La semana pasada, en la última entrega de Las líneas de Chávez, reflexionaba yo sobre el ataque por distintos flancos de la contrarrevolución para crear un caos en el país como preámbulo a las elecciones de septiembre. Aunque no han podido ni podrán con nosotros, ellos y sus amos extranjeros siguen y seguirán en lo mismo: sus propósitos no han variado en lo más mínimo.
Llama la atención la estrategia de difamación e intriga que han puesto en marcha en la arena mediática internacional. Alerto al pueblo: ellos cuentan con poderosas herramientas y las van a utilizar, a fondo, en la misma medida en que nos acerquemos al 26 de septiembre.
No hace mucho, en junio, lanzaron al aire un documental llamado Los guardianes de Chávez, realizado por gente vinculada al Grupo Prisa de España. Se trató de la presentación de un conjunto de groseras mentiras, con el fin de crear y extender una matriz de opinión para que se declare a Venezuela país forajido. Luego del estreno en los canales españoles Cuatro y CNN Plus, inmediatamente CNN en español se puso en sintonía y lo emitió en horario estelar, amén de realizar posteriormente varios programas especiales. Finalmente lo colgaron en Youtube y en 24 horas ya se registraban 45.530 reproducciones. Aquello fue una verdadera conflagración especializada y poderosísima, orientada a hacerle creer al mundo que el Gobierno Bolivariano es ilegítimo y terrorista.
En este mismo orden de ataque, el fin de semana pasado, la misma cadena CNN pasó varias veces un reportaje acerca de nuestra línea aérea Conviasa y sus vuelos tanto a Damasco como a Teherán. De nuevo un rosario de falsedades: que no tienen en el Medio Oriente control en las aduanas y, por eso mismo, viajan sospechosos que vienen a prepararnos en acciones terroristas; que Venezuela es la ruta perfecta para ingresar árabes islámicos en Nuestra América; que desde Maiquetía los aviones parten cargados de uranio nuestro para abastecer las plantas iraníes, y pare usted de contar.
Aunque este espurio reportaje es de aparición reciente, ya la línea editorial había sido difundida el 3 de agosto pasado por una página web llamada Painkiller. Allí el artículoHezbollah y las arepas: Terrorismo islámico en Venezuela da cuenta de una entrevista realizada por el diario bogotano El Tiempo en la que la directora general para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Dorit Shavit,orientó sus descalificaciones hacia nuestro país por el supuesto apoyo que aquí reciben “organizaciones terroristas”. Este mismo artículo se hace eco de una noticia publicada en el diario italiano La Stampa, que reportó que “los vuelos Caracas-Teherán servían para transportar material militar y tecnología nuclear a Siria, evitando los controles de Naciones Unidas y, a cambio, Caracas estaría recibiendo de Teherán armamento bélico y apoyo para actividades de inteligencia. De la misma manera otros medios han reportado que se están repartiendo pasaportes venezolanos a ciudadanos árabes para que estos puedan entrar y salir del país con mayor facilidad”. Vean ustedes, compatriotas, por dónde vienen los tiros y qué duro nos están atacando internacionalmente.
Y como si esta descarada andanada de calumnias fuera poco, el lunes pasado nos lanzan otro misil desde The New York Times, evidentemente en sintonía con la campaña interna que vienen adelantando los desestabilizadores medios privados venezolanos en relación con el tema de la inseguridad. Un señor que se hace llamar Simón Romero y que parece ser corresponsal de ese diario en nuestro país titula su entrega: Venezuela es más peligrosa que Irak. En qué cabeza cabe comparar la dimensión de la violencia desatada en Irak, producto de una invasión genocida, donde el llanto de los sobrevivientes no alcanzará, jamás ni nunca, para aplacar sus penas, con el problema estructural de la inseguridad en nuestro país, originado por las brutales desigualdades que heredó nuestro gobierno, y que hoy estamos enfrentando con la mayor firmeza y rigor, desde una visión preventiva y no represiva. Pero evidentemente no se le puede pedir un mínimo de objetividad a cierto periodismo de baja estofa que no hace sino acentuar el amarillismo más grotesco.
Ponderando el mes de batalla electoral que se avecina, y recapitulando todo lo dicho hasta aquí, debemos tener la dimensión exacta de cómo se están comportando los intereses que quieren ver a Venezuela de nuevo postrada ante las órdenes del imperio yanqui. Las fuerzas contrarias a la Revolución no sólo están en casa, también merodean por sus linderos y tienen la mira puesta en septiembre.
II
El jueves 26 de agosto asistimos a un maravilloso acto de graduación en el Teatro Teresa Carreño: Venezuela cuenta con 189 nuevos médicos cirujanos, de ambos géneros, como fruto del convenio entre la Escuela Latinoamericana de Medicina y la Universidad Rómulo Gallegos, esto es, se graduaron en Cuba y han revalidado su título aquí; a ellos hay que agregarles 86 médicos especialistas en Medicina General Integral, venezolanos y de todas partes de Nuestra América, y 95 médicos cirujanos revalidantes nuestroamericanos. Son, en total, 370 soldadas y soldados de la salud y la vida. Es un luminoso contingente que es expresión de la Venezuela fraterna y solidaria que batalla por la causa de la humanidad.
Me conmovió el inmenso fervor humanista y revolucionario de estos muchachos y muchachas: su infinita alegría porque ahora les toca comenzar a ejercer, formalmente, el más hermoso apostolado en Medicina Integral Comunitaria. Sé que ellas y ellos, lo digo con Bolívar, van a ser pacientes y constantes en el trabajo, para que la dinámica de socialización de la Medicina se consolide y profundice por toda nuestra geografía. El ejemplo preclaro y señero del Batallón 51 les marca el camino a seguir, junto con la gran referencia formativa y ética de la Cuba revolucionaria a la que la gratitud le es tan debida como la admiración.
En mi intervención del jueves hice énfasis en la necesidad de acelerar Barrio Adentro 3 y 4. Acelerar en la repotenciación de los hospitales que ya tenemos y en la construcción de los nuevos hospitales especializados que necesitamos: es inadmisible la menor demora porque se trata de la salud de nuestro pueblo. Ahora bien, compatriota que me lees, ten la certeza de que lo hecho en 10 años es muy pequeño en comparación con lo que vamos a hacer los próximos 10, los próximos 20 años.
III
El viernes 27 de agosto se realizó la quinta entrega de recursos del Fondo Bicentenario Productivo Socialista: firmamos siete acuerdos para la creación de empresas conjuntas con el fin de continuar acompañando y apoyando a los verdaderos emprendedores y emprendedoras de Venezuela. A través del Fondo hemos invertido hasta ahora 2 mil 37 millones de bolívares, para financiar 234 proyectos socioproductivos que se orientan hacia la satisfacción de las necesidades básicas de nuestro pueblo. Se trata de producir colectivamente lo que necesitamos para que todos podamos vivir mejor.
IV
El miércoles 25 de agosto arrancó la campaña electoral: se inició una batalla política tan trascendente como decisiva, que debe definirse a favor de la Revolución Bolivariana el 26 de septiembre. Tenemos que impedir, a toda costa, que la contrarrevolución convierta a la Asamblea Nacional en un espacio para desestabilizar y sabotear la dinámica transformadora. Blindar revolucionariamente la Asamblea es, por el contrario, asegurar la continuidad del proyecto socialista que necesita traducirse, como ya lo está haciendo, en una nueva legalidad; y es, también, abrirle los caminos al ejercicio del pueblo legislador.
Necesitamos una victoria categórica e indiscutible porque, vuelvo a repetirlo, está en juego la suerte de nuestra Revolución y la vida misma de la Patria. Se trata entonces de una prueba de fuego para el PSUV y para todas las fuerzas revolucionarias.
La poderosa energía del pueblo movilizado y organizado ya se siente por todas partes: una fuerza militante de 2 millones de compatriotas ya está desplegada en los 87 circuitos electorales. Ahora bien, nuestra superioridad numérica tiene que traducirse en la mayor eficacia política y en la más alta calidad revolucionaria durante todo el desarrollo de la campaña: debemos consolidar el voto revolucionario duro y, sobre todo, ganar el corazón y la conciencia de quienes todavía dudan o no se han convencido de las bondades de la vía venezolana hacia el socialismo. Quiero hacer énfasis en una tarea de la mayor importancia para los patrulleros y las patrulleras: hay que recuperar, con inteligencia y tesón, un caudal de votos nuestros que pasaron a engrosar las filas de la abstención, expresando a hombres y mujeres que no son contrarrevolucionarios ni contrarrevolucionarias.
Quiero parafrasear al Mariscal Sucre: de los esfuerzos que hagamos cada día dependerá la amplitud de la victoria popular del 26 de septiembre. Y tengo la certeza de que vamos a vencer.
Patrulleros y patrulleras: ¡A la carga!
¡A paso de Vencedores!