Pedro Estomba (miembro de Etxerat):
«Otro año más, hacemos un llamamiento a los actos que vamos a organizar estos meses de julio y agosto, en los que una vez más, reivindicaremos que nuestros familiares y amigos, presos y presas políticas vascas, sean trasladados a Euskal Herria; porque las condiciones de vida que vienen padeciendo son cada vez peores, si cabe. Un indicador de esta cruel realidad son las huelgas de hambre que han llevado a cabo las presas y presos políticos vascos estos últimos meses. Aislamiento, palizas, amenazas, chantajes ininterrumpidos, intentos de cacheo a amigos y familiares y un largo etcétera, conforman este panorama. El objetivo de las protestas que desde enero viene llevando a cabo el colectivo de presos políticos vascos es su respuesta a esta situación.
Los presos políticos vascos se juegan la vida todos los días en esta ruleta rusa diseñada a su medida. Así, han de hacer frente a unas duras condiciones de vida en espacios en los que la enfermedad y la impunidad campan a sus anchas. Además, todos los fines de semana, los amigos y familiares nos jugamos la vida en las carreteras de los estados español y francés.
Por otro lado, de las 710 presas y presos políticos vascos, a la mayoría los tienen fuera de Euskal Herria, a una media de más de 700 kilómetros de sus domicilios. En todo el tiempo en el que vienen aplicando la política de dispersión, han fallecido 21 presos y 16 familiares y amigos han perdido la vida en la carretera. Cifras tan escalofriantes como el coste económico que supone la dispersión que viene a suponer al año una sangría económica de aproximádamente 15 millones de euros. Nos encontramos frente a un chantaje intolerable. Chantaje a los presos, chantaje a los amigos y familiares, chantaje a todo un movimiento político y social.
Es hora de terminar con todos estos espacios de impunidad. Los derechos de los presos y presas políticas vascas han de ser respetados. El sábado en las carreteras de Euskal Herria tenemos la primera oportunidad de construir esa demostración solidaria. La cita, este sábado, 31 de julio, de 12 a una del mediodía. El objetivo, denunciar la política penitenciaria vigente, así como demandar que los presos políticos vascos, dueños de todos sus derechos, sean repatriados a Euskal Herria.
Con este mismo objetivo, el 1 de agosto, a las diez de la mañana, tenemos otra cita en la concentración que todos los años se viene realizando antes de la misa mayor que se celebra en el Santuario de Loiola, en la que exhortaremos a la representación del gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca. Además, continuando con las convocatorias para este verano, daremos un salto de las carreteras a las playas de la costa de Euskal Herria. Porque es el momento de mojarse por la solidaridad. Estamos convencidos de que el 8 de agosto, de 12 a una del mediodía, llenaremos de solidaridad nuestra costa, para lo que hacemos un llamamiento a acudir a las playas. Se trata de una excelente oportunidad para hacer visible que estos ataques obedecen a la impotencia y frustración que les motivan las muestras solidarias a los presos.
Volveremos a reclamar el fin de esta criminal política penitenciaria. Los últimos días, en los distintos pueblos y barrios de Euskal Herria, vienen siendo una muestra de que no estamos solos en la lucha por el respeto de todos los presos y presas políticas vascas. Porque el amor y la solidaridad no son delito. Nunca.»