Euro­pa: ahí sigue la lucha de cla­ses – Ángel Guerra

Si echa­mos una mira­da al mapa la ofen­si­va del capi­ta­lis­mo neo­li­be­ral a par­tir de Reagan-That­cher sólo ha podi­do ser con­te­ni­da y en par­te recha­za­da en Amé­ri­ca Lati­na, aun­que varios paí­ses asiá­ti­cos logra­ran una apli­ca­ción menos férrea del dog­ma que en nues­tra región. Aquí, com­ba­ti­vos movi­mien­tos popu­la­res, algu­nos con un com­po­nen­te indí­ge­na esen­cial pero todos inte­gra­dos por tra­ba­ja­do­res, mar­gi­na­les, pobla­do­res y sec­to­res medios empo­bre­ci­dos, con­du­je­ron al sur­gi­mien­to des­de 1999 de un gru­po hete­ro­gé­neo pero coor­di­na­do de gobier­nos opues­tos a las polí­ti­cas del Con­sen­so de Washing­ton y que luchan por la inte­gra­ción regional.

Sin embar­go, en Euro­pa occi­den­tal, a dife­ren­cia de Esta­dos Uni­dos se con­ser­va­ron has­ta hace muy poco una par­te de los ras­gos esen­cia­les de los lla­ma­dos Esta­dos de bien­es­tar, con­jun­to de dere­chos socia­les con­quis­ta­dos por las luchas obre­ras de los siglos XIX y XX y tam­bién logra­das debi­do al excep­cio­nal pro­ta­go­nis­mo del Ejér­ci­to Rojo en la derro­ta del nazi-fas­cis­mo y a la exis­ten­cia del cam­po socia­lis­ta y sus indis­cu­ti­bles avan­ces socia­les. Fue jus­ta­men­te la implo­sión de la Unión Sovié­ti­ca y demás regí­me­nes euro­peos que for­ma­ban par­te de esa reali­dad la que pro­pi­ció la tras­for­ma­ción de las regio­nes cen­tral y orien­tal de Euro­pa en polí­gono de prue­bas de crue­les rece­tas de ajus­te fon­do­mo­ne­ta­ris­tas, apli­ca­das de un día para otro. Ver­da­de­ra piña­ta que en un abrir y cerrar de ojos logró una colo­sal tras­fe­ren­cia de rique­za de esos Esta­dos, espe­cial­men­te Rusia, a los gran­des cen­tros finan­cie­ros capitalistas.

Pero es evi­den­te que las gran­des cor­po­ra­cio­nes finan­cie­ras no habían renun­cia­do a des­po­jar tam­bién de sus con­quis­tas a los tra­ba­ja­do­res y la pobla­ción euro­pea occi­den­tal. Sólo espe­ra­ban por la oca­sión pro­pi­cia y esta vino con la quie­bra de Leman Brothers y el con­ta­gio de la cri­sis que atra­vie­san des­de enton­ces el sis­te­ma finan­cie­ro y la eco­no­mía esta­du­ni­den­ses. A par­tir del cata­cis­mo se macha­có por la mafia mediá­ti­ca con varios mitos, como que las eco­no­mías nacio­na­les y la euro­pea se hun­di­rían y cun­di­ría el des­em­pleo si los Esta­dos no res­ca­ta­ban a los ban­cos, obvia­men­te con los impues­tos de los de aba­jo. En reali­dad, pre­ci­sa­men­te por apli­car esa rece­ta los Esta­dos están en quie­bra, las eco­no­mías se hun­die­ron y el paro se ha exten­di­do insó­li­ta­men­te. Eso sí, los ban­cos decla­ran uti­li­da­des obs­ce­nas y en Wall Street anun­cian que repar­ti­rán una millo­na­da entre sus eje­cu­ti­vos. La opor­tu­ni­dad fue apro­ve­cha­da tam­bién para ir al asal­to de las pen­sio­nes y otros bene­fi­cios socia­les de los tra­ba­ja­do­res euro­peos, mien­tras ni siquie­ra se impo­nían o ele­va­ban los impues­tos a la oli­gar­quía cuyos inte­gran­tes han aumen­ta­do y en muchos casos dobla­do el mon­to de sus for­tu­na duran­te la cri­sis mien­tras dece­nas de millo­nes de obre­ros en el Vie­jo Con­ti­nen­te y en todo el mun­do se empo­bre­cen sin siquie­ra la espe­ran­za de recu­pe­rar sus dere­chos o pues­tos de tra­ba­jo arrebatados.

Cole­ta­zo del des­ba­ra­jus­te esta­du­ni­den­se de pron­to se anun­ció que Gre­cia esta­ba en quie­bra y las cali­fi­ca­do­ras reba­ja­ron la cate­go­ría de su deu­da. En este mun­do al revés, uno de los gran­des ban­cos de inver­sión, Gold­man Sachs, había defrau­da­do al Esta­do grie­go en com­pli­ci­dad con la oli­gar­quía nati­va. Por supues­to, el ban­co no indem­ni­za­ría al país helé­ni­co sino se con­ver­ti­ría en su vir­tual pro­pie­ta­rio. Ya la pren­sa finan­cie­ra ingle­sa, don­de sue­len des­cu­brir­se alguno de los malé­vo­los pro­yec­tos de la ban­ca anglo­sa­jo­na, había acu­ña­do el tér­mino PIGS, acró­ni­mo para refe­rir­se a Por­tu­gal, Irlan­da, Gre­cia y Espa­ña, paí­ses parias y sin futuro.

Lo alen­ta­dor es cómo han reac­cio­na­do la cla­se obre­ra y el pue­blo grie­gos, que ya acu­mu­lan ocho jor­na­das de huel­ga gene­ral y no dan seña­les de decai­mien­to y de nue­vo Fran­cia y París, con seis huel­gas de junio a la fecha, una acti­va pre­sen­cia juve­nil y la gran inte­rro­gan­te de si el gobierno con­se­gui­rá el des­gas­te a que apues­ta o estas jor­na­das son el comien­zo de algo mayor. La for­mi­da­ble huel­ga gene­ral del 29 de sep­tiem­bre en Espa­ña podría abrir el camino a la crea­ción de un polo muy amplio de izquier­da social y polí­ti­ca anti­neo­li­be­ral. Has­ta en los paí­ses ex socia­lis­tas hay mues­tras de com­ba­ti­vi­dad obre­ra. La aper­tu­ra de un fren­te euro­peo anti­neo­li­be­ral podría anu­dar­se fir­me­men­te con las luchas lati­no­ame­ri­ca­nas, las que se orga­ni­zan des­de una gran diver­si­dad de movi­mien­tos en Áfri­ca y Asia y todas jun­tas esti­mu­lar hacia la izquier­da la rebel­día y el des­con­ten­to en Esta­dos Unidos.

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *