Septiembre de 2009. Los partidos políticos y mentideros oficiales del Estado español son un hervidero a presión en contra del movimiento independentista. El acoso y derribo de estos sectores unido a la necesidad de reflexión de la izquierda abertzale, hacen desbordar optimismo en Moncloa sobre la incapacidad del proceso de liberación nacional y social. Patxi Lopez y compañía auguran una cercana victoria, deslegitimación social de la violencia la llaman.
¿Te imaginas en esta situación una respuesta social mayoritaria a detenciones de miembros de la izquierda abertzale? ¿Te imaginas un debate de más de 7.000 personas en situación de ilegalidad? ¿Te imaginas ser participe de la ilusión que generan las conclusiones del debate?
¿Imaginabas los movimientos políticos que iban a ocasionar? ¿Creías posible condicionar la política partidista de sujetos como el PNV o NaBai? ¿Y voltear la posición del Gobierno español? ¿Creías posible volver a agrupar al Friend Ship en el Parlamento europeo? ¿Y una declaración de personalidades internacionales abogando por la resolución del conflicto en Euskal Herria?
¿Pensabas que una iniciativa ciudadana a favor de la independencia pudiera movilizar el 6 de marzo a 5.000 personas en las calles de Iruñea? ¿Y la irrupción de lo que puede ser el embrión de un movimiento ciudadano a favor de la independencia de la mano de Independentistak sarea? ¿Y un aberri eguna histórico convocado de forma unitaria?
En política es necesario de vez en cuando echar la vista atrás y analizar el camino con detenimiento. En seis meses la situación general ha evolucionado mucho y todos los datos corroboran el camino emprendido: existen condiciones para el cambio político y social. La izquierda abertzale, de la mano de otros sectores del país, va a vertebran una alianza popular que recoja la siembra de los últimos treintas años de pelea.
¿Te imaginas alcanzar un escenario en el que todos los proyectos puedan materializarse en igualdad de oportunidades y en ausencia de violencia e injerencias externas? Está en nuestra mano y no podemos dejarlo escapar.»