No deja de ser gracioso cómo los politiquillos imperialistas españoles representados por el PSOE y el PP, en su lucha por el control del Gobierno, que no del Poder, se lanzan los trastos a la cabeza y utilizan para desacreditarse mutuamente términos como marxismo-leninismo o esgrimen a Lenin para acusar al contrario de desestabilizador del sistema democrático burgués y defensor de los derechos de la clase trabajadora.
A nosotros y nosotras, como comunistas abertzales que somos, no nos importa en absoluto que esta panda de mafiosos se denigren utilizando el comunismo y sus figuras más destacadas para insultarse y humillarse. Es más, deseamos que sigan haciéndolo y demostrando qué es el capitalismo.
Pero dejando de lado los enfrentamientos dialécticos entre ladrones españolistas es nuestra intención fijarnos en la pasada huelga del día 29 en Euskal Herria y extraer, a modo de reflexión, algunas conclusiones para el futuro.
Aciertos
Sin ninguna duda, hay varios puntos que conviene mencionar respecto a lo que sucedió antes del 29 y durante el 29, así cómo el papel de la prensa burguesa en todo este escenario:
1. ELA y LAB afianzan y demuestran su papel hegemónico sindical en Euskal Herria en base a hechos, su apuesta decidida a enfrentarse a la patronal tanto regionalista como españolista es la que marca su dinámica. El pacto social, tan alabado en décadas pasadas, ha tocado a su fin y los sindicatos abertzales son conscientes de ello. El estado del mal llamado “bienestar” se derrumba sin concesiones.
2. Convocando la huelga, se remarca la urgencia de un marco autónomo de relaciones laborales que rompa con las catastróficas decisiones políticas en términos económico-sociales que llegan desde Madrid. Se visualiza que la independencia de Euskal Herria es una necesidad para la supervivencia del Pueblo vasco y su clase trabajadora.
3. ELA y LAB dejan en evidencia al sindicalismo amarillista practicado por UGT y CCOO, obligando a ambos sindicatos del sistema a posicionarse y a evidenciarse ante la clase trabajadora y los sectores populares en estos momentos de crisis. CCOO finalmente se ve empujada por sus bases a sumarse a la huelga del 29 y UGT se autoinmola.
4. La prensa burguesa aunque intenta cuestionar el éxito de la movilización no tiene más remedio que reconocer que el paro fue mayor en el sector privado y sobre todo en la industria y el transporte, sectores productivos y estratégicos clave en la economía de un país.
5. La propia prensa burguesa tiene que reconocer que en las movilizaciones obreras, el nivel de participación ha sido muy alto y por tanto asume que el mensaje de la necesidad de luchar va calando socialmente.
Cuestiones pendientes
Aunque podemos calificar la huelga del día 29 en Euskal Herria como exitosa, conviene ser conscientes también de las carencias a las que nos vemos enfrentados en estos momentos y que son cuestiones que tarde o temprano van a tener que ser abordadas de manera inevitable:
1. Sectores y fracciones de clase como pequeña burguesía, trabajadores autónomos, pequeño comercio… deben de ser atraídos a posiciones más avanzadas. Si bien es cierto que en momentos de crisis capitalista son sectores tendentes a la derechización y a la reacción, no es menos cierto que los sindicatos y muchas formaciones políticas de izquierda no realizan esfuerzos suficientes para que se integren el la lucha social. No se contemplan en las distintas estructuras político-sindicales ni en los mensajes políticos medidas y medios para defender sus intereses de clase. Son sectores muy desprotegidos que son golpeados con fuerza por el capitalismo.
2. Seguimos sin interactuar con la mano de obra inmigrante que viene a nuestra tierra a buscar una vida mejor. Son sectores que, de momento en su mayor parte, no participan de las luchas sociales pero van a ser objeto de una fuerte criminalización por parte de sectores de la pequeña y mediana burguesía y algunos sectores populares incentivados por el propio sistema para desviar la atención de la culpabilidad de la crisis. Debemos evitar esa falsa contradicción pues es caldo de cultivo del fascismo.
3. Ampliar la capacidad combativa de la clase trabajadora es también un tema pendiente en el marco de la lucha de clases que se va a desarrollar en el futuro en Euskal Herria. El perfeccionamiento de los medios y métodos de lucha obrera no es una cuestión baladí si pretendemos frenar la ofensiva capitalista. Pensemos que la gran mayoría de las empresas vascas son de pequeño y mediano tamaño, siendo esto un inconveniente más a la hora de movilizar a la clase trabajadora del país, puesto que para la burguesía es más fácil el control y dominación de los trabajadores en este tipo de empresas que en cualquier otra.
4. Hay un dato que no se nos pasa desapercibido. Los datos negativos que se extraen de la huelga en la margen izquierda del Nervión no es fruto de la casualidad. Es una zona tradicionalmente dominada por el PSOE y la UGT históricamente pero creemos que no sólo se debe a ese factor la falta de movilización. Años y años de desindustrialización masiva, de desideologización y desclasamiento fomentado por las distintas fuerzas españolistas ha provocado un descenso espectacular de la conciencia de clase y un aumento peligroso de influencia del imperialismo español más reaccionario.
5. Por último es deber de los comunistas abertzales potenciar las contradicciones de clase, de manera que la salida a esta crisis no sea la de colocar un mero parche sistema capitalista sino la de provocar la creación y el avance del contrapoder obrero que camine hacia la independencia y el socialismo de Euskal Herria y la destrucción del capitalismo.
Euskal Herriko Komunistak (EHK)