Después de publicadas las dos Reflexiones sobre el libro del escritor Daniel Estulin, titulado “La verdadera historia del Club Bilderberg”, el autor envió un mensaje solicitando entrevistarse conmigo. Deseaba que antes del encuentro leyera un capítulo importante de su nuevo libro que está por publicar y debía ser traducido del inglés.
Ayer me lo entregaron ya traducido en Cuba. Su contenido es espectacular y merece ser analizado en sus aspectos esenciales. Seleccionando párrafos de ese material ofrezco una idea del contenido del capítulo, que ofrece importantes datos que para los técnicos implica un desafío.
El autor comienza afirmando:
“Éste es el capítulo más extraño que usted podrá encontrar jamás en un libro, en este o en cualquier otro que se haya escrito […]. Las últimas piezas del rompecabezas serán puestas en su lugar para que usted pueda ver la imagen del mundo en que vivimos. […] no será tan fácil hacer que usted crea en ella por razones puramente sicológicas. Ello podría deberse en parte a nuestra propia mentalidad servil que tan esmeradamente creó en nosotros la propaganda inhumana que con tanta fuerza ha estado dirigida contra la humanidad desde el siglo XIX.”
“…pequeños grupos de conspiración han actuado contra Cuba, Laos, Afganistán y Nicaragua. Durante décadas han estado involucrados en todo, desde las drogas y el tráfico de armas hasta los asesinatos, la guerra encubierta y el terrorismo abierto.”
“Personas como George H.W. Bush; William Casey, ex director de la CIA; […] Oliver North, el ex hombre-punta del Irán-Contras; y Mike Harari, segundo al mando del Mossad son algunas de las más notorias en este glosario de agentes de operaciones encubiertas…”
“Este capítulo trata de las armas de destrucción masiva. Las armas atómicas, las armas nucleares, las mini-armas nucleares.”
“En este capítulo analizaremos el atentado con bomba en la ciudad de Oklahoma, del cual se culpó a la extrema derecha estadounidense; el de Bali, del cual se culpó a los terroristas islámicos; el asesinato de Rafiq Hariri, del cual se culpó a Siria; y el atentado en la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas, del cual se culpó a ETA.”
“Según la información oficial, a las 9:02 a.m. (Hora Estándar del Centro) del 19 de abril de 1995, el camión Ryder, que contenía aproximadamente 2 300 kilogramos de fertilizante y una mezcla de nitrometano, detonó frente al lado norte del Edificio Federal Alfred P. Murrah de nueve pisos. La explosión destruyó la tercera parte del edificio y creó un cráter de 9 metros de ancho por 2.4 metros de profundidad en la calle NW 5th Street próxima al edificio. La explosión destruyó o dañó 324 (¡!) edificios en un radio de dieciséis cuadras, destruyó o quemó 86 autos en los alrededores del lugar y quebró cristales en 258 edificios cercanos. La destrucción de los edificios dejó a varios cientos de personas sin hogar y provocó el cierre de múltiples oficinas en el centro de la ciudad de Oklahoma. Al menos 168 personas murieron y otras 853 resultaron lesionadas; la mayoría de las lesiones eran quemaduras. Los efectos de la explosión pudieron escucharse y sentirse hasta una distancia de 89 kilómetros.”
“Aunque la versión oficial haya sido confirmada por el gobierno de los Estados Unidos y la mayoría de los medios corporativos, no será especialmente difícil desmentir la versión ‘oficial’ con una versión más sensata de los acontecimientos:
“1. Los coches bomba no dejan cráteres; los cráteres sólo pueden ser ocasionados por una carga soterrada. Incluso si usted coloca una bomba nuclear en un camión y la hace detonar, aún en estas circunstancias, la bomba no dejará un cráter.
“2. Los explosivos convencionales no provocan el incendio de los autos en los alrededores del lugar de la explosión…”
[…]
“4. Las explosiones convencionales no le causan quemaduras a sus víctimas ‑éste es un rasgo típico de las explosiones nucleares- porque esas quemaduras son provocadas solamente por las radiaciones térmicas.
“5. Los explosivos convencionales no provocan ningún impulso electromagnético (EMP, por sus siglas en inglés) que pudiera calcinar las tarjetas de circuitos impresos de las computadoras de los alrededores.”
“6. […] El monto de los daños era el típico provocado por al menos 10 bombas de 10 toneladas cada una de las que utiliza la aviación moderna, o el provocado por una ‘mini-bomba nuclear’ programada para explotar con la potencia correspondiente ‑es decir, 0.1 kilotones.”
“9 …una magnitud de 3.52 en la escala Richter es típica de una ‘mini-bomba nuclear’ de 0.1 kilotón ‑el equivalente a 100 toneladas métricas de TNT.”
“10. Un volumen de 2 300 kilogramos de fertilizante (el equivalente a 1.8 toneladas de TNT), aún cuando se entierre, nunca podría crear una señal sísmica de magnitud 3.0 (y si se coloca en un camión esta carga no producirá ninguna señal sísmica).”
“Un tal Sr. Timothy McVeigh confesó haber cometido el crimen. Fue juzgado, condenado, sentenciado a muerte y ejecutado mediante inyección letal el 11 de junio del año 2001. El ataque había sido el peor acto terrorista en territorio estadounidense hasta el 11 de septiembre. Sin embargo, le dio al gobierno estadounidense la excusa que necesitaba y el pretexto necesario para la adopción de nuevas medidas de emergencia ‑el Proyecto de Ley contra el Terrorismo, que pocos meses después, pisándole los talones al 11 de septiembre, se transformaría en Seguridad de la Patria, que privaría a los ciudadanos estadounidenses de la mayoría de sus derechos constitucionales.”
“Desde Bali hasta la ciudad de Oklahoma; desde Kosovo hasta Moscú; desde Afganistán hasta Wall Street, estos acontecimientos le brindan al lector una visión de cómo opera el Gobierno en la Sombra, utilizando a traficantes de drogas, criminales y terroristas para que hagan lo que a dicho Gobierno se le antoje.”
“El hombre-punta para esas operaciones fue el veterano agente de la CIA, Theodore G. Shackley, quien trabajó en estrecha colaboración con personalidades de la mafia como John Roselli, Sam Giancana y Santos Traficante.”
“En 1975 Shackley se convirtió en Director Adjunto de la Dirección de Operaciones, quien lo designó a cargo de las Operaciones Encubiertas, la Contrainteligencia e, irónicamente, la Lucha Antidrogas, todas bajo el mando de George Herbert Walter Bush.”
“Fue en este contexto en el que Shackley se desempeñó como ‘consultor’ de actores tales como Bush padre, Oliver North, y el director de la CIA William Casey en su ilegal y sangrienta red de intercambio de armas por drogas cuyos resultados fueron decenas de miles de muertes y el hecho de que toneladas de drogas inundaran nuestras calles.”
“Desde Bahía de Cochinos hasta el caso Irán-Contras; el atentado con bomba en la ciudad de Oklahoma; el vergonzoso bombardeo nuclear contra los kurdos en Kirkuk, al norte de Irak; el bombardeo nuclear contra la famosa mezquita chiíta de Khillani, en Bagdad y el bombardeo nuclear cuádruple sin precedentes contra la secta satánica Yazidi cerca de Mosul en Irak, que impuso un nuevo récord en víctimas humanas ‑más de 550 muertos y varios cientos de lesionados.”
“Siendo aún miembro del ejército, Timothy McVeigh le escribió una carta a su hermana donde le decía que había sido seleccionado para integrar la Unidad de Operaciones Tácticas (CTU por sus siglas en inglés) (los Boinas Verdes) de las Fuerzas Especiales, (que estaba involucrada en actividades ilegales).”
“Es muy probable que se le haya dicho que tenía la importante misión de infiltrarse en una organización terrorista y evitar un ataque con bomba. Este es un cuento que un hombre joven e impresionable como McVeigh se hubiera creído.”
“De cualquier forma, el hecho de que existieran dos ‘Timothy McVeighs’, así como existieron dos Oswalds, sugiere la existencia de una sofisticada operación de inteligencia, destinada a colocar a McVeigh en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Al igual que Oswald, McVeigh probablemente se creyó que era un agente del gobierno, que era parte de un proyecto secreto.”
“…fue engañado, lo convirtieron en cabeza de turco y finalmente lo mataron. Caso cerrado. Las pruebas fueron destruidas. Sin embargo, las preguntas aún no han sido respondidas.”
“12 de octubre de 2002. Atentado con bomba nuclear en un club nocturno de Bali.”
“Según la versión oficial del atentado con bomba en Bali, una tonelada métrica de explosivos convencionales colocada en un vehículo tipo jeep explotó en las inmediaciones del Club Nocturno Sari, provocando la muerte inmediata de 187 personas, lesiones fatales a muchas otras, enormes bolas de fuego, provenientes supuestamente de los balones de gas para cocinar, la demolición de los edificios circundantes al lugar de la explosión y grandes fuegos que se esparcieron por los alrededores.”
“Una de las primeras informaciones sobre el atentado con bombas en Bali llegó a través de Fox News: ‘Atentado con bomba en club nocturno indonesio es catalogado como acto terrorista’. ‘La explosión tuvo lugar alrededor de las 11:p.m. […] El lugar se encontraba abarrotado de personas, y se incendió en un milisegundo’.”
“La palabra ‘milisegundo’ constituye uno de los lapsos más imperdonables. Al igual que ‘nivel cero’, esta palabra está reservada para las explosiones nucleares. De modo que nunca, bajo ninguna circunstancia, uno utilizaría esta extraña palabra al referirse a una explosión, a menos que estuviésemos hablando de una explosión nuclear.”
“El problema es que una explosión convencional, por grande que sea, no produce ni calor ni llamas.”
“Otro turista […] declaró lo siguiente: ‘Sentí que mi hotel se sacudió violentamente y corrí a mirar por la ventana. En la distancia pude ver una gran nube blanca en forma de hongo, y supe que no estaba observando un ataque ordinario’.”
“Yo creo que todo el mundo sabe qué significa en realidad una nube en forma de ‘hongo’.
“Además, las explosiones ordinarias no provocan incendios en los edificios aledaños. Son las explosiones nucleares las que provocan incendios en los edificios aledaños ‑debido a la intensa radiación térmica que emana instantáneamente de las bolas de fuego.”
“La policía indonesia declaró que el número total de muertes había ascendido a la increíble cifra de 202 víctimas. Usted no podría ser capaz de matar instantáneamente a un par de cientos de personas y lesionar no sólo a otros cientos, sino a miles con una carga de 1000 kilogramos de explosivos convencionales colocados en un jeep.”
“¿Acaso sabía el gobierno de Indonesia que lo que había explotado en Bali había sido una bomba nuclear? Por supuesto que sí. Por ejemplo, el vicepresidente de la Cámara, A. M. Fatua, al referirse a un supuesto terrorista que supuestamente había colocado la bomba, declaró lo siguiente: ‘Mi conciencia me dice que él no es el autor principal. No creo que Amrozi (el supuesto terrorista) haya tenido la capacidad para haber realizado todos los preparativos para el ataque con bomba, como la detonación de un tipo de mini bomba nuclear en Bali’. De modo que, el vicepresidente de la Cámara de un país con una población de más de 200 millones de personas sabía que se trataba de una ‘mini bomba nuclear’. ¿Lo sabía la entonces Presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri? Y si lo sabía, ¿por qué no dijo nada?”
“Existe una versión ‘confidencial’, conocida por supuesto por el gobierno indonesio, los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos y el Mossad israelí ‑según la cual se trató de una ‘mini-bomba nuclear’ que detonó con una potencia de 0.01 a 0.015 kilotones según la potencia equivalente en TNT, y que la ‘mini-bomba nuclear’ pertenecía a ‘Al Qaeda’.”
“En el capítulo anterior he demostrado de manera concluyente que a Al Qaeda le sería más fácil armar, a todo correr, una nave espacial de madera y aterrizar en la Luna que tener acceso a una mini-bomba nuclear. También he demostrado que cuatro naciones cuentan con la capacidad técnica para fabricar una mini-bomba nuclear ‑los Estados Unidos, Rusia, Francia e Israel. Fuentes confidenciales indonesias le confirmaron a la inteligencia nuclear rusa que la bomba pertenecía al Mossad de Israel.”
“Las pruebas fotográficas que demuestran el uso de un arma no convencional fueron eliminadas casi de inmediato de todos los principales medios de difusión, aunque no de la cámara de video de un aficionado que proporcionó la foto que se aprecia en la parte central superior. […] La sola presencia del propio cráter demuestra que el arma fue detonada por debajo de la superficie del suelo, mientras que la profundidad del cráter, además de su diámetro, demuestra la profundidad a la cual el arma fue colocada originalmente.”
“Comenzaremos por el final: Fue una gran explosión nuclear que no tenía nada que ver con ninguna ‘mini-bomba nuclear’. Sin embargo, oficialmente se dijo que había sido un ‘coche bomba’, como ha sido la tradición. […] ‘confidencialmente’ varios ‘patricios’ dijeron que había sido una ‘mini-bomba nuclear’.”
“El 30 de diciembre de 2006 la banda terrorista ETA coloca una bomba en una furgoneta que iba cargada con entre 200 y 500 kilos de explosivos, según las Fuerzas de Seguridad del Estado. La agencia EFE, recoge de fuentes de la investigación que las primeras estimaciones policiales apuntan a que ETA podría haber utilizado cerca de 500 kilos de explosivos para cometer el atentado.
“Estas fuentes han añadido que el cálculo (200−500 kilos) está basado en los efectos visibles de la explosión y en la experiencia de los técnicos en desactivación de artefactos.
“La furgoneta bomba, un Renault Traffic, estalló el mismo día, un sábado, 30 de diciembre de 2006 a las 9:01 en el aparcamiento D de la T4 del madrileño aeropuerto de Barajas. La explosión provocó una densa columna de humo y el hundimiento de cinco plantas del módulo D del aparcamiento de la T4.
“Como consecuencia del atentado se ha derrumbado el 60% del módulo D y ha afectado a tres de los seis módulos que conforman el aparcamiento de la T4, en el que los etarras aparcaron la Renault Traffic de color granate. Los bomberos confían en quelas llamas terminen por extinguirse solas.
“Sobre el vehículo utilizado, la Policía ha emprendido una línea de investigación que apunta a que la furgoneta fue robada hace tres o cuatro días en alguna localidad del País Vasco. En concreto, informa EL MUNDO, podría estar matriculada en la localidad guipuzcoana de Ordizia aunque fue robada en Francia.
“¿Puede alguien en su sano juicio creer que se puede demoler una parte tan grande de una estructura de concreto reforzada con acero utilizando sólo 200 kilogramos de explosivos convencionales colocados en un solo lugar? […] El máximo daño que una explosión convencional de 200 kilogramos pudo haber causado, habría dañado parte del concreto de las instalaciones que se encontraban en las inmediaciones del lugar de la explosión; los pisos (el piso superior y el inferior, no más) y varias de las columnas de los alrededores.”
“…la estructura real no estaba hecha sólo de concreto, sino de concreto reforzado con acero. El radio de un área tan dañada sería muy limitado (de 20 a 30 metros como máximo). Una vez más, las posibilidades de que una gran estructura reforzada con acero colapse por la detonación de 200 kilogramos de explosivos colocados en un solo lugar son nulas.”
“Lo más que usted podría lograr en este caso (si usted fuera un experto profesional en demoliciones y fuera a colocar su coche bomba en el lugar exacto) sería el debilitamiento total de una columna. Sin embargo, usted no podrá debilitar dos columnas a la misma vez con un solo coche bomba. Ahora, observe nuevamente la foto anterior y medite. ¿Cuántas columnas de concreto reforzadas con acero tendría usted que debilitar para hacer colapsar toda la estructura central que ahora no existe?”
“…una sola explosión convencional no provoca la demolición de un edificio. Alguna otra explosión lo demolió. Lógicamente, es de suponer que fue demolido por una ‘mini-bomba nuclear’ ‑esa sería la típica verdad patricia acerca del acontecimiento. Pero, desafortunadamente, usted no puede demoler un edificio tan grande reforzado con acero, con tantas columnas y tanto espacio vacío entre sus pisos aunque detone una ‘mini-bomba nuclear’. Aún en el caso de que usted haga detonar su ‘mini-bomba nuclear’ a la máxima potencia disponible ‑1 kilotón- esto no sería suficiente para demoler completamente una estructura tan grande, fuerte y casi vacía.”
“Ni un solo vehículo presentaba indicios de haberse quemado, como ocurrió en la explosión de Bali. […] destruiría los autos restantes que se encuentren en las inmediaciones con su tremenda onda expansiva. Pero ninguno de estos efectos esperados fue reportado después de la explosión del ‘coche bomba’ en el aeropuerto de Barajas. Por tanto, podemos tranquilamente descartar la teoría de la ‘mini-bomba nuclear’.”
“De igual forma aquí están presentes algunos efectos verdaderamente extraños ‑si usted trata de trazar una línea imaginaria de arriba hacia abajo para indicar el límite exacto de la destrucción, dicha línea no sería vertical. Sería una línea en un ángulo de aproximadamente 45 grados. ¿Por qué una onda destructiva que ha causado estos daños se propagaría con este ángulo de inclinación?”
“Me imagino que usted haya entendido lo que he querido decir. Parece que aquí eso fue exactamente lo que ocurrió. Al parecer fue una gran explosión nuclear bajo tierra a una gran profundidad, debajo de la parte central del edificio del parqueo, la que ocasionó tal destrucción.”
“Además, el hecho de que las Fuerzas de Seguridad del Estado hayan errado sus cálculos acerca del tamaño de la explosión en un 150 por ciento es algo verdaderamente alucinante. El hecho de que el cálculo (200−500 kilos) esté basado en los ‘efectos visibles de la explosión y en la experiencia de los técnicos en desactivación de artefactos’, me hace pensar dos cosas. 1) Estos son los agentes más ineptos que existen sobre la faz de la Tierra, comparables, en el mejor de los casos, con el famoso Inspector Cluzeau. 2) Estos agentes afirmaron inmediatamente que la explosión había sido causada por una bomba nuclear, y trataron de ocultarles las pruebas a la población en general.”
“No tengo dudas de que los dos terroristas ETA de hecho hayan parqueado su Renault Traffic en el aparcamiento D de la Terminal 4. Cuando admitieron su culpa ante los tribunales, estoy seguro que pensaron que sus acciones habían provocado el caos. Sin embargo, el daño real, el daño nuclear, provino de una bomba nuclear enterrada a gran profundidad dentro de la terminal. ¿Quién lo sabía y quién lo hizo? No lo sé. Pero creo que he demostrado quiénes no lo hicieron.
“Conclusiones en relación con los atentados con ‘mini-bombas nucleares’, alias ‘coches bomba’ y ‘camiones bomba’:
“1) Las ‘mini-bombas nucleares’ existen.
“2) Se dice ‘confidencialmente’ que estas ‘mini-bombas nucleares’ pertenecen a varias organizaciones terroristas, casi invariablemente las llamadas organizaciones ‘musulmanas’.
“3) Estas ‘organizaciones terroristas’ no vacilan en utilizar estas ‘mini-bombas nucleares’ contra diferentes objetivos, la mayoría de ellos civiles.
“4) Estas ‘mini-bombas nucleares’ provocan explosiones de una potencia inusual ‑equivalentes a cantidades irracionales de TNT u otros explosivos convencionales que pudieran apenas caber en el interior del más grande de los camiones, para no hablar de un vehículo de pasajeros.”
Estulin continúa razonando sus puntos de vista en los párrafos 5, 6, 7, 8, 9, 10, algunos de ellos extensos, que omito en aras de la brevedad ya que no son indispensables para comprender su tesis.
Al llegar al 11 en la página 64 una vez más afirma:
“11) Estas ‘mini-bombas nucleares’ sólo pudieron ser fabricadas como máximo por cuatro de los países más desarrollados ‑los Estados Unidos, Rusia, Francia e Israel.
“12) El ‘Grupo Secreto’ realiza casi todos estos atentados con las modernas ‘mini-bombas nucleares’, probablemente sólo con un par de excepciones. Este ‘Grupo Secreto’, ya sea estadounidense, israelí, francés o ruso, no tiene nada que ver absolutamente con el Islam.
“13) En todos los atentados con las modernas ‘mini-bombas nucleares’, con excepción de un par de casos, se utilizan las ‘mini-bombas nucleares’ de tercera generación ‑la más reciente‑, que son lo suficientemente pequeñas como para que puedan ser ocultadas en el sistema de alcantarillado.
“14) Si bien las ‘mini-bombas nucleares’ pudieran obviamente destruir un área extensa donde existan construcciones de estructuras ordinarias, no pueden derribar completamente un edificio moderno fuertemente reforzado aun si explotan en sus inmediaciones ‑como quedó demostrado en el caso del atentado con bomba en Oklahoma en el año 1995 y también en el caso del atentado con bomba a las Torres Khobar en 1996.”
Con estas palabras concluye Estulin, en lo fundamental, el capítulo traducido del inglés de su último libro.