Lo intentaron pero acabaron marchando por donde vinieron y con el barrio en contra. Este fue el resultado de la última «aportación» del ayuntamiento a las expresiones culturales en los barrios. Todo estaba listo ayer por la tarde en Bagatza para dar inicio a cuatro días ininterrumpidos de fiestas populares, cuando comezaron a aparecer en el barrio patrullas de policias municipales que hacían presajiar lo peor. El Ayuntamiento quiso poner su particular sello en el inicio de fiestas y lo hizo como mejor sabe hacerlo, empleando la fuerza y la amenaza. Para ello no dudo en identificar a un miembro de la comisión de fiestas o amenazar a la gente congregada en la plaza entorno al pregón con detener a «todo el mundo». Lo mismo ocurrió posteriormente en el bar en el que estaba previsto que iniciara el concierto del grupo barakaldés «Sagardo Olé» a cuyo reponsable amenazaron con aplicarle una multa administrativa si el concierto tenía lugar. La policía tuvo que escuchar los pitidos y gritos de un barrio orgulloso de sus fiestas. A pesar de estos agentes externos a la fiesta, los protagonistas de la jornada volvieron a ser los tan esperados Marizikin y Peruzikin, los miembros de Gaztetxe Oleta quienes dieron lectura al pregón y sobre todo las personas que quisieron difrutar del primer día de fiesta.
Bagatza en un barrio que ha sabido aferrarse a sus fiestas populares por encima de normativas
culturales restrictivas y actitudes sectarias y homogeneizadoras dictadas desde el ayuntamiento. La comisión de fiestas atesora la experiencia en la autogestión que le ha otorgado años y años de organización en las peores condiciones. Hoy en día «Bagatzako Kultur Bilgunea» se encuentra en sus mejores momentos, con energía renovada, infinidad de ideas, red social plural, trabajo comunitario de base,…Y sobre todo voluntad de transformar el barrio y convertirlo en un espacio cada vez más habitable y humano. Este barrio sabe lo que quiere. Sabe de la importancia que las fiestas tienen en el presente y el futuro de una colectividad y por eso las defiende con uñas y dientes ante las agresiones de los hombres de negro. Este barrio recuerda que fue Jon Sánchez (PNV) el promotor de una normativa de fiestas que trató de cargarse de un soplido las fiestas populares de Barakaldo. Y reconocerá también que Carlos Fernández y Olga Santamaría, actuales concejales de cultura y seguridad ciudadana respectivamente son los responsables últimos de la torpeza cometida en este inicio de fiestas por el ayuntamiento.
¡Ya basta de tanta hipocresia! Señoras y señores gestores municipales,…¿Esta es la participación
social que tanto promovéis? ¿Esta es manera de facilitar el trabajo desinteresado de cada vez más agentes sociales, culturales y económicos en el barrio? Este barrio, y otros muchos merecen más respeto que todo esto…Pero sabed que los barrios ya han aprendido a caminar por sí mismos. Fijaos sino en lo que son capaces de organizar sin apenas recursos económicos ¿Imagináis lo que podrían hacer con las millonadas que se gasta el ayuntamiento en las fiestas de Carmen? Aunque pensándolo bien…Tal vez, que el movimiento popular sea quien ponga sobre la mesa las miserias de este ayuntamiento sea lo que se está tratando de obstaculizar con este tipo de proceder. La fiesta debe continuar, si cabe con mayor fuerza…! Tomemos las calles, llenemoslas de música y color, demostremos a esta cuadrilla de aguafiestas que hace falta algo más que fuerza bruta para contener las ansias de un barrio por mantener viva su identidad.