Líder de Hezbolah, Hassán Nasralah: uno de los luchadores revolucionarios más respetados en todo Medio Oriente.
Recientemente, dentro del Foro sobre “Civilización y Barbarie”, realizado en Serpa, Portugal, “Resumen Latinoamericano” pudo dialogar con Leila Ghanem, activa militante comunista libanesa, Antropóloga, y a la vez directora de la revista “Alternative Bada’el”, de Ecología Política. Ghanem fue la organizadora, en Bruselas, de un Tribunal de Conciencia para juzgar los crímenes de guerra cometidos por el sionismo en 2006 en Líbano. También organizó un Foro Internacional en Beirut, cuyo fin era la convergencia de quienes luchan en Europa y Latinoamérica contra la dictadura del mercado y el colonialismo, y ya está preparando una nueva edición del mismo que se realizará en 2012. Lúcida y directa en sus respuestas, Leila Ghanem reivindicó el apoyo marxista a Hezbolah, ponderó el liderazgo de Hassán Nasralah y convocó a estrechar lazos en el mundo para plantar cara al imperialismo y al sionismo.
-Cuál es la situación actual en el Líbano, a la luz de las presiones contínuas que recibe Hezbolah por parte de sectores ligados interna y externamente al sionismo y a la política exterior norteamericana?
-Existe gran tensión en estos días, ya que se está pendiente de la resolución del Tribunal internacional que investiga la muerte del ex primer ministro Rafiq Hariri ocurrida en febrero de 2005 (N.de R: Originariamente el atentado que costó la vida a Hariri fue atribuido a Siria, y esto precipitó el abandono de las tropas de ese país acantonadas en Líbano, y ahora, la influencia sionista y pro-norteamericana sobre el Tribunal, intenta apuntar a que el culpable es Hesbolah). Hezbolah y el gobierno libanés han hecho una alianza para tratar de resolver esta cuestión, pero EEUU, con la presión de Israel, intenta, a través de Arabia Saudita, que el gobierno libanés incida en desactivar ese acuerdo y busca desarmar a la resistencia. Detrás de todo esto aparece el interés de Israel para que EEUU declare la guerra a Irán, y de paso destruir a Hezbolah por ser aliado de Irán.
-¿Usted ve posible, en este marco, de que se produzca un nuevo ataque israelí contra el Líbano?
-Hay señales evidentes de ello. Se ha redoblado el apoyo armamentístico de EEUU a Israel, pero además, ahora, hay una guerra de espionaje muy evidente.
A través de este Tribunal que fue creado según la cláusula 7, esta instancia tiene un poder excepcional para controlar a todos los libaneses. Han tomado posesión de todas las fichas de los estudiantes y los intelectuales tanto de las Universidades estatales como las privadas. También se han apoderado de las bases de datos de los teléfonos celulares (móviles). Estos teléfonos están en manos de dos grandes compañías, y el gobierno libanés sabe que todos los datos de los clientes de celulares y móviles han pasado por medio de espías al Mossad israelí. Esto, como puede inducirse, es muy grave. También han facilitado los nombres de los dirigentes militares del país y los informes de seguridad que abarcan a oficiales libaneses chiitas y sunitas. No nos caben dudas que Israel tiene espías en las Fuerzas Armadas libanesas, y han tratado de infiltrar los alrededores del general Michel Aun, que es uno de los aliados militares de Hezbolah.
Todos los días se descubren nuevos nidos de espionaje. Hace muy pocos días, los inspectores del Tribunal por Hariri, han incursionado en una clínica ginecológica y han exigido la entrega de todos los informes de las mujeres relacionadas con dirigentes de Hezbolah. En ese caso, se planteó la situación del secreto médico para no entregar estos informes y también se demandó la autorización oficial para tal requerimiento, pero esto marca el nivel de ofensiva que estamos sufriendo. Esta clínica está ubicada en el Barrio Sur de la Capital, dentro del territorio de Hezbolah, y los inspectores de este Tribunal pretendían apoderarse también de los números de teléfonos de los miembros de Hezbolah.
-Evidentemente, estos graves incidentes son derivados del fracaso sufrido por Israel en la anterior invasión del Líbano.
-Así es. Como se sabe, en el 2006 Israel invadió y destruyó gran parte del país pero no pudo vencer a Hezbolah. La Resistencia perdió 400 combatientes, 1.200 civiles pero la dirección quedó intacta y pudo encarar acciones que obligaron a que los sionistas vuelvan sobre sus pasos. Más aún, durante 33 días Hezbolah continuó lanzando misiles contra el territorio sionista. A pesar de que Israel es uno de los países con armamento más sofisticado a nivel tecnológico, y de contar con el apoyo norteamericano no pudieron descubrir las bases desde donde Hezbolah lanzaba intermitentemente sus misiles. Esto es así, porque la Resistencia utiliza todos los medios para la lucha, desde los convencionales hasta los más modernos, porque todos los jóvenes combatientes están entrenados a la perfección en cuestiones de informática. Recientemente, el líder de Hezbolah, Hassan Nasralah, mostró en una conferencia de prensa, como los jóvenes informáticos de Hezbolah pudieron interceptar las instrucciones que el mando sionista pasaba a sus aviadores y pudieron desviar esos datos hacia la dirección estratégica militar de la Resistencia.
Así Hesbolah ha podido descubrir como están actuando los israelíes en temas de espionaje contra los jefes cristianos y sunitas.
Hezbolah reprocha al Tribunal Internacional de estar actuando parcialmente, influenciado por Israel. Durante cuatro años acusaron a Siria de ser responsable de la muerte de Hariri, y ahora la acusación recae sobre Hezbolah. La información fue difundida por el diario “Der Spiegel” y por la prensa israelí que está a punto de producirse una resolución “que avala la presunción de delito por parte de Hezbolah en la muerte de Hariri”.
-Cómo reaccionará Hezbolah si esta resolución se produce?
-Esto implica un gran problema para Hezbolah. Desde el punto de vista ético, Hesbolah es muy respetado. Es el único partido del Líbano, que no ha producido hechos de corrupción en el Estado. En ese sentido, la población les reconoce una moral intachable. Cuando los milicianos de la Resistencia, estaban cercados por los israelíes en el Sur, y tenían que proveerse de alimentos en las tiendas o supermercados, dejaban las listas de productos que se llevaban para posteriormente pagárselos a los dueños de esos establecimientos. Los luchadores y luchadoras de Hezbolah son muy íntegros, y esto les ha hecho ganar el respeto del pueblo libanés.
Los libaneses no consideramos a Hezbolah como un partido religioso chiita sino que sabemos que ellos ponen por delante la política sobre los aspectos religiosos, por eso el miedo de Hezbolah de ser acusado por este Tribunal, ya que pondría en cuestión su palabra dentro del mundo árabe, y podría derivar en una guerra civil entre sunitas y chiítas, que es lo que están buscando desde hace tiempo los Estados Unidos e Israel.
Está en marcha toda una estrategia que intenta movilizar la opinión pública para indisponerla contra Hezbolah. Sin embargo, es evidente que antes de llegar a la guerra abierta, lo que quiere el sionismo es asesinar a los jefes de Hezbolah, que es la misma táctica que utlizaron en Palestina donde mataron a gran parte de la dirección de la Resistencia. De allí que la incursión realizada en la clínica ginecológica, que le comentaba antes, es parte de la preparación de una gran operación que busca asesinar a la dirigencia de Hezbolah.
Por eso reafirmo de que existe toda la presunción de que se pueda producir un nuevo ataque armado israelí contra el Líbano.
-¿Cómo ve el papel que jugará EEUU en este escenario pre-bélico?
- EEUU está dudoso de atacar a Irán, porque necesitan saber más información sobre el poderío militar iraní. No hay dudas de que Irán y Venezuela significan para la política imperialista dos enemigos a derribar, en función de querer apoderarse de sus fuentes energéticas, que tanta faltan le hacen a EEUU para su sobrevivencia a futuro.
Irán es una gran fuerza regional y EEUU lo sabe. Para la mentalidad imperial no puede permitirse que haya otra hegemonía en contra de ellos, y por eso la insistencia en crear las condiciones para liquidar a Irán. Han intentado separar a Siria de Irán, y por eso retiraron las acusaciones contra Siria, y tratan de lograr –infructuosamente hasta ahora- que Israel y Siria dialoguen.
Por su parte, Israel está en una situación que no acepta ninguna concesión, prosigue con la colonización de Palestina, y endurece sus posiciones frente a cualquier tipo de negociación. De allí, que se pueda inferir que el alto mando sionista pueda ver como muy probable y necesario agitar la guerra contra el Líbano para apurar la intervención militar estratégica contra Teherán.
-¿Qué rol le corresponde a la izquierda libanesa frente a esta situación?
-La izquierda libanesa está constituida por el Partido Comunista Libanes, por marxistas que provienen de organizaciones de extrema izquierda, y por nacionalistas árabes de definiciones patrióticas y antiimperialistas. También están algunas tendencias del Islam politizado no religioso, que anteponen el nacionalismo a la cuestión religiosa. Yo lo defino como un Islam de carácter cultural, pero que tienen posiciones antiimperialistas. Todo esto constituye dentro de la izquierda un verdadero Movimiento anticolonial y antiimperialista, que apoya incondicionalmente a Hezbolah en su lucha anticolonial.
Hezbolah aparece como una fuerza motora muy importante, capaz de convocar a millones de personas en la calle. Junto a ellos se alinea el bloque comunista revolucionario, y también se suman cristianos anti-israelíes, que sin tener ideas por el socialismo, se manifiestan a favor de la gesión de Hezbolah contra la corrupción del Estado. Puede definirse a este sector como republicanos reformistas, y estos siguen al General Aún, que es aliado de Hezbolah. Junto a la Resistencia también están las milicias locales del Partido Nacionalista Sirio.
-¿Además de la importancia que Hezbolah tiene en las decisiones políticas del Líbano, que otros sectores se mueven en ese tablero?
-Hay dos grandes bloques que reúnen a las principales formaciones políticas libanesas: el Bloque del “14 de Marzo” y el del “8 de Marzo”. Estos rótulos responden a dos fechas en las que se produjeron grandes manifestaciones. Una, el 14 de marzo de 2005, para exigir la salida de las tropas sirias del Líbano y pedir que se organizara un Tribunal para vengar la muerte del ex primer ministro Hariri. El otro bloque, donde está Hezbolah, se manifestó un año más tarde, el 8 de marzo de 2006. Si bien aceptaban la constitución del Tribunal, exigían que se dieran los pasos necesarios para reconstituir las relaciones con Siria, y detener las venganzas criminales contra los trabajadores de ese país que vivían en Líbano, y que eran perseguidos por los sectores fascistas que respondían a Hariri. En las filas de esta coalición también se incluye el Movimiento Amal, islámico chiíta, dirigido por Nabih Berri. Esta organización tiene un oscuro pasado ya que luchó contra los palestinos en Líbano, y también posteriormente se enfrentó a Hezbolah, organización con la que últimamente ha recompuesto relaciones, y ahora no puede dejar de apoyar ya que perdería influencia en su propia base chií.
-¿Y el Partido Comunista?
-En cuanto al Partido Comunista libanés, puedo decir que posee dos diputados en el Parlamento, y que si bien antes era un gran partido, sufrió varias escisiones que lo han convertido en una pequeña fuerza pero decididamente antiimperialista. Otro sector se escindió hacia el Bloque 14 de Marzo, y ellos desdeñan el antiimperialismo y reivindican una democracia sin contenido. Se llaman ahora “Corriente Democrática”. La otra escisión la produjeron militantes comunistas de las aldeas del Sur del Líbano, hicieron como en la guerra del Vietnam, abandonaron su territorio y se metieron bajo tierra como militantes de Hezbolah. Por eso, contamos con doce mártires comunistas en la guerra del 2006 contra Israel.
-¿Cree probable que la tensión entre estos dos bloques termine desencadenando una guerra civil?
-Hay que puntualizar que en Líbano siempre existe el peligro de una guerra civil debido al accionar del imperialismo y el sionismo tratando de azuzar a estos dos bloques y procurando agudizar las contradicciones internas. Pasamos por 17 años de guerra fratricida que dejó abiertas grandes heridas, y eso es lo que tiene en cuenta, con gran tino, la Resistencia libanesa dirigida por Hezbolah. Desde su punto de vista, lo más importante es luchar contra el enemigo principal, en este caso, Israel, y no caer en las múltiples provocaciones que éstos plantean para guerrear entre libaneses.
-¿Qué opina del liderazgo de Hassán Nasralah, el dirigente máximo de Hezbolah?
-A menudo yo planteo la cuestión a los militantes amigos de Hezbolah: ¿Si mañana desapareciera Nasralah, Hezbolah podría continuar? Ellos me dijeron decididamente que “sí”, ya que Hezbolah funciona como un verdadero partido que tiene una dirección colegiada. Nasralah está considerado por los chiítas libaneses y también en Irán, como un gran dirigente. Es muy escuchado por todos, porque es un símbolo de integridad, porque su hijo murió mártir en la guerra, y porque él da prioridad a todo el patrimonio intelectual del chiísmo histórico. El chiísmo era una escisión del Islam, sobre la base del rechazo a la propiedad privada y la defensa de los desheredados. Ellos tienen un programa social muy amplio. Administran escuelas donde los pobres reciben enseñanza gratuita.
La comparación a favor de Hezbolah salta a la vista, si tenemos en cuenta que Hariri, que es un multimillonario, dirige la totalidad de las escuelas públicas, además de destrozar las mismas y la educación que allí se imparte. También ha comprado todos los institutos franceses del Líbano, y otras medidas que han ido convirtiendo al Líbano en una República bananera. Hariri tiene tanto dinero que podría comprar los 10.400 km², que componen la superficie del Líbano. Su hija, que tiene 17 años, fue elegida el año pasado en París, como la segunda chica más rica del mundo.
Entonces, por un lado está Hariri, que defiende, arrogante, un programa neoliberal que ha privatizado todos los sectores del Estado y ahora incluso quieren avanzar sobre la Seguridad Social. Y por el otro, tenemos el ejemplo de gente como la que integra Hezbolah, que habla de un programa social antiimperialista, rechaza la privatización de los servicios, y con la ayuda de la izquierda que les apoya, comienzan un programa de reformas en el Barrio Sur. Este sector comprende cada vez más, que no se puede ser antiimperialista sin tener un programa social para las masas, que no sólo concierne a los chiítas sino a todos los desheredados del país.
Otro aspecto a destacar en Hezbolah, es que en 2006 y en 2009 recibieron la visita de una delegación de la Internacional Comunista. En 2009, en un foro que yo mismo he organizado y en el que participaron alrededor de 350 intelectuales comunistas del mundo entero, junto a representantes de Hezbolah, Hamás e Iraq, el número 2 de Hezbolah hizo un discurso que concluyó con la consigna “Oprimidos de todo el mundo, uníos”, recordando la frase de Marx en el Manifiesto Comunista. Todos lo que lo oimos en ese momento, no pudimos menos que entusiasmarnos y aplaudir rabiosamente.