Desde la asociación Etxerat queremos denunciar los golpes, tocamientos sexuales e insultos que han tenido que sufrir los familiares de Mattin Sarasola y Igor Portu.
Queremos dar a conocer y denunciar, que los dos presos políticos no han podido comunicarse en ningún momento con sus familiares durante los traslados para el juicio.
En el juicio que se está llevando acabo en el Juzgado Provincial de Donostia por las denuncias de tortura de los presos políticos Mattin Sarasola e Igor Portu, los familiares de los dos presos políticos han sido atacados antes de comenzar la vista de hoy. Decenas de agentes de la guardia civil se han personado en la sala, los cuales no han pasado por el detector de metales (los cuales son obligatorios para todas las personas). Estos se han concentrado en la entrada de la sala, y al entrar en ella los familiares de Portu y Sarasola, han arremetido contra ellos mediante insultos, golpes y tocamientos sexuales. A consecuencia del ataque, han arrojado al suelo a una mujer de edad.
Una vez más, se ha hecho eco del grado de impunidad que padecen los ataques contra los derechos de los presos y presas y sus allegados. La política penitenciaria diseñada en contra de nuestros familiares encarcelados en ejemplo de ello. Los familiares y allegados llevamos padeciendo ataques en los viajes que realizamos para poder realizar las visitas: más de una vez nos han apedreado los autobuses, nos han arrojado pintura, pinchado las ruedas, robos sospechosos y hemos visto a gente encapuchada alrededor de nuestros vehículos. Hemos padecido retenciones e identificaciones en los controles en la carretera expresamente diseñados para los familiares y allegados.
Los acosos contra los familiares y allegados también se están dando dentro de las prisiones. Los cacheos estrictos, castigos sin visitas y las humillaciones han ido en aumento.
Ante esta situación, hacemos llamamiento a la sociedad vasca a que denuncie y ejerza presión para que esta situación termine de una vez por todas. Que los compromisos adoptados por los agentes sociales, sindicales y políticos sean concretos y realizables. Por último, hacemos llamamiento a dar pasos efectivos para neutralizar los campos de impunidad.