción burguesa la que está a la cabeza del Estado: es la oligarquía financiera sin intermediarios y con un fuerte contenido autoritario, el actual gobierno es de los grandes grupos económicos. Esta fracción burguesa que estuvo 17 años a la cabeza del Estado bajo la dictadura, hoy asumió la conducción del gobierno por la vía lectoral.
En el país éste período se caracteriza más bien por los cambios de correlación de fuerza dentro del Bloque en el Poder, y no tanto por los que se han producido en el campo popular. Sin embargo, la rearticulación de movimiento social debiera ser acelerado en los próximos años, como un deber patriótico ante y desde el pueblo, en la medida que el nuevo gobierno con su gabinete de los patrones de los grupos económicos, intente profundizar las medidas neoliberales para mantener la estabilidad macroeconómica del modelo.
En el campo económico nos encontraremos en una nueva ofensiva de las políticas más dogmaticas del neoliberalismo. Las diferencias con el período anterior es que el capitalismo hoy no dispone de la base material ni el consenso social para mantener un régimen político y económico como el que necesita la clase dominante. Ya que las políticas neoliberales de las décadas anteriores debilitaron la economía productiva, han arrasado industrias, frenado la creación del desarrollo social acrecentado la desigualdad, etc., agréguese a esto las grandes consecuencias que ha dejado el terremoto y posterior maremoto en la zona centro y sur del país.
Por lo anterior, son los intentos urgentes de Piñera de revivir la “política de los consensos” o el mentado “gobierno de unidad nacional” en función de ampliar su base de apoyo, para poder llevar adelante en el actual contexto social y político las medidas que permitan materializar y profundizar el proyecto y los objetivos de los patrones.
Avanzado el actual Período tendrá como características el resurgimiento del protagonismo popular y forzosamente por otro lado el resurgimiento de acciones gubernamentales represivas y autoritarias para contener a las masas descontentas producto de las secuelas de la crisis, además todos los análisis serios indican que estamos en medio del inicio de la segunda ola de la crisis financiera global iniciada hace ya un año en centro del imperio.
Es en este contexto que el Rodriguismo debe transformarse en la primera fuerza revolucionaria de Chile, esto será posible cuando podamos construir una correlación de fuerza social de millones de hombres y mujeres, capaces de luchar por sus demandas y poner en cuestionamiento el actual sistema. Una fuerza social que sea protagónica en un proyecto político transformador estratégico, que considere todos los escenarios de la lucha de clases. Una fuerza que sólo surge cuando el concepto de construcción contempla a los sectores sociales no solo como proveedores, sino como reales protagonistas de la acción política.
El Rodriguismo como guía para la acción como continuidad histórica de la emancipación insumisa de los primeros liberadores del pueblo y de la Patria, conducidos por el coronel Rodríguez debe ser capaz de traspasar las fronteras orgánicas, interpretando por medio de su política a todos aquellos luchadores que desde las más diversas formas y convicciones estén en contra del actual orden económico, social y político que vive nuestro país.
Es por eso que es necesario dejar las mezquindades a un lado y dar un paso contundente en dirección de la UNIDAD DEL RODRIGUISMO como Idea y Acción Revolucionaria. En función de este objetivo transcendental e histórico es que convocamos a la realización del CONGRESO DE LA UNIDAD DEL RODRIGUISMO, instancia que nos debe posibilitar una bitácora estratégica, una orgánica y una política popular de masas en el marco de un instrumento partidario para la revolución.
Es en este empeño que convocamos a todos y todas las rodriguistas, organizados como también a los dispersos a todas y todos los revolucionarios del país a sumarse sin prejuicios en la construcción del Proyecto Político para la Clase.