Eloy Velasco [juez de la Audiencia nacional], que fuera responsable técnico de la justicia de la Comunidad Valenciana y recibiera, junto, a otros gerifaltes, al desaparecido comandante de las FARC, Raúl Reyes, en febrero del año 2000, ha pedido a Colombia la información encontrada en las computadoras del comandante Jorge Briceño, «Mono Jojoy».
Extrañamente incólumes (tras un descomunal bombardeo) como aquella otra de Reyes que sirviera a este juez‑, pese a que ni la INTERPOL ha podido desmentir que fuera manipulada por la gente de Uribe- para establecer, por su cuenta y riesgo, la conexión ETA-FARC-Gobierno de Venezuela.
El afán investigador de este magistrado es encomiable. La lógica determina que poseyendo semejante virtud, debería estar predispuesto a indagar los crímenes del franquismo o las denuncias sobre torturas que salen de la ONU, señalando a España como país donde su práctica es cotidiana. Me temo que no caerá esa breva.
Nos vamos a reír, seguro. Para empezar, don Eloy solicita datos de unas computadoras rescatadas en perfecto estado a pesar del fósforo blanco que lo abrasa todo, y a pesar de que las autoridades colombianas han dicho que les llevará seis meses examinarlas. O alguien miente, y se han vuelto unos monstruos de la informática de repente, o el “Circo Jojoy” ha comenzado su espectáculo.