El trabajador fallecido el pasado miércoles , portugués de 49 años, murió electrocutado en las obras del TAV en el municipio alavés de Durana al recibir una descarga producida, al parecer, al crearse un arco eléctrico entre una grúa y una línea de media tensión.El hombre trabajaba como peón para la empresa Construgomes, subcontratada por la Unión Temporal de Empresas Ave Zadorra, adjudicataria de la obra del TAV, de la que es responsable el Ministerio de Fomento.
Según el primer informe elaborado por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral Osalan, la muerte del trabajador ocurrió cuando una grúa con el gancho elevado trataba de recoger una pieza y su conductor no vio que había una línea eléctrica porque al parecer “le daba el sol de frente”.
Los técnicos de Osalan que acudieron al lugar no apreciaron que hubiera contacto del cable de izado de la grúa con la línea eléctrica pero comprobaron que “el guante de la mano izquierda del fallecido presenta una perforación” y que también había señales de la descarga eléctrica en la pica. Todo ello hace suponer, según Osalan, que el trabajador fallecido tenía agarrada la pica cuando entre el cable de la grúa y la línea eléctrica se produjo lo que se denomina un “arco eléctrico”, es decir una descarga que se forma entre dos electrodos sometidos a una diferencia de potencial.
“No se puede permitir que la administración actúe como cualquier otro promotor saltándose a la torera las condiciones laborales y las normas de seguridad”, han subrayado representantes sindicales
ELA y LAB han desplegado sendas pancartas con el lema: “No más accidentes de trabajo.2010:45 muertos”, durante una concentración a la que se ha sumado la coordinadora AHT Gelditu cuyo portavoz, Jesús Oñate, al igual que LAB, ha reclamado la paralización de las obras.
Iker Espolosin, portavoz de LAB, también ha culpado del último accidente de Álava a la administración central porque en este caso “ha habido un fallo de prevención y de coordinación”.
“Está claro que debería de estar recogido en el plan de seguridad laboral la existencia en la zona de una línea de alta tensión y que se debería de haber prohibido trabajar con esa máquina en el lugar”, ha opinado el dirigente de LAB.
El del miércoles es el segundo accidente laboral mortal que se produce en las obras del TAV en Álava, tras el que tuvo lugar en julio de 2008 en Luko, donde un trabajador rumano murió aplastado por una estructura del encofrado.