Reconozco que las posiciones de algunos comunistas vascos no dejan de sorprenderme. Y es que la cosa tiene su miga si unos se fija bien, ya que, la huelga planteada por los sindicatos amarillos de CCOO y UGT va a aclarar cuanta mediocridad ideológica se esconde detrás de muchos posicionamientos políticos que se dicen “revolucionarios” o quizás la afirmación sería cuanta mediocridad política encierran ciertos posicionamientos ideológicos.
Conste por delante, el que suscribe este texto no tiene nada en contra de la huelga convocada el 29‑S pero sí ciertos reparos en las argumentaciones de algunos comunistas vascos que justifican su apoyo a esta “huelga trampa”. (Así denominada por algún periodista en el diario Gara.)
La cosa la vamos a dividir en dos partes para que el lector se vaya poniendo en situación, no por capricho, sino porque algunos comunistas vascos que han decidido apoyar esta huelga no caen en la cuenta de que ellos mismos, con lo que han hecho, han dividido la lucha de liberación y la cuestión social como dos peleas distintas en Euskal Herria en su intento de justificar su argumentario, cuando en términos generales ellos defienden que las dos cuestiones son parte de un mismo proceso.
- Respecto a la cuestión nacional vasca. Estos comunistas vascos tomaron la decisión de acusar y afirmar hasta la saciedad que el proceso iniciado por la Izquierda Abertzale era un camino hacia el reformismo, carente de aspectos comunistas (entre ellas la de un partido que representara a la clase obrera) y que se escora hacia la socialdemocracia inevitablemente. El documento Zutik EH resumiría todos los temores. Lo realizado por la organización ETA además, confirmaría lo acertado de sus sospechas. La liquidación del proceso de liberación está en marcha. Acumular sectores con EA, Alternatiba, si me apuran también a los impresentables de Aralar y otros sectores, es ni más ni menos, que una traición al camino hacia la libertad del Pueblo vasco y mucho más a el Pueblo trabajador. Los comunistas abertzales de EHK y demás unos trotskystas de tomo y lomo, sin personalidad propia, que hacen seguidismo de la Izquierda Abertzale, sin capacidad de crítica.
- Todo ese razonamiento que expresan con toda rotundidad para criticar las nuevas líneas (si es que son esas, habrá que verlo) que lleva la Izquierda Abertzale y los comunistas abertzales respecto al proceso de liberación nacional, se esfuma. Pero hablamos de la cuestión social y algunos comunistas vascos se transforman, mutan y basan su apoyo a esta huelga-trampa con los siguientes argumentos:
-
- No se puede caer en la división de la clase obrera por la cuestión nacional, perjudica al movimiento obrero vasco.
- Ninguna de las dos estrategias sindicales va a resultar fructífera, las dos nos llevarán al mismo sitio, más tarde o más temprano.
- Se pueden lograr avances trabajando en el seno de las centrales sindicales más reaccionarias, para ello afirman que: “…lejos de mirar para otro lado, como comunistas debemos redoblar nuestros esfuerzos también en estas centrales reaccionarias, para hacer trabajo político en su seno.” Y sigo citando textualmente: “…allá donde este la vanguardia política del proletariado”. Para justificar este punto se echa mano de Lenin como si las situaciones históricas fuesen las mismas.
Resumiendo, cuando se habla de cuestión social parece que no hay posiciones reformistas, ni liquidacionistas ni socialdemócratas, pero sobre todo, afirmar que hay que trabajar en el seno de organizaciones sindicales reaccionarias no es, ni por asomo, un posicionamiento trotskysta.
En el fondo de lo que se trata es que en la pelea por la liberación del Pueblo Vasco, las dos luchas, la nacional y por el socialismo, formen parte de un mismo proceso, sean las dos caras de una misma moneda. La ofensiva lanzada por el capitalismo abarca esas dos caras, acabando con el proyecto histórico de “independentzia ta sozialismoa” se acelerará el desmantelamiento de los derechos de la clase trabajadora vasca en particular y será un granito de arena más a favor del capitalismo en su combate contra los derechos de los pueblos oprimidos y de la clase obrera a nivel mundial.
Por tanto, la contradicción no reside en la línea que lleva la mayoría sindical vasca, (con todos los reparos que podamos tener hacia ella), sino que se encuentra en la acción de un sindicalismo no ya reformista…sino amarillo por completo, que necesita de los dineros del Estado, el mismo Estado que pisa las libertades del Pueblo vasco y es doblemente opresor porque aplasta a los trabajadores de Euskal Herria ayudados por estos sindicatos.
El pacto social, aparecido en los años de oro del capitalismo con el fordismo y el Estado del bienestar keynesiano se ha terminado. CCOO y UGT representan un ciclo económico-social y político acabado (qué se puede esperar de unos sindicatos que pactan los servicios mínimos). El sindicalismo abertzale sí es consciente de todo esto.
El pacto social y el Estado del bienestar fueron utilizados para contener el avance del socialismo a nivel mundial. CCOO y UGT representan el pasado. El capitalismo y el imperialismo, en su fase neoliberal, acabó con el campo socialista. UGT y CCOO llevan a la debacle a la clase obrera.
Si de lo que se trata es de recuperar el terreno perdido va siendo hora de que los comunistas, de la nacionalidad que sean, dotemos y adaptemos nuestro discurso y nuestra práctica a una realidad concreta, objetivada y realista para poner rumbo hacia la construcción del socialismo, en nuestro caso concreto hacia la independencia y el socialismo en Euskal Herria. En ella se dan las condiciones para el avance.
David García Gómez, miembro de EHK