Dicen que el hotel elegido por la familia Obama para pasar unos días de vacaciones, está ubicado en un pequeño pueblo de Málaga, llamado Benahavís. Los Obama llegan elmiércoles y lo harán acompañados de una legión de servidores y agentes de seguridad que ocuparán medio pueblo. Lo que no traerán consigo es una orden de detención decretada en su país contra los asesinos de José Couso.
Pese a que un magistrado español haya ordenado recientemente, la búsqueda, captura e ingreso en prisión del teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, el Departamento de Estado- que dirige el presidente estadounidense “amigo de Zapatero”- considera que no hubo delito. Los criminales de ese país tienen patente de corso.
Como ahora el señor Zapatero no saltará al ruedo a defender a nadie por “ser español” (como hizo con Aznar cuando Hugo Chávez lo puso en su lugar) los amigos de la justicia universal podrían apostarse en las puertas del pueblo para manifestar su repulsa ante la presencia de todos aquellos que, directa o indirectamente, protegen criminales y terroristas.
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