Dax Toscano, es, aparte de una de las voces mas autorizadas de América Latina, amigo y colaborador de Boltxe hace mucho tiempo. Sus análisis, artículos y contribuciones, siempre tiene un hueco en nuestro proyecto.
Esta ultima semana hemos dado cuenta de su blog, Marquetalia http://insurgenciafariana.blogspot.com y a raíz de este nuevo contacto con Dax, le hemos hecho varias cuestiones
B- Dax, haznos una radiografía, de la actual situación en Colombia y en el resto de países de la zona
D - Primero que todo un saludo revolucionario a todas y todos quienes luchan por la construcción de un mundo mejor, distinto al orden capitalista vigente.
En América Latina, 2010 es el año del bicentenario de las luchas por la independencia del colonialismo español. Las gestas libertarias llevadas adelante en el continente fueron muy importantes para acabar con la dominación española en Abya Yala. Sin embargo, la historia oficial, cuya característica es la falsificación de los hechos, de la realidad misma, deja de lado un sinnúmero de elementos que no conviene a quienes detentan el poder que se conozcan.
Dos ejemplos:
El primero tiene que ver con el ocultamiento, la invisivilización que se hace de la lucha de los pueblos indígenas, afroamericanos frente al coloniaje. En los relatos históricos que se hace sobre la independencia, aparecen fundamentalmente personajes relacionados con la aristocracia, que por razones político-económicas mantenían discrepancias con el orden establecido. Y, de igual manera, se hace referencia a hombres y no a las mujeres que también participaron activamente en las luchas de la independencia.
El segundo ejemplo tiene que ver con la exaltación de esos procesos, como si hubiesen provocado un cambio significativo para la situación político, social, económica de los sectores más explotados de la sociedad americana.
“Último día de despotismo, primero de lo mismo”, es una de las frases que sintetiza lo que realmente sucedió en América tras la independencia del coloniaje europeo, fundamentalmente español.
Los ideales por los que lucharon Simón Rodríguez, Bolívar, Sucre, Artigas fueron traicionados por la aristocracia criolla, por militares corruptos, vende patrias que más adelante se constituirían en las clases dominantes al servicio del naciente imperialismo yanqui.
La situación de explotación, de hambre, de miseria, de opresión que existió desde hace doscientos años, se ha agudizado.
Pero así como hace doscientos años los pueblos indios, afros se levantaron contra el orden colonial para derrotar al oprobioso sistema que se impuso en América Latina a partir de 1492, en el transcurso de estos dos siglos la lucha no ha cesado para derrotar a un enemigo más feroz: el imperialismo yanqui y sus lacayos, la burguesía criolla latinoamericana.
En Colombia, tras el asesinato de Simón Bolívar, de Sucre, la oligarquía santanderista ha gobernado el país, que ha sufrido además la agresión del imperialismo estadounidense.
Más de 30 millones de colombianas y colombianos son pobres, de una población de 44 millones. Siete millones de personas viven en la pobreza extrema. En el campo más del 60% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza. Existen cuatro millones de refugiados internos, desplazados por la guerra sucia desatada por el Estado colombiano.
A estos hechos hay que añadir que la población colombiana está sometida a un proceso de embrutecimiento y alienación permanente por parte de falsimedia. Uribe ahora es presentado como un “segundo libertador” de Colombia, puesto a la altura de Bolívar.
Bolívar alertó sobre la política de los EEUU contra América Latina y los combatió. Uribe es un lacayo del imperialismo, que permitió que Colombia se convierta en una base norteamericana para agredir a los pueblos del continente. Sin embargo, falsimedia presenta al régimen uribista como lleno de logros, ocultando las realidades expresadas, así como la política neoliberal de este mafioso que ha destruido la salud y la educación pública colombiana.
Las fosas comunes descubiertas con cadáveres de campesinos, trabajadores asesinados por los paramilitares y el propio ejército colombiano no son hechos dignos de que se conozcan para falsimedia.
Esto forma parte de la guerra psicológica que lleva adelante el imperialismo yanqui, las oligarquías latinoamericanas contra las fuerzas progresistas, revolucionarias en la región, cuyo objetivo es satanizar a todo aquello que se oponga al sistema dominante.
Desde mi perspectiva, estas fuerzas del terror han ganado espacio en gran medida debido a esta campaña de propaganda sucia.
En la región hay una polarización constante entre quienes luchan por un mundo mejor y quienes, a toda costa, quieren mantener el sistema imperante. La derecha latinoamericana, comandada por el gobierno yanqui, nuevamente empieza a ganar espacios. El golpe de Estado en Honduras, las elecciones ilegítimas en ese país, el triunfo de Martinelli en Panamá, de Santos en Colombia, de Piñera en Chile les permite un gran margen de acción para lanzar furibundos ataques en contra de las fuerzas revolucionarias.
Por otro lado, no se puede pensar que gobiernos como los de Fernando Lugo, caracterizado por la militarización de la sociedad paraguaya, pese a que se presenta como de izquierda, o los de Mauricio Funes en El Salvador, Pepe Mujica en Uruguay, Fernández de Krichner en Argentina, pueden garantizar un cambio significativo del sistema. Son gobiernos aparentemente progresistas, pero que en la práctica nada han hecho para hacerle frente al sistema capitalista y al imperialismo yanqui.
Mientras, los gobiernos calificados de “izquierda troglodítica” por parte de la derecha, como son los de Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y, en menor medida, el de Rafael Correa en Ecuador, con todas las contradicciones que tiene su gobierno, son objeto de los ataques más brutales, entre los cuales siempre ha estado presente la opción del derrocamiento por medio de la fuerza militar con apoyo de EEUU, a lo cual se suma el financiamiento por parte de las agencias de espionaje del imperialismo yanqui a la oposición fascista.
Cuba sigue siendo un faro luminoso para las luchas de los pueblos por construir una sociedad más justa y más humana. Pero la Revolución Cubana debe emprender cambios significativos para fortalecer internamente el proceso. La lucha contra la burocracia, contra la corrupción es fundamental. Pero, más que todo, la construcción y fortalecimiento de la democracia obrera son los elementos que blindarán a la revolución ante cualquier ataque externo e interno.
B - Esta semana el asesino Uribe ha denunciado a Venezuela ante la Corte Penal, tensionando más aun la situación, ¿Crees posible una situación de guerra entre ambos estados?
D - Lo primero que se debe comprender es que la decisión de llevar adelante una agresión, una invasión militar contra Venezuela o de provocar un conflicto con Colombia, está en manos del gobierno yanqui.
El régimen colombiano es un lacayo de su amo imperial y cumplirá al pie de la letra las órdenes que le señale el gobierno de EEUU.
El imperialismo yanqui no tiene amigos, sino intereses. La destrucción del proyecto revolucionario bolivariano, que constituye una piedra en el camino en el proyecto de dominación imperialista del continente, es fundamental para el régimen estadounidense. Por un lado está en la mira el petróleo venezolano, por otro detener el avance de las fuerzas revolucionarias no sólo en Venezuela, sino en el resto de la región, dando un zarpazo a la Revolución Bolivariana, lo cual le permitiría al imperialismo detener y acabar de una vez por todas la ALBA, el Banco del Sur y todo proyecto que se haya llevado a cabo en estos años para hacerle frente al modelo neoliberal y al ALCA como mecanismo de anexión que los EEUU pretenden llevar todavía adelante en América Latina.
Hay que señalar además que Obama lleva adelante una política guerrerista, sometido a las órdenes del aparato militar-industrial yanqui. Así que la invasión militar o la provocación de un conflicto entre Colombia y Venezuela está vigente en los planes del imperialismo.
Ahora, por el momento, debido a la posesión de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, se tratará, en apariencia, de dar una imagen diferente a la de su antecesor, el fascista Uribe. Sin embargo, hay que recordar que Santos fue el ministro de Defensa del régimen uribista, que fue responsable del bombardeo al campamento de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano por lo cual no hay que confiar en un personaje de esa naturaleza, que representa los intereses de la oligarquía colombiana y que sólo por una cuestión de imagen va a aparentar ser algo distinto.
Hay que indicar que mucha gente pensó que Obama iba a ser distinto a Bush. Y lo que ha demostrado es ser peor que Bush, aunque lógicamente no sea un idiota como su antecesor. Igual sucede entre Uribe y Santos. Así que no hay que confiar “ni un tantito así”, como decía el Che.
De los resultados que se obtengan de las conversaciones entre Santos y Chávez en estos días dependerá el futuro inmediato de las relaciones entre ambos países.
Lo que si se debe hacer, más allá de lo que suceda, es llevar adelante una campaña internacional para denunciar los crímenes del régimen uribista y propiciar su juzgamiento ante las cortes internacionales.
De igual manera el presidente Chávez debe fortalecer las milicias revolucionarias y propiciar que se creen comités revolucionarios en cada fábrica y en las zonas campesinas para defender el proceso ante la agresión externa e interna, puesto que de llevarse una agresión militar el imperialismo y la oligarquía santanderista contará con el apoyo decidido de la contrarrevolución venezolana.
B -Nos imaginamos que más de lo mismo, impunidad, paramilitarismo y estado terrorista ¿Qué salida ves al conflicto de Colombia, que ya dura demasiado tiempo?
D - Lamentablemente sí. Ya veremos como criminales como Freddy Padilla de León y el propio Álvaro Uribe son nombrados para ocupar algún cargo gubernamental con el propósito de que gocen de inmunidad y así evitar, en cierta forma, su juzgamiento por crímenes de lesa humanidad.
Por otro lado, no hay que olvidar que el aparato político colombiano está dominado por el narcotráfico y el paramilitarismo.
De igual manera, el ejército colombiano está al servicio de los grupos de poder, por lo que continuará con su política criminal.
La salida al conflicto colombiano se dará únicamente cuando las causas que lo originaron desaparezcan, lo cual significa llevar adelante una política agraria que beneficie a los campesinos y no a los latifundistas. Asimismo, pensar en una salida al conflicto que vive Colombia implica que se lleven adelante investigaciones serias sobre la violación a los derechos humanos por parte del Estado colombiano y sus fuerzas militares y paramilitares, para sentar ante los tribunales nacionales e internacionales a quienes sean responsables de los crímenes perpetrados contra el pueblo colombiano. Pensar en una resolución del conflicto en Colombia significa que se recupere la soberanía del país, lo cual implica la salida inmediata de las bases militares estadounidenses, de los asesores militares gringos e israelitas. Acabar con el conflicto significa aceptar que hay un conflicto y que, por lo tanto, la insurgencia debe ser reconocida como fuerza beligerante. La salida además al conflicto colombiano está en llevar adelante una política social efectiva que beneficie a los millones de pobres que existen en el país.
Por otro lado, se debe pensar en la legalización de la droga para acabar con las mafias del narcotráfico. Uno de los pretextos de los EEUU para entrometerse en los asuntos internos de Colombia es ese precisamente. ¿Cómo acabar con ello? ¿Por medio de la violencia? México y Colombia son una clara demostración de que esto no es posible resolverlo de esa manera. Entonces legalicen la droga y los millones que utilizan para combatir supuestamente al narcotráfico, destinen a educar a la población, pero sobre todo a fomentar políticas que permitan resolver los problemas de las personas para que no produzcan, ni consuman drogas.
Son algunas ideas de cómo podría darse una salida al conflicto en Colombia, que no pasa por la entrega de armas de la insurgencia que ya tiene lecciones de que es lo que les sucederá si no tienen ninguna garantía para ello. Además, hay que insistir, los problemas que deben solucionarse son los de la mayoría pobre de Colombia.
B – ¿Crees posible, aunque sea a largo plazo una unidad de acción o estratégica entre las FARC y el ELN?
D - Han sido lamentables los conflictos que se han dado entre estas dos fuerzas revolucionarias. Eso no puede continuar. Tanto las FARC-EP como el ELN parece que han comprendido ésta situación y por ello en el mes de noviembre de 2009 realizaron un pacto con el propósito de parar las confrontaciones entre las dos fuerzas insurgentes.
La derecha cuando ve peligrar su estabilidad, su existencia se une. Consenso entre las fuerzas opresoras para combatir a sus enemigos de clase.
¿Cómo es posible que entre hermanos de lucha no se pueda dar pasos para lograr la unidad de acción, manteniendo cada organización revolucionaria su propia identidad?
Los fines por los cuales se luchan son los mismos, por lo tanto hay que encontrar los puntos comunes, fortalecerlos y limar las asperezas que puedan existir con la crítica y la autocrítica revolucionarias que son armas poderosas para el combate.
Manuel Marulanda y Manuel Pérez lucharon incansablemente por lograr esa unidad, la cual ya se logró en cierta forma con la creación de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en 1987.
El enemigo común del género humano es el imperialismo yanqui. Las oligarquías son sus lacayos. Contra ellos hay que apuntar nuestras armas de combate, nuestras ideas, nuestra lucha revolucionaria.
B – ¿Qué valoración nos puedes hacer de la revolución bolivariana en Venezuela y su devenir en medio de esta situación general en América Latina?
D - Como en 1917 con la Revolución Bolchevique, en 1959 con la Revolución Cubana, en 1979 con la Revolución Sandinista, este proceso es vital para concretar la lucha por la construcción de un mundo mejor, con miras a constituir en el futuro una poderosa Federación Socialista en América Latina.
La Revolución ha tenido logros significativos en estos once años en que el presidente Hugo Chávez, conjuntamente con la clase trabajadora, se ha mantenido en el poder. La recuperación del petróleo y de los ingresos provenientes de su comercialización en beneficio del pueblo venezolano es uno de los puntos fundamentales de este proceso. La educación, la salud, el deporte, como en ninguna otra época en Venezuela, han recibido toda la atención por parte del gobierno revolucionario, que cuenta con la ayuda de Cuba.
La política internacional llevada a cabo por la revolución encabezada por el presidente Chávez ha sido también un puntal para sostener el proceso y ganarse el aprecio, la solidaridad y el apoyo de las fuerzas revolucionarias implicadas en esta lucha contra el imperialismo y las oligarquías vende patrias.
Sin embargo, luego de once años se aprecian contradicciones al interior de la revolución que deben ser superadas en beneficio del proceso, porque si no se pueden convertir en armas poderosos para los enemigos del proceso.
La corrupción debe ser combatida en todas las esferas. No se puede tener contemplación con quienes, disfrazados de bolivarianos, lo único que pretenden es enriquecerse. De igual manera hay que luchar sin descanso contra el burocratismo que, en definitiva, es generador precisamente de esa corrupción. Hay que dar mayor poder al pueblo, no a los burócratas. La clase trabajadora debe tener mayor margen de acción, garantizándole esto por medio de una legislación revolucionaria, que les permita combatir a los corruptos y tener mayor control del proceso.
La revolución no debe ser generosa con los enemigos de clase. Se debe profundizar el proceso de nacionalización, pero no con miras a que sea el Estado el que controle la economía desde arriba, sino que sean los obreros los que asuman esta tarea en cada fábrica. Sólo así se fortalece la democracia socialista por la cual se está luchando.
Los bancos, la economía, el comercio exterior deben ser nacionalizados definitivamente. No puede haber medias tintas en esto, porque es el sostén económico de las fuerzas contrarrevolucionarias. En este sentido, es fundamental que la revolución tenga lo que se denomina como soberanía alimentaria.
De igual manera los medios al servicio de la contrarrevolución deben ser golpeados. Ellos cacarean sobre la libertad de expresión, que no es otra cosa que la libertad de empresa y la libertad para embrutecer a los pueblos con sus mensajes alienantes. Además, como quedó demostrado en 2002, la oligarquía se vale de la industria mediática para mentir, para generar violencia, para incitar al odio, para provocar golpes de Estado.
Si el gobierno revolucionario y la clase trabajadora venezolana obtienen nuevas victorias, estas serán ejemplo para los pueblos latinoamericanos que sentirán la necesidad imperiosa de luchar y construir una sociedad socialista en cada uno de sus países que impida, en definitiva, que la humanidad desaparezca.
B - Y a nivel continental ¿Qué nos dirías de las luchas de los pueblos de América Latina?
D -Desde mi perspectiva considero que se han dado avances muy importantes. La lucha contra el ALCA, contra los procesos privatizadores ha permitido darle golpes certeros al imperialismo y a las oligarquías. De igual manera, el ascenso, bien o mal, de gobiernos progres y de verdaderamente revolucionarios demuestra que los pueblos quieren construir una sociedad mejor a la que existe actualmente.
Sin embargo, estas luchas muchas veces han sido espontáneas, lo cual no es malo, pero cuando no hay una dirección política adecuada, un cuerpo de principios teóricos que permitan canalizar la lucha hacia un gran objetivo estratégico, se desvanecen, se estancan y, por lo tanto hay reflujos. Eso explica, en cierta medida, porque la derecha ha ido fortaleciéndose en estos últimos años nuevamente.
Hay que profundizar la formación política para hacerle frente a las ideas fantásticas que, a través de la industria del engaño, presenta a los pueblos los detentadores de este oprobioso sistema capitalista.
De igual manera hay que fortalecer la unidad de acción entre las distintas fuerzas políticas revolucionarias, para luchar contra los verdaderos enemigos de los pueblos.
La solidaridad debe primar entre quienes luchan por la construcción de una nueva sociedad.
En este sentido, de ninguna manera, y bajo ningún criterio, las y los revolucionarios pueden asumir como propio el discurso de los explotadores sobre ningún hecho y, mucho menos, sobre alguna organización hermana revolucionaria. Es inconcebible por ejemplo, que ciertos sectores denominados de izquierda quieran juzgar la lucha de la insurgencia colombiana.
Las FARC-EP son una organización política-militar que debe tener el respaldo de todas las fuerzas revolucionarias, porque han demostrado con el ejemplo de su lucha, que son muy importantes para el triunfo de la revolución latinoamericana.
“Divide y vencerás” es la máxima de los detentadores del poder. Frente a ello hay que hacer nuestra divisa el pensamiento de Bolívar: “Unidad, Unidad, Unidad”.
B - Para terminar, desde la lejanía, ¿como ves el conflicto vasco y su devenir inmediato?
D - En primer lugar hay que señalar que existe un gran desconocimiento de la gente sobre lo que sucede en Euskal Herria, debido a la campaña de desinformación llevada adelante, una vez más, por la industria mediática de la mentira.
La represión llevada a cabo por el Estado español contra las fuerzas revolucionarias que luchan por su independencia no sólo en el país vasco, sino en Cataluña, en Galicia, no es conocida. Las torturas a las que son sometidas los prisioneros políticos, el aislamiento, la dispersión en las cárceles para evitar que tengan contacto con los familiares no es tema digno de ser tratado por falsimedia.
La criminalización de todas las luchas llevadas a cabo por el pueblo vasco, que han cerrado todas las posibilidades de acción política legal dentro de Euskal Herria, es silenciada.
España ahora es campeona del mundial de fútbol y esa es la imagen que interesa promocionar, con una reina y unos príncipes vagos que celebran el triunfo con el cual han mantenido embrutecida a la población.
Es inconcebible pensar que existe en pleno siglo XXI un régimen monárquico, con un rey que fue impuesto por el franquismo, que no puede ser juzgado en caso de cometer un delito penal. Y ahí está la familia de Obama junto a ese decrépito, rindiéndole pleitesía. Es absurdo también que se exalte, incluso por la “izquierda”, la figura de un juez represor como Baltasar Garzón, payaso mediático responsable de la criminalización de la lucha de las y los revolucionarios vascos.
Por ello es importante que las y los revolucionarios en América Latina conozcan la lucha que se lleva adelante en Euskal Herria y así apoyarla decididamente.
El pueblo vasco, pese a la brutal represión que sufre, es ejemplo de lucha. Con ustedes estamos camaradas seguros de que vencerán.
Pues eskerrik asko por contestar a esta ráfaga de preguntas que te hemos planteado, sabes que Boltxe es tu casa y solo desear suerte a tu devenir personal, sabemos que eres una persona muy comprometida en las luchas populares de toda America y suerte también a los pueblos hermanos de América, en la pelea por la libertad y el socialismo.