Destacados miembros de la izquierda abertzale han mantenido en las últimas semanas conversaciones con representantes de diversos partidos de fuera de Euskal Herria y también hubo contactos con directivos de medios de comunicación de ámbito estatal. Las relaciones con formaciones vascas están normalizadas y Tasio Erkizia afirmó ayer en una entrevista en Radio Popular que el Partido Socialista conoce «de primera mano» los pasos que está dando la izquierda abertzale y que «es evidente que hay vías de comunicación».
Tanto los partidos como los medios con los que han hablado los dirigentes independentistas han coincidido en reconocer la sinceridad y seriedad de su apuesta. Ayer lo hizo el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Ridao.
Frente a esta realidad, José Antonio Alonso, portavoz parlamentario del PSOE, indició que «no hay que reunirse bajo ningún concepto con representantes de Batasuna». «Me resulta inimaginable que un partido democrático realice semejantes reuniones», concluyó.
Por «inimaginable» que le resulte a Alonso, Joan Ridao recordó que los dirigentes de la izquierda abertzale se han entrevistado «con casi todo el mundo». Y añadió que él había comentado el contenido de la reunión con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con su vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes se limitaron a tomar nota.
Entre quienes recibieron una invitación para un encuentro y no lo aceptaron se encuentra el único diputado de IU, Gaspar Llamazares, que se alineó con las tesis de la batalla policial y judicial contra ETA.
Otra de las cuestiones que está en la agenda política es la posibilidad de que una formación de la izquierda abertzale pueda ser legalizada o no. En declaraciones a Catalunya Radio, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, aventuró ayer que podían tener incluso preparados unos estatutos.
Más allá de la ley
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, afirmó que la izquierda abertzale lo tiene «muy fácil» si quiere concurrir a unas elecciones: debe «cumplir con la Ley de partidos» y «alejarse de los terroristas». Y en su «twitter-entrevista», el lehendakari Patxi López apuntó que no se les pide más que a otras formaciones políticas.
Sin embargo, el PP, socio del PSOE en el llamado Pacto Antiterrorista, no está de acuerdo en que baste con cumplir la ley. Su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, comentó que «le diría a Blanco que a quien no hay que dar una sola facilidad es a los terroristas, y al PSE le diría que el problema del terrorismo no es semántico, no es un problema de palabras». «Lo que importa ‑añadió- son los hechos, y el único hecho que importa para el PP es la disolución de la banda».
El presidente del PP en la CAV fue incluso más allá. Antonio Basagoiti afirmó que no se pueda hacer nada en esta materia sin contar con su partido y destacó que su «ayuda y aportación» estarán dirigidas a «conseguir que haya vencidos y vencedores: vencedores, la democracia española; y vencidos, los terroristas» porque, de este modo, «habremos acabado con el problema para siempre».
También en términos de victoria y derrota se expresaron ayer diversos colectivos de «víctimas del terrorismo», que mostraron su preocupación por afirmaciones del presidente del Gobierno español, en el temor de que pretenda facilitar la presencia de la izquierda abertzale en las elecciones.
AVT, Covite, Dignidad y Justicia y las fundaciones Miguel Angel Blanco y Gregorio Ordóñez exigen que no haya legalizaciones y que se endurezcan también las condiciones para acceder a beneficios penitenciarios de los «condenados por terrorismo». La presidenta de la AVT dijo estar harta de desayunar los domingos con entrevistas a Otegi y a Urkullu.
Fuente: Gara