Fidel, una mesita, algunos papeles, una botella de agua. A sus espaldas el retrato de Martí ‑de pie, junto a un secreter de madera- es el único lujo de la salita. Se trata de la pintura que hemos visto en la televisión, durante la entrevista que le hicieron los periodistas venezolanos y en las fotografías de los encuentros que ha tenido con varios visitantes en las últimas semanas. Es el Martí de la foto de Jamaica, de traje y reloj al costado, a quien el autor anónimo del lienzo ha borrado los “yerbajos” del fondo, imagen que conmueve “como una oscura música/que no comprendo bien”, como dirían los versos de Fina García Marruz.
Esta vez el auditorio de Fidel es familiar a los cubanos. Los domingos la Mesa Redonda descansa y regularmente se retransmite uno de los programas de la semana. No fue así este 22 de agosto, cuando un grupo de panelistas habituales fueron invitados a dialogar con Fidel, sin cortapisas: Randy Alonso, Arleen Rodríguez, Reinaldo Taladrid, Lázaro Barredo, Bárbara Betancourt, Nidia Díaz, Marina Menéndez, Oliver Zamora y Aixa Hevia. “Lo que yo necesito es que ustedes me hagan las preguntas más difíciles que me puedan hacer”, sugiere el Comandante en Jefe cuando nos recibe.
Lázaro Barredo comienza: “Hay quien cree que usted está siendo catastrofista”. Fidel reflexiona: “Sostener eso casi es una vergüenza. Y es conveniente que la gente se avergüence de su ignorancia. Si la gente se avergüenza de su ignorancia, va a aprender. Y si aprenden hay una esperanza.”
Nadie cuenta con la guerra, comenta. “Unos están dispuestos a lo que sea ‑Israel-. Otros están dispuestos a enfrentar el gobierno universal que le quieren imponer ‑el mundo más horrible que se podría concebir es el que quiere imponer el grupo de millonarios…”
El problema, señala, es el nuevo contexto que emerge en esta situación de pre guerra. “El mínimo de armas nucleares que se calculan hoy es de 20 000. Científicos nucleares cubanos aseguran que son 25 000 los artefactos nucleares y yo he hablado de que tienen una potencia 450 000 veces similar a la que destruyó Hiroshima. ¿Saben cuántas armas hacen falta detonar para que se produzca un invierno nuclear total, que oscurezca el mundo? Cien.”
Una sola guerra parcial, por ejemplo, entre la India y Pakistán, “esa sola guerra entre dos países debilitos nuclearmente, podría producir ese invierno”, asegura. Sobre la base de las 25 000 armas nucleares, basta el 0,0004 por ciento de las bombas existentes para llevar al planeta al invierno nuclear. “Fíjate si el problema es serio”, enfatiza.
ISRAEL
Randy y Taladrid comentan una información que publicara en la noche del sábado The New York Times: el gobierno de los Estados Unidos informó a Israel que Irán no tendrá capacidad nuclear hasta por lo menos dentro de un año, y por tanto, no es necesario ningún plan de ataque por ahora.
“Sí, versiones periodísticas plantean que Irán tiene atrasos, porque las piezas para su planta nuclear no son muy modernas, no son de primera calidad y eso puedo retrasar el proyecto. Pero de todas formas a Israel le parece horrible que los iraníes estén tan cerca de poseer el arma nuclear, no importa cuando. Como si tardan tres años. Es algo intolerable para los israelitas. Y esa es una razón para atacar, si no atacan los yanquis”, complementa Fidel.
En la sala nadie se mueve. El Comandante habla despacio, midiendo las palabras. Tiene en sus manos un reciente análisis de The Atlantic, prestigiosa revista de Boston, que fundamenta la posibilidad de un ataque inminente en el Golfo Pérsico. El periodista Jeffrey Goldberg sostiene que “Israel se está preparando para bombardear a Irán”, afirmación que aparece en la portada de la página web de la publicación y ha generado un intenso debate en los Estados Unidos, unas 15 respuestas de analistas, aún antes de que el artículo se publique en la edición impresa.
“Este periodista presenta la posición de los países del Medio Oriente, que le tienen miedo a Irán. Tienen tales conflictos religiosos, tales antagonismos que deben estar asustados con razón. ¿Qué dejan para el mundo los israelitas? A ellos no les conviene avisarle a los yanquis que salieron los aviones israelíes, sino que lo quieren es comprometer a los yanquis. Si sale mal la cosa, esto sí que es el acabóse.”
FUERZA DE PERSUASIÓN
Fidel ha invitado a Cuba a Daniel Estulin, autor de la trilogía sobre el Club Bilderberg, un grupo integrado por multimillonarios e influyentes políticos que se reúnen anualmente en secreto para decidir el destino del mundo. “Conversar con él nos ayudará a aumentar lo que llamo ‘la fuerza de persuasión’”, asegura.
Luego comenta algunos de los 216 cables de agencias que entre el primero de junio y el 19 de agosto circularon en el mundo referidos al conflicto. “Ahora estamos en la cuenta regresiva de los 90 días otorgados por el Consejo de Seguridad para comenzar a inspeccionar los barcos. Termina el 9 de septiembre ese plazo. ¿Se va a desanimar Irán? ¿Qué le queda por inventar a los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad?”
El Comandante le pide a Randy que lea a todos el borrador de la Reflexión que acaba de terminar, titulada “Listo para seguir discutiendo”, donde reitera que el Presidente Barack Obama es el único que puede dar la orden de inicio de la guerra nuclear. E insiste ante una pregunta de Taladrid sobre el papel de Rusia y China en el conflicto: “Si (estos dos países) se juntan para decirle a Obama bien claro que puede evitar el conflicto, puede ser enorme esa fuerza”.
El líder de la Revolución considera que hay una circunstancia sicológica que gravita en los acontecimientos: “Los iraníes creen que los israelíes no se van a atrever, porque sería una locura muy grande, y a ellos (los iraníes) la muerte no los asusta”, dice.
¿Cómo van a controlar los norteamericanos, por ejemplo, a Iraq, ahora que han ido retirando las tropas?, pregunta Randy. “No pueden controlar ese país. Ellos están metidos en un problema en el cual no tienen control, en la lógica vieja. Pero hay una nueva situación en la que todo cambia. Hay un viejo pensamiento y un nuevo pensamiento, ambos relacionados con la capacidad destructiva de estas armas y el peligro de guerra.”
¿Puede Obama o no puede decidir en estas circunstancias? “El tiene un poder constitucional. Él puede decidir. Tiene una Constitución que le da el derecho de ser el primero que apriete el gatillo. Más nada. Y por una vez la piel de zapa, que le permite satisfacer un deseo y no tres, como al protagonista de la novela (de Balzac). Solo puede pedir una cosa. Puede pedir la paz.”
KENNEDY
En un intervalo de la conversación, Taladrid comenta la entrevista que Fidel le concedió al periodista francés Jean Daniel, enviado a Cuba por el Presidente John Kennedy con la secreta misión de explorar las posibilidades de diálogo entre los dos países.
El viernes 22 de noviembre de 1963, día en que asesinaron a Kennedy, el Comandante en Jefe y el periodista almorzaban en una casa en Varadero y de pronto sonó el teléfono. Les dieron la noticia de que Kennedy había sido herido de gravedad en Dallas. Inmediatamente encendieron un radio donde escucharon los primeros detalles del magnicidio. Recuerda Jean Daniel que Fidel se preocupó: “Esto es terrible, ahora van a decir que nosotros lo hicimos”.
“A Jean Daniel ‑dice Taladrid- le impresionó mucho que usted comentó molesto que en aquel momento tan doloroso para la viuda, la prensa describía con detalles morbosos cómo a ella le corría la sangre por el vestido, y usted dijo: ‘No tienen decencia’. Y luego cuando se anunció la muerte del Presidente, se hizo un silencio y usted comentó: ‘Jean Daniel, esto es el final de su misión’.”
“Nadie tuvo que contarnos nada ‑recuerda Fidel-. Escuchamos la noticia en la radioemisora de Estados Unidos. Lo conté una vez: él (Kennedy) abrió la posibilidad de que se levantara el bloqueo, que era lo que más daño nos hacía.”
Fidel asegura que se leyó la biografía que le dedicó a Kennedy el historiador Arthur Schlesinger, de más de 900 páginas. “El vendió la tesis de que fue Oswald solo el culpable. Esa es la claudicación de un intelectual de prestigio. Ese libro confundió bastante, y hasta a mí mismo. Yo creía que el hombre que hizo la historia era honesto. Pero conscientemente, dijo una mentira.”
Y concluye: “Mira que han pasado cosas. ¡Oye, que en 50 años pasan cosas!”, se toca la frente y añade: “¡Y en 50 días miren cuántas cosas han pasado también!”
AJEDREZ POLÍTICO
Sobre los resultados del complejo ajedrez político en el que se juega hoy el destino de la especie humana, el Comandante en Jefe le dice a Arleen Rodríguez que “los yanquis están en jaque mate por más inteligentes que sean…”
El sistema se derrumba, lo mismo si hay guerra como si no, considera. “Todos tienen que desarmarse. Cuando se desarmen desaparece el imperio. Nadie puede decir cómo van a ser las cosas. Lo único que podemos decir es cómo no pueden ser las cosas…Nadie va a revivir después del riesgo de una guerra nuclear. ¿Van a construir armas nucleares otra vez? ¿Para qué?”
Taladrid encauza el diálogo hacia otra importante zona de conflicto: el sudeste asiático, donde se ha logrado detener temporalmente la crisis luego del diálogo entre la República Popular Democrática de Corea y la República Popular China. “Los coreanos dijeron la verdad a los chinos: ellos no hundieron el Cheonan. Pero cuando les echan la culpa, reaccionan diciendo que no se van a dejar desbaratar. Ellos pueden convertir a Seúl en un mar de llamas… No se van a dejar dar el primer golpe, después que la guerra estalle en Irán porque saben que de inmediato los atacarán. Seguro. De eso no se puede tener la menor duda.”
La conversación giró más tarde hacia nuestra región. Un hemisferio que no contaba en las guerras del pasado, pero que hoy tendría su cuota de sufrimiento y pérdidas por el vínculo con el país más poderoso y donde se asientan algunas de las principales fuerzas del poder mundial. “Colombia y México pueden influir para que cambien los acontecimientos”, asegura.
De los riesgos de todo tipo que enfrenta un Presidente con las características de Obama -”él tiene que cuidarse”, dice Fidel-; de las reales posibilidades que se crean para la liberación de los Cinco y de las experiencias cubanas que han convertido a su más importante líder político en el mejor entrenado para ver y alertar sobre los peligros de una dramática conflagración mundial, se trató en la última media hora del encuentro que se prolongó por más de 120 minutos.
“Está por ver qué va a ocurrir. Los políticos norteamericanos andan recorriendo el mundo y no saben cómo componerlo. ¡Tienen un enredo armado! Y como 20 cables cruzados. Si utilizan las armas nucleares, se desenreda todo. Hay que evitarlo. Es una situación nueva”, afirma.
Pero de nada valdría todo el esfuerzo que se está haciendo, si la guerra nuclear estuviera predeterminada. Fidel es enfático: “Tal como iba la cosa es lo que iba a pasar. Sin embargo, Obama sigue con el dedo en el gatillo y no dispone de mucho tiempo para tomar la decisión. Evitemos que lo haga. Todo lo que hay que hacer, hay que hacerlo ahora.”