PI08/10/10 Los palestinos decidirán este viernes y el sábado en el seno de la Liga Árabe si continúan o no la negociación con Israel tras la determinación israelí de reanudar la construcción de viviendas en las colonias judías de Cisjordania.
La decisión se adoptará en el cónclave que los ministros y lideres de la Liga Árabe realizaran en Libia los días virnes y sábados y en cuyos prolegómenos no hay indicios de que los palestinos vayan a rectificar su anuncio de que suspenderán el diálogo.
A veinticuatro horas de la cita el rayo de esperanza era el secretismo que la precede, así como el laconismo con que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abas, han dejado traslucir que no darán su brazo a torcer.
Al concluir la moratoria a la edificación en las colonias que había declarado diez meses antes, Netanyahu pidió hace casi dos semanas a los colonos «prudencia y moderación» ante lo que calificó de «el regreso a la vida normal» en los asentamientos.
Por «el regreso a la vida normal» Netanyahu entiende lo que considera «el crecimiento natural»; esto es, que en las colonias solo se construyan casas para dar cabida a los descendientes de familias ya establecidas en territorio cisjordano.
Netanyahu no ha declarado, sin embargo, de manera formal el fin de la moratoria, ha insistido una y otra vez en que el interés de Israel es proseguir el proceso de paz con los palestinos, y ha pedido a Abás que no abandone la negociación.
El presidente palestino ha reiterado a su vez que «con la construcción en las colonias no hay negociación» pero no ha puesto punto final al proceso de paz, y ha remitido su decisión a «las consultas que celebraremos con nuestros hermanos árabes».
Abas ya buscó el consenso de la Liga Árabe para emprender a principios de septiembre el proceso negociador, y regresa al mismo foro para garantizarse el respaldo a una decisión complicada y ante la que está recibiendo fuerte presión internacional.
Según la prensa local, EEUU propuso la semana pasada a Netanyahu la ampliación de la moratoria por solo dos meses a cambio de un incremento sustancial de la ayuda militar a Israel y el despliegue de tropas israelíes en un eventual Estado palestino.
Ese despliegue se produciría en el Valle del Jordán, algo que Abás rechaza públicamente de plano, pero la opinión generalizada es que la cúpula palestina había dado su visto bueno a la oferta, revelada a los medios por fuentes estadounidenses.
La respuesta de Netanyahu a esa oferta aún es objeto de cábalas.
El diario «Haaretz», el más influyente de Israel, publicó el pasado fin de semana que Netanyahu la había rechazado pero el prestigioso periódico en árabe «Asharq al-Awsat», editado en Londres, afirmaba el lunes que la había aceptado.
Interrogado ese misma día por los periodistas, el primer ministro israelí se limitó a apuntar que «hay muchas informaciones sobre el asunto, la mayor parte de las cuales son erróneas y no podemos dedicarnos a negar o corregir cada una de ellas».
Agregó que «no es necesario iniciar un debate sobre la cuestión».
Y concluyó con una recomendación a «ejercitar la paciencia».
Tampoco las últimas declaraciones por los dirigentes palestinos han acabado de despejar la incertidumbre por completo.
En declaraciones a la emisora «La Voz de Palestina», uno de los asesores de Abas, Yaser Abed Rabo, aseguró esta mañana en alusión a la negociación que «no habrá ningún proceso político serio mientras Netanyahu persiga el objetivo de las colonias».
El asesor del presidente palestino añadió que podía aún «ir más lejos», antes de asegurar que «no habrá ningún proceso político serio con Netanyahu en el gobierno»; como si cupiera la posibilidad de que hubiera negociaciones que no fueran serias.
Fuente: Radio Mundial