Amparándose en la brutal reforma laboral recientemente aprobada, la dirección de UPS ha escrito hoy una de las páginas más negras en su ya largo camino de atropellos a los trabajadores. Después de dos EREs y sus correspondientes recursos de alzada rechazados con resoluciones que negaban rotundamente la existencia de causa alguna para los despidos; de un recurso contencioso administrativo que todavía está tramitándose; y un tercer ERE que se han visto, hace apenas una semana, obligados a retirar para no recibir otro varapalo como en los dos anteriores, hoy viernes y en plenas y más que merecidas vacaciones, UPS ha enviado carta de despido a NUEVE compañeros/as.
Esta multinacional lleva muchos años, y especialmente los tres últimos, aplicando una política de acoso y derribo, de hostigamiento sin límite contra los trabajadores/as de Vallecas. En esta lucha sin tregua contra los planes de la empresa ya perdimos un compañero, Joaquín, y sobre la cabeza de esta dirección de tiranos y su corte de miserables recae y recaerá toda la responsabilidad por los gravísimos daños físicos y sicológicos que están sufriendo muchos trabajadores/as de UPS Vallecas. Con esta medida pretenden que cunda el miedo y el desánimo. Por eso no es casualidad que los nueve compañeros y compañeras despedidos/as sean de la primera línea de lucha, prácticamente todos afiliados al sindicato COBAS y reconocidos/as no solamente por el resto de compañeros de trabajo, sino por haber participado activamente en numerosas actividades y manifestaciones contra los despidos en UPS, pero también contra la reforma laboral o el pensionazo. Algunas de ellas fueron las encargadas de leer los comunicados unitarios en las recientes manifestaciones celebradas en Madrid. Los directivos de UPS son valientes para, desde sus despachos, urdir entre gallos y media noche sus siniestros planes y jugar así con el pan y la vida de 100 familias, pero se vuelven extremadamente cobardes cuando tienen que dar la cara ante los trabajadores. Por eso, incapaces de hacerlo ellos mismos, tuvieron que mandar a la nave a entregar las cartas de despido a vigilantes de seguridad. Ahora convierten a los vigilantes de seguridad, con sus malditas cartas, en “emisarios del demonio”. Si estos despidos tienen el propósito, como todo indica, de disuadirnos a todos y terminar con la lucha de los trabajadores de UPS Vallecas, se vuelven a equivocar de punta a punta. Estamos dolidos/as, sí; furiosos/as, sí; pero firmes en la lucha y ahora con NUEVE razones más para seguir en pie de guerra. Y así se lo vamos a demostrar a esta gente, que tiene mucho dinero pero muy poquita vergüenza… y valentía.
Comité de Empresa de UPS Vallecas
Madrid, 30 de julio de 2010