Esta­do de excep­ción en Iru­ña- Angel Arriaran

Ésa es la sen­sa­ción que ten­go, des­pués de ver los acon­te­ci­mien­tos ocu­rri­dos duran­te los últi­mos meses en nues­tra ciu­dad. Si duran­te el año no se pue­den sacar los olen­tze­ros de los barrios por­que el Ayun­ta­mien­to dice que son actos de enal­te­ci­mien­to del terro­ris­mo; si no se pue­den hacer cal­de­re­tes por­que hay dos veci­nos que se que­jan, aun­que se reco­jan más de 300 fir­mas que ava­lan y apo­yan este acto; si cuan­do se orga­ni­zan las fies­tas de los barrios, en vez de reci­bir apo­yo del Ayun­ta­mien­to, se reci­ben mul­tas, tra­bas y dene­ga­ción de permisos.

En defi­ni­ti­va si duran­te el año cual­quier ini­cia­ti­va popu­lar es ana­li­za­da con lupa por el Exce­len­tí­si­mo, lo acon­te­ci­do los pasa­dos San­fer­mi­nes es el col­mo de los col­mos: No se pue­de lle­var la iku­rri­ña, el día 6 al txu­pi­na­zo, sin que te apa­leen y te abran la cabe­za por par­te de la Poli­cía Muni­ci­pal (¿quié­nes son los vio­len­tos?). No pue­des ir a la pro­ce­sión a gri­tar (que no insul­tar) a la seño­ra alcal­de­sa sin que te empu­jen y te ame­na­cen los muni­ci­pa­les (¿quié­nes son los vio­len­tos?). Una peña no pue­de pasar por la Pla­za del Cas­ti­llo, el día 7, a la hora del par­ti­do sin que sea agre­di­da (¿quié­nes son los vio­len­tos?). No pue­des dis­fru­tar de los actos que orga­ni­za Gora Iru­ña (inclui­dos actos infan­ti­les) por­que la mayo­ría son en eus­ke­ra y dice el Ayun­ta­mien­to que no apor­tan nada a la fies­ta (¿qúe apor­tan Los del Río y Ber­tín Osbor­ne?). No pue­des bai­lar al son del txis­tu y la gai­ta por la retrans­mi­sión de dos par­ti­dos de fút­bol, cuan­do es el Ayun­ta­mien­to el que orga­ni­za los bai­les regionales.

Ellos pasan delan­te de las peñas, mien­tras meren­da­mos, con toda su para­fer­na­lia de cami­se­tas, bufan­das, etc. y al gri­to de ¡viva Espa­ña! (per­so­na­je arma­do inclui­do) y noso­tros no pode­mos pasar por la Pla­za del Cas­ti­llo para evi­tar alter­ca­dos y con­fron­ta­cio­nes (¿quié­nes son los vio­len­tos?). Ante todo esto, lo úni­co que nos fal­ta por aguan­tar, a una gran par­te de la ciu­da­da­nía de Iru­ña, que no tene­mos la ideo­lo­gía del Ayun­ta­mien­to es que nos pon­gan el toque de que­da y no poda­mos salir de nues­tras casas a par­tir de las 10 de la noche, o si no serás arres­ta­do por la Poli­cía Muni­ci­pal, con el Sr. San­ta­ma­ría a la cabe­za. Y siguien­do el rit­mo de los acon­te­ci­mien­tos, no va a tar­dar mucho en que esto se haga realidad.

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