El PP propuso ayer la creación de una comisión de investigación en el Parlamento de Gasteiz sobre el supuesto espionaje de personalidades alavesas por agentes de la Ertzaintza. El PSE dijo apoyar la iniciativa pero «en un momento en que sea factible desde el punto de vista jurídico». Una comisión de este tipo afectaría de lleno a la División Antiterrorista, a la que pertenecen los mandos apartados de servicio.
La repercusión que podría tener en la División Antiterrorista y de Información de la Ertzaintza una comisión parlamentaria de investigación sobre el supuesto espionaje a personalidades alavesas del que se acusa a dos mandos de la misma hace improbable que su creación vaya más allá de las declaraciones políticas o que, de constituirse, pueda tener cualquier eficacia.
Un oficial y un suboficial de la señalada unidad han sido expedientados y apartados del servicio por el Departamento de Interior, después de que fueran imputados por espionaje por el Juzgado de Instrucción número 4 de Araba. Pese al secreto del sumario, se ha hecho trascender que informes elaborados por estos o más agentes sobre personalidades alavesas del PSE y del PP, y sobre otros ertzainas que podrían tener contactos con el CNI, aparecieron en poder de Aitor Telleria, ex número 2 del ABB del PNV e implicado en el llamado «Caso De Miguel».
Dichos informes estarían elaborados a partir de seguimientos personales y de datos que obran en los ficheros del Departamento de Interior, como los partes de los escoltas que protegen a estas personas y otros.
Txarli Prieto, secretario general del PSE en Araba, parlamentario y uno de los supuestamente espiados, aseguró el pasado sábado que los movimientos que él había detectado le llevaban a asegurar que esta trama no era cosa de «dos ertzainas». Informaciones de medios cercanos al PSE abundan en la idea de que podría haber más agentes implicados. El Departamento de Interior, por su parte, dijo no contar con datos que confirmen esta hipótesis.
El parlamentario del PP Carlos Urquijo presentó ayer una pregunta al consejero de Interior, Rodolfo Ares, solicitándole datos concretos sobre este caso. En sus declaraciones pidió la «máxima determinación» para acabar con la trama y destacó la necesidad de crear una comisión de investigación en la Cámara autonómica.
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, hizo pública una nota en la que apoya la creación de dicha comisión, pero cuando «sea factible desde el punto de vista jurídico y siempre que exista un acuerdo al respecto entre los grupos parlamentarios».
Urquijo y Pastor se apoyaron, además, en unas palabras del presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena, que en una entrevista en ETB dijo que no se opondrán a la creación de una comisión de investigación, porque «el PNV no espía a nadie ni hay tramas» con ertzainas.
Unos 40 agentes en Araba
La creación de una comisión de investigación sobre esta trama obligaría a poner en manos del Parlamento de Gasteiz muchísima información sobre la División Antiterrorista de la Ertzaintza y los datos de los que se dispone o disponía en el Departamento de Interior sobre la vida privada de determinadas personas.
Esta división de la Policía autonómica cuenta en la actualidad con 488 agentes. La mayoría de ellos tienen su base en Erandio, unos 65 en Oiartzun y unos 40 en Araba. Los 54 miembros de la unidad de desactivación de explosivos, que también pertenecen a esta división, están concentrados en Iurreta.
Dado que lo que se conoce sobre esta trama de espionaje se concentra, de momento, en Araba, cabe señalar que en este territorio no hay más que ocho mandos de esta división. En concreto, la Unidad de Investigación cuenta ‑o contaba hasta la pasada semana- con 1 jefe de centro, 1 jefe de área y 3 jefes de grupo. Además hay una veintena de agentes de la escala básica. Los números de la Unidad de Investigación en este territorio son 1 jefe de grupo, 2 suboficiales y una decena de agentes de la escala básica. Además, hay dos agentes de la Unidad de Coordinación. La Jefatura de la División se concentra en Erandio, donde también tienen su base los más de 110 integrantes de la «unidad de soporte operativo y técnico», encargados de preparar técnicamente las labores de información e investigación, es decir, los encargados de poner micrófonos, organizar escuchas y otras tareas similares.
Los informes policiales encontrados en poder del jeltzale Aitor Telleria son, según informaciones periodísticas, de 2009 y años anteriores, en los que Javier Balza era el consejero de Interior.
Los aproximadamente cuarenta miembros de la División Antiterrorista con base en Gasteiz ‑ocho de ellos, mandos- siguen siendo puestos de libre designación también en la estructura de Ares.
El sindicato de la Ertzaintza ESAN asegura que se está produciendo «una caza de brujas» contra los dos ertzainas imputados en supuestos casos de espionaje en Araba. En un comunicado, denunció las «graves acusaciones» que se están produciendo contra esos dos agentes y ha recordado que están imputados, pero «no condenados».
ESAN (Ertzaintzaren Sindikatu Abertzale Nazionala) tiene una línea política cercana al PNV. En su comunicado de ayer asegura que los dos mandos expedientados, «en su larga trayectoria de trabajo, se han ganado el respeto de todos aquellos con los cuales han trabajado y de aquellos que les han conocido reconociéndoles el duro trabajo que han desarrollado en estos años». Critican con dureza que el Departamento de Interior les haya denegado proporcionarles abogados de defensa, lo que «no es sino una forma de hacerles aparecer como culpables a ojos de la opinión publica». El sindicato asegura que en estos gestos ven «la larga sombra del consejero de Interior para, por medio de estos dos compañeros, criminalizar a otro partido político».
Fuente: Gara